Dos son los perdedores del debate abierto sobre Educación para la Ciudadanía. Y los dos derrotados son, paradójicamente, los más fervientes detractores de la nueva materia, la Iglesia católica y el PP.

Los datos del Publiscopio, encuesta realizada en exclusiva para PÚBLICO, dibujan el perfil de un país a favor de la asignatura (52,7%), partidario de su obligatoriedad, y que rechaza la ofensiva en contra emprendida por algunos obispos y el primer partido de la oposición (55,4%).

Los simpatizantes del PP no muestran la beligerancia de la oposición. Sólo uno de cada tres votantes conservadores, el 34%, se muestra en contra, el resto opta por la indiferencia, admite que no tiene opinión o, simplemente, no contesta. El rechazo no ha calado todavía entre el electorado del PP.

Rechazo al boicot de la Iglesia

En cuanto a la obligatoriedad de la asignatura, la sociedad española se muestra posibilista. Implantada la asignatura, la mayoría es partidaria de que se imparta de manera obligatoria. Entre los votantes del PP favorables a la asignatura, el 50% es partidario de que sea obligatoria, frente al 39% que la prefiere opcional.

Los sectores más conservadores de la Iglesia católica no han encontrado tampoco eco entre sus seguidores. La mayoría rechaza el boicot promovido por algunos obispos y sus organizaciones satélite. Incluso entre aquéllos que se reconocen católicos practicantes, hay un sentimiento de rechazo (42%). Ni siquiera uno de cada cinco está a favor de la estrategia de desobediencia.

Las comunidades gobernadas por el PP tampoco salen bien paradas. Los encuestados castigan el retraso en la introducción de la asignatura. Los votantes del PP aplauden la estrategia sin entusiasmo, no alcanzan el 40%.