En el corazón de Jerusalén, desafiando generaciones de segregación, violencia y prejuicio se encuentra un inusual símbolo de unidad: un bar gay llamado Shushan. Este documental se adentra en este santuario underground situado en el este/oeste de la frontera con la ciudad sagrada, donde las personas de diferentes nacionalidades, religiones y orientación sexual se reúnen bajo el mismo techo para encontrar aceptación y crear una comunidad.

El documental sigue la vida de 5 clientes regulares a este bar, y como se enfrentan a grandes riesgos e intolerancia.

Sa’ar Netanel de 36 años, propietario del bar, fue el primer miembro abiertamente gay del consejo de la ciudad. Shushan, el único bar gay de Jerusalem, nació de su lucha por la visibilidad gay y la diversidad étnica. Sa’ar se ha ganado el respeto y la gratitud de la comunidad gay, así como numerosas amenazas de muerte.

El Ex soldado israelí de 22 años "club kid", Adam Russo, baila sin camisa en el escenario, mostrando cicatrices visibles en el pecho y los brazos. En 2005, fue apuñalado por un judio ortodoxo, mientras marchaba a la cabeza del desfile del orgullo gay en Jerusalém.

Para el devoto musulmán palestino de 22 años, Boody, un performer que utiliza el nombre de Miss Haifa, tiene que vivir recluído con su familia, tras ser amenazado de muerte por musulmanes fundamentalistas.

En la pista de baile, Samira Saraya de 33 años, una palestina israelí, besa a su novia judia israelí, Ravit Geva de 35 años. Su relación rompe con dos grandes tabús de la sociedad de Oriente Medio: las relaciones del mismo sexo y la intimidad entre judios y árabes. Irónicamente, estas barreras las han acercado aun mas, pero aislado de sus familias. Su relación es complicada para comenzar a formar su propia familia.

Fuera del bar, judíos, musulmanes y cristianos fundamentalistas, en una rara muestra de solidaridad, tratan de eliminar toda demostración de la identidad homosexual a través de la revocación de las leyes contra la discriminación, con disturbios y amenazas de muerte.