Adriana tiene una amante, multitud de amigas de fin de semana y el corazón todavía herido por el rechazo de su primer amor. Una llamada telefónica la obligará a plantearse si quiere seguir "poniendo cada día el cuentakilómetros a cero" o enfrentarse de nuevo a un pasado tan atractivo como doloroso.

Éste es el punto de partida de "Cada vez que no me miras". Amor, humor, desengaños y el poder de la amistad por encima de todo, confluyen en unos personajes tiernos y humanos que nos invitan a adentrarnos en la profundidad de sus relaciones.