Las palabras de Benedicto XVI alentando a la discriminación y condena de las personas transexuales y homosexuales pueden tener desgraciadas consecuencias para un colectivo vulnerable en la mayoría de los Estados.

La Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) calificó hoy las declaraciones del papa Benedicto XVI como una falta de humanidad y respeto a la vida de todos los seres humanos. La Federación considera que con estas declaraciones el Papa ampara y promueve la violencia hacia miles de transexuales y homosexuales en todo el mundo. El máximo pontífice ha desenmascarado la peor transfobia y homofobia posibles tras darse cuenta hace menos de una semana que está perdiendo influencia: 66 países apostaron por la despenalización de la homosexualidad en el marco de Naciones Unidas. Sus palabras siguen siendo preocupantes, sin embargo, por su influencia en muchos otros Estados donde los derechos de la comunidad LGTB, e incluso la vida, están hoy más que nunca en peligro.

A juicio de la FELGTB el Vaticano y su máximo dirigente han sobrepasado el respeto a la dignidad humana, pues las personas transexuales merecen el mismo respeto, dignidad y consideración que cualquier otro ser humano. Poveda calificó de “cobardes e irresponsables” las palabras de Benedicto XVI “pues ataca y condena a uno de los sectores más vulnerables de cualquier sociedad, como es el caso de las personas transexuales, tal y como señalan diferentes estudios publicados por la Unión Europea y  el Consejo de Europa”.

La FELGTB lamenta profundamente que en tiempos de concordia, respeto y apoyo familiar como el que se produce en estas fechas, el Papa sólo traslada mensajes de violencia, discriminación y vulneración de los derechos fundamentales hacia transexuales y homosexuales. “Ha convertido a la iglesia en el becerro de oro de la intolerancia”, señaló Poveda.

Juan José Broch, Coordinador del área de asuntos religiosos de la FELGTB ha declarado “Como cristianos y cristianas, nos sentimos cada vez más avergonzados por la manipulación de Dios para la justificación del odio hacia las personas LGTB. No podemos seguir asumiendo estas barbaridades que no nacen de un sentimiento de comunidad, sino del desprecio emanado de la ideología neoconservadora que se quiere imponer por encima de cualquier ser humano. Condenamos firmemente esta postura fuera de cualquier planteamiento cristiano”.