Si, soy nueva acá.
...nueva en ésta ciudad también.
Ayer antes de encontrarme con unos strangers que me invitaron a un pub, sali a caminar sola en busca en famoso City Hall. Entre a cuanto lugar se me atravezaba; pasé por un sitio donde vendian libros y me compré un cuadernito de colores titulado Note Book. Es el cuadernito que voy a usar de ahora en adelante para mis notas no académicas. He decidido separar un contenido de los demás, de las notas teóricas, académicas, aburridas, sobre literatura y demás, tal vez para tener las cosas más claras. Y este cuadernito lo inauguré, con una historia de Francesco (un desconocido que no paraba de hablar en un italianglish acentuado). Nos contó que cuando niño, a los 12 años, lo mandaron a un boarding school en Inglaterra. Viajo solo desde Roma a Londres, se montó solo en un bus, cogió un taxi solo, el y su maletica, a los 12 años. En el internado los niños más grandes tenían permiso de castigar y regañar a los más pequeños. En la mesa los grandes se servían casi toda la comida, y Francesco quedaba con hambre por la noche y corría al baño a tomar agua para llenarse la panza. Le volteaban la cama, le lavaban el inodoro con el cepillo de dientes, le escondían la toalla para que tuviera que salir desnudo de la ducha a buscarla. Cuando no se despertó a tiempo un día, vino un profesor, agarró el colchon con él encima, y le dio la vuelta hasta dejarlo en el piso. Calladamente, todo esto. Salió después caminando orondo, sin musitar palabra alguna. Años después, cuando Francesc seguía en el boarding school (había decidido quedarse seis años ahí porque "I am not the type of person who would change course that easily") castigó a un niño recordando sus propios castigos. Lo dejó casi desnudo, parado frente a una ventana abierta, toda la noche.

Luego fui a un bar gay y me besé en demasía con una fémina a la cual acababa de conocer.
Me siento mal, no tengo a nadie ahora porque decidimos quedar en stand by con mi.novia.en Colombia mientas yo volvía; llevabamos tna solo un mes pero en el imaginario un año y juramos que no ibamos a estar con nadie más en mi ausencia.
Nunca había sentido tanta afinidad con alguien; como me dijo un extraño (por que a todos les hablo) en un tren italiano via a Venezia la semana pasada son amores contingentes, amores ausentes como el de Simone de Beauvoir y Sartre, como chopin y G. Sand.
Me decía él (muy convencido) que no necesariamente los amores con los que más has durado son los más intensos, los más pasionales.
Éste es entonces un amor contingente, solo un mes y ya sentía que la amaba, desde lo mas profundo de mi ser. Dijo que no podría con la distancia y eso me dejó aturdida por que quizá perdería ya lo que nisiquiera habia alcanzado a tener, perdería aquél amor contingente e intenso que me llenaba tanto.