Beatriz Gimeno Reinoso – toda una vida de activismo
Al poco tiempo de llegar a Madrid me acerqué a la sede de COGAM y allí tuve la gran fortuna de coincidir con Beatriz Gimeno y su compañera Boti Rodrigo García, quien en esos momentos era la presidenta de dicho colectivo. Recuerdo que me impactó la seriedad y profesionalidad de Beatriz. Con el paso del tiempo hemos coincidido muchas veces y poco a poco fui descubriendo la gran dedicación, inteligencia, esfuerzo, y también un sentido del humor muy refinado en Beatriz. Desafortunadamente son pocas las mujeres que a lo largo de los años se hayan destacado como líderes del movimiento lésbico y homosexual en España (sin olvidar a Boti García y a Gretel Amman) y que hayan llegado al nivel de reconocimiento del que goza Beatriz en la actualidad. En este breve artículo las invito a conocer un poco más a esta mujer que ha luchado tanto para que todo nuestro colectivo goce de los mismos derechos que los heterosexuales.
Una breve biografía
Beatriz nació en Madrid y se licenció en Filología semítica. Desde muy joven comenzó a participar en el Movimiento asociativo, primero como militante dentro del Movimiento Feminista y más tarde dentro del Movimiento gay-lésbico. Como feminista formó parte de la primera lista compuesta sólo por mujeres candidatas, a las elecciones al Parlamento Europeo del año 1999. Lista presentada por la Confederación de Organizaciones Feministas del Estado Español (COFEM), junto a luchadoras tan emblemáticas como Lidia Falcón, Carmen Sarmiento y María José Urruzola.
Como militante del Movimiento gay-lésbico, ha ocupado distintos cargos en el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (COGAM), y en la actualidad es presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGT).
A finales del año 2005 Beatriz contrajo matrimonio con su compañera Boti García, acto muy emotivo y reinvidicativo que se celebró en el Salón Real de la Casa de la Panadería. En la ceremonia participaron muchos personajes de la cultura y de la política, así como familiares y amistades de las contrayentes y su hijo de 17 años.
Desde temprana edad Beatriz ha sentido pasión por la literatura y aunque la militancia la ha tenido sumamente ocupada estos últimos años, siempre ha encontrado el tiempo para escribir. Ha publicado decenas de artículos en revistas y periódicos, nacionales así como internacionales, redactado informes, y es autora de varios libros: Primeras caricias: 50 mujeres cuentan su primera experiencia con otra mujer (Editorial La Tempestad, 2002); ¿Seré lesbiana? -coescrito con Boti G. Rodrigo- (Editorial Cyan, 2004); la excelente novela Su cuerpo era su gozo (Grupo Akal, 2005), y más recientemente su libro de ensayo, Historia y análisis político del lesbianismo: la liberación de una generación, (Gedisa, 2006).
Nos reunimos una tarde en Madrid para hablar de diversos temas.
S: Cuando se aprobó la ley de matrimonios para parejas del mismo sexo comentaste que ahora “venía la parte más difícil, cambiar la mentalidad de la sociedad”. ¿Crees que leyes como éstas influyen en la mentalidad de las personas?
B: Sí, definitivamente sí. Evidentemente la ley no cambia las mentalidades pero contribuye a cambiarla. Las leyes en los países democráticos son el reflejo ( o tienden a serlo) de lo que la sociedad considera bueno, malo, moral, inmoral etc. Esta ley afirma que el Estado piensa que la homosexualidad es exactamente igual que la heterosexualidad. Puede que mucha gente aun no piense eso, pero acabará pensándolo.
S: Durante la misma época en que se aprobó la nueva ley, comentaste en una entrevista que no pensabas casarte. ¿Qué te hizo cambiar de opinión?
B: Muchas cosas que influyeron en distinta medida. Por una parte la visibilidad lésbica, por otra hacer un acto de afirmación ya que el PP tiene un recurso contra la ley. Pero también me hizo ilusión compartir ese día con gente a la que quiero. De repente, ese acto se convirtió en un acto político del que carece el matrimonio hetero. Será político y reivindicativo aun durante un tiempo.
S: He leído en algún lugar que sólo el 20% de las bodas que se han celebrado son de mujeres. ¿Por qué crees que las mujeres se están casando menos que los hombres?
B: Por la mayor vulnerabilidad social de las lesbianas. El matrimonio es un acto público que implica una completa salida del armario. A mayor vulnerabilidad social, familiar, económica… más difícil es salir del armario. Hay menos lesbianas que gays completamente fuera.
S: Durante muchos años has militado en las filas del feminismo y del colectivo homosexual y lésbico. ¿Te ha creado problemas el ser feminista dentro de un colectivo compuesto tanto por hombres como por mujeres? ¿Cómo podemos enfrentarnos a la misoginia que inunda parte de la cultura gay?
B: Sí, claro que me ha creado problemas aunque posiblemente los activistas gays sean mucho mejores en ese sentido que la media de los gays. Y respecto a la misoginia la verdad es que no lo sé. Supongo que siendo feministas, haciendo feminismo y haciendo feministas, no se me ocurre otra manera.
S: La teoría Queer es algo que está muy de moda en España. ¿cuál es tu opinión sobre la esta teoría? ¿Crees que la teoría queer logrará invisibilizarnos como lesbianas una vez más?
B: Sí, creo que la teoría queer es un invento de las universidades norteamericanas. Aunque ha hecho aportaciones teóricas muy estimulantes y novedosas, la práctica supone la desaparición de la ideología política y su sustitución por una especie de política espectáculo y, además, supone también la desaparición de las mujeres, de las lesbianas, como sujeto político.
S: Hablando de invisibilidad, el Estado español ha dado grandes pasos en pocos años ¿hasta cuándo deberemos esperar a que llegue el día en que mujeres destacadas, tanto dentro de la política como del mundo de cultura, se atrevan a dar el paso para salir del armario? ¿Estás de acuerdo con la práctica del “outing”?
B: No. No creo que puedan reivindicarse derechos violando derechos. Las mejores conquistas se consiguen cuando se respetan escrupulosamente los derechos de los demás y la legalidad. No creo, a estas alturas y en esta sociedad, que los atajos sean buenos.
S: Quizás en un futuro no tengamos que ni siquiera hablar del outing porque nadie sentirá la necesidad de esconderse en un aburrido armario, pero mientras tanto ¿qué le dirías a las nuevas generaciones de lesbianas?
B: Es un poco presuntuoso pensar que yo pueda decirles algo pero les diría que lean, que lean feminismo, que conozcan la historia de las mujeres. Les diría también que sean críticas, que no se acomoden, que cuestionen todo… todo un programa de vida.
S: Ya se han conseguido algunos derechos para el colectivo LGTB, ¿cuáles son las próximas batallas que hay que librar?
B: A las mujeres siempre nos quedan batallas que librar. Siendo muy general nuestra batalla es siempre combatir el patriarcado, esa palabra que no está de moda pero que define una situación que está lejos de haberse terminado; combatir ese sistema que pone más recursos y más poder en manos de los hombres que en manos de las mujeres.
S: Para terminar, sé que estás planificando un viaje por Latinoamérica, ¿es un viaje de placer o de trabajo?
B: Ambas cosas. Voy a Latinoamérica a compartir con las asociaciones LGTB de allí nuestra experiencia, nuestra lucha por la igualdad por si puede servir de algo. Voy también a aprender de gente que lucha en condiciones mucho más difíciles de las que tenemos aquí. Y voy a presentar mi libro, lo que ya entra dentro del capítulo del placer. Bueno, para mí el activismo es también un placer, no concibo la vida sin hacer activismo.
Te deseamos mucha suerte con todos tus planes Beatriz y quedamos a la espera de tus próximas obras y artículos que sin duda nos ayudarán a continuar esta lucha por los derechos de todas y todos. Porque gracias a activistas como tú, sabemos que otro mundo es posible.
Comentarios
barxinas
22 de February de 2007 a las 16:08
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