Trabajan y viven en uno de los iconos de la homosexualidad y dicen ser víctimas de acoso laboral. Yolanda y Mercè, agentes de la Policía Local de Sitges, son lesbianas. Casadas desde hace tres años y con tres hijos, han denunciado que el jefe del cuerpo y el regidor de Seguretat no les dejan conciliar vida familiar y laboral.

Yolanda explica que sus problemas empezaron en 2007, con la incorporación de un nuevo jefe que las puso en grupos de trabajo y turnos diferentes. Por ello, no coincidieron en ningún festivo de 2008. La plantilla de la Policía Local de Sitges consta de 70 agentes, entre los que hay varias parejas heterosexuales que no han tenido problemas para conciliar trabajo y familia.

Las dos agentes intentaron que les restablecieran los turnos y pidieron explicaciones a su jefe. No lo lograron. «Se iba por las ramas. No nos justificó el cambio», se lamenta Yolanda, que lleva 24 años ejerciendo de policía local, primero en Badalona y después en Sitges. «Nunca me había encontrado con algo así», añade.

Además, poco antes del cambio de jefe, denunciaron a su antiguo superior que les había dejado en las taquillas notas homófobas. Éste trasladó el problema a su sucesor para que lo investigara. Aún no han obtenido respuesta.

Las agentes, que cuentan con el asesoramiento legal del Sindicat de Policies de Catalunya (SPC), denunciaron en junio su situación al alcalde de Sitges, que se comprometió a buscar una solución. A día de hoy, se encuentran igual que al principio. Por ese motivo han presentado una demanda ante el juzgado para solicitar que se les aplique la ley de conciliación laboral.