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Cómo todas las personas de mi entorno, incluida mi madre que me ha llamado indignada esta tarde, estoy empezando a hartarme. Cuando se organizó ese "foro por la familia" únicamente para impedirnos el derecho a formalizar (que no formar, eso no lo pueden impedir...) las nuestras, pensé que era lamentable (no hay más problemas en "la familia" que "ese"?) , como muchas cosas con las que nos enfrentamos a diario.. y no me refiero como homosexuales, sino como personas, pero también pensé que no puedo evitar que otro exprese su opinión, por mucho que me hierva la sangre al oirla (y por mucho que más bien se trate de un partido político jugando con mi vida para su particular beneficio electoral, que de una respuesta "popular" ¿quien pagó los autobuses, los aviones (tres, desde Tenerife) que se fletaron para conseguir llenar la calle?). Ahora bien, lo de hoy, lo de ese tal Aquilino Polaino exponiendo tal sarta de barbaridades ante nuestros representantes políticos, los que van a decidir sobre nuestras vidas, me parece una agresión. Es una agresión porque nos ha llamado enfermos (he revisado la web y veo que sus afirmaciones son un referente constante para fanáticos pseudoreligiosos que dicen curar la homosexualidad, o en movimientos antiabortistas, etc) No me voy a apoyar en que la OMS ya no nos considera tales, porque lo hizo hasta hace bien poco, y porque no me hace falta que nadie me diga que no estoy enferma. Colectivos a los que pertenecí consiguieron retirar de libros de texto afirmaciones menos graves que las de ese "experto", y ahora tenemos que escucharlas amplificadas, con la credibilidad que les da ser pronunciadas en nuestras instituciones??

Lo que digo es que supongo que hay otras maneras de oponerse a lo que yo defiendo, porque yo para oponerme a lo que él defiende no necesito llamarle enfermo, ni decir que probablemente sus padres eran alcoholicos, divorciados (oh, pecado), y que seguramente le violaban sábado sí, sábado también, como él ha dicho de nosotros. Eso atenta contra mis derechos, eso fomenta la violencia, eso da argumentos a los que casi matan de una paliza a mi primo hace un tiempo. ¿porqué no he oído en ninguna parte que el anuncio aparecido en El País -sí, ya se han disculpado- en el que decían que el SIDA es una enfermedad homosexual constituía un delito, no contra la dignidad de nadie, sino contra la salud pública, difundiendo un mensaje tan grave como erróneo?

Zapatero nos pide calma, no quiere que reaccionemos con la indignación que esto nos provoca. Necesitamos que alguien lo haga, ¿no?. Espero que la mani del 2 de julio de más protagonismo a esta lucha que a las puñeteras caravanas de las discotecas donde nos sablean todos los fines de semana.