El sacerdote Enrique de Castro asegura que "no hay nada escrito en el Evangelio que prohíba el matrimonio homosexual"
De Castro denuncia en su último libro "la manipulación que la Iglesia ha ejercido sobre el Evangelio"
El sacerdote Enrique de Castro (Madrid, 1943), licenciado en Filosofía y Teología y que lleva 35 años ejerciendo su labor pastoral en el madrileño barrio de Vallecas, aseguró que "no hay nada en el Evangelio que prohíba el matrimonio entre homosexuales" y rechazó "la idea de los sacerdotes que consideran contra natura las relaciones mantenidas entre personas del mismo sexo".
En declaraciones a Europa Press, De Castro señaló que en 'La fe y la estafa' (Ediciones Quilombo), último libro de la trilogía formada por '¿Hay que colgarlos?' y 'Dios es ateo', denuncia "la manipulación que la Iglesia ha ejercido sobre el mensaje evangélico". De este modo, expuso que "el ser humano debe recuperar la fe que esa parte del sacerdocio, institucionalizado y revestido de poder, le ha quitado".
El autor, que actualmente trabaja con jóvenes y amplios grupos de marginados en la parroquia del Pozo del Tío Raimundo, explicó que el libro, que se presentará el próximo 17 de enero en la Fundación Caballero Bonald, ofrece una "traducción política" del Evangelio, que "desmitifica la lectura evangélica aportada por la Iglesia desde que, a finales del siglo IV, se inmiscuyera en el poder".
A la Iglesia, según De Castro, "le ha ocurrido lo mismo que le ocurrió al movimiento obrero al crearse los sindicatos". Así, explicó que "las reivindicaciones obreras perdieron sus principios cuando los sindicatos, ya consolidados, acudieron al poder" y aseguró que "esa lección" la aprendió en los años 70, durante los cuales trabajó conjuntamente con comunistas, con izquierda socialista y libertarios, en Vallecas.
De este modo, el autor indicó que las tres publicaciones nacen de las vivencias acaecidas desde que abrió la parroquia a chavales de la calle. A este respecto, agregó que "en los años 80 llamaron a su puerta, pidiendo ayuda, jóvenes que habían caído en la trampa de la heroína, la cual, puesta en la calle por el poder, pretendía desestructurar sus cabezas, para que remitieran las reivindicaciones".
El libro, según De Castro, es "un grito desgarrado frente la mentira" que nace desde su propia experiencia no sólo como sacerdote, sino como "luchador contra la injusticia". En esta misma línea, matizó que el lector está ante una obra que, aunque "nada literaria", transmite un mensaje "muy importante".
"LA IGLESIA HA CAMBIADO EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA FE"
En cuanto a ese mensaje "importante", el autor destacó que "la Iglesia no sólo ha manipulado la información, sino que la ha ocultado y silenciado para cambiar el verdadero significado de la fe". En este sentido, explicó que "Jesús no luchó contra el poder para adquirirlo y ejercerlo, sino para ridiculizarlo".
Con respecto a las dos palabras "claves" del título del libro --Fe y estafa-- De Castro explicó que "Fe, refleja la necesidad que el ser humano tiene de recuperar las creencias que le han quitado los sacerdotes". Por el contrario, "la estafa representa la ocultación de todas aquellas contradicciones que hay en la Biblia y las cuales, el sacerdocio revestido de poder, ha interpretado en su propio beneficio".
Así, De Castro, que desde la coordinación de Barrios de madrid ha llevado a cabo múltiples denuncias y acciones comunicativas acerca de la realidad social de los niños y jóvenes con problemas, declaró a Europa Press que "es entrañable cuando el Papa se asoma al balcón del Vaticano y pide que se abran las puertas a los sintechos". Sin embargo, De Castro denunció que "lo que tendría que hacer el Papa es abrir él mismo las puertas del Vaticano, que es un palacio muy grande con cabida para muchos desamparados".
Por otra parte, el autor, que promueve la mezcla de religiones en su parroquia, señaló que "la tolerancia entre culturas se adquiere a través de la convivencia" e indicó que "las religiones no son las que separan a los hombres, sino que lo que realmente distancia a las distintas culturas son los poderes".
Finalmente, De Castro, que se mostró "optimista" ante las posibilidades existentes en España para encontrar alternativas sociales de progreso, aseguró que la "primogénita alternativa para conseguirlo es la solidaridad".
El sacerdote Enrique de Castro (Madrid, 1943), licenciado en Filosofía y Teología y que lleva 35 años ejerciendo su labor pastoral en el madrileño barrio de Vallecas, aseguró que "no hay nada en el Evangelio que prohíba el matrimonio entre homosexuales" y rechazó "la idea de los sacerdotes que consideran contra natura las relaciones mantenidas entre personas del mismo sexo".
En declaraciones a Europa Press, De Castro señaló que en 'La fe y la estafa' (Ediciones Quilombo), último libro de la trilogía formada por '¿Hay que colgarlos?' y 'Dios es ateo', denuncia "la manipulación que la Iglesia ha ejercido sobre el mensaje evangélico". De este modo, expuso que "el ser humano debe recuperar la fe que esa parte del sacerdocio, institucionalizado y revestido de poder, le ha quitado".
El autor, que actualmente trabaja con jóvenes y amplios grupos de marginados en la parroquia del Pozo del Tío Raimundo, explicó que el libro, que se presentará el próximo 17 de enero en la Fundación Caballero Bonald, ofrece una "traducción política" del Evangelio, que "desmitifica la lectura evangélica aportada por la Iglesia desde que, a finales del siglo IV, se inmiscuyera en el poder".
A la Iglesia, según De Castro, "le ha ocurrido lo mismo que le ocurrió al movimiento obrero al crearse los sindicatos". Así, explicó que "las reivindicaciones obreras perdieron sus principios cuando los sindicatos, ya consolidados, acudieron al poder" y aseguró que "esa lección" la aprendió en los años 70, durante los cuales trabajó conjuntamente con comunistas, con izquierda socialista y libertarios, en Vallecas.
De este modo, el autor indicó que las tres publicaciones nacen de las vivencias acaecidas desde que abrió la parroquia a chavales de la calle. A este respecto, agregó que "en los años 80 llamaron a su puerta, pidiendo ayuda, jóvenes que habían caído en la trampa de la heroína, la cual, puesta en la calle por el poder, pretendía desestructurar sus cabezas, para que remitieran las reivindicaciones".
El libro, según De Castro, es "un grito desgarrado frente la mentira" que nace desde su propia experiencia no sólo como sacerdote, sino como "luchador contra la injusticia". En esta misma línea, matizó que el lector está ante una obra que, aunque "nada literaria", transmite un mensaje "muy importante".
"LA IGLESIA HA CAMBIADO EL VERDADERO SIGNIFICADO DE LA FE"
En cuanto a ese mensaje "importante", el autor destacó que "la Iglesia no sólo ha manipulado la información, sino que la ha ocultado y silenciado para cambiar el verdadero significado de la fe". En este sentido, explicó que "Jesús no luchó contra el poder para adquirirlo y ejercerlo, sino para ridiculizarlo".
Con respecto a las dos palabras "claves" del título del libro --Fe y estafa-- De Castro explicó que "Fe, refleja la necesidad que el ser humano tiene de recuperar las creencias que le han quitado los sacerdotes". Por el contrario, "la estafa representa la ocultación de todas aquellas contradicciones que hay en la Biblia y las cuales, el sacerdocio revestido de poder, ha interpretado en su propio beneficio".
Así, De Castro, que desde la coordinación de Barrios de madrid ha llevado a cabo múltiples denuncias y acciones comunicativas acerca de la realidad social de los niños y jóvenes con problemas, declaró a Europa Press que "es entrañable cuando el Papa se asoma al balcón del Vaticano y pide que se abran las puertas a los sintechos". Sin embargo, De Castro denunció que "lo que tendría que hacer el Papa es abrir él mismo las puertas del Vaticano, que es un palacio muy grande con cabida para muchos desamparados".
Por otra parte, el autor, que promueve la mezcla de religiones en su parroquia, señaló que "la tolerancia entre culturas se adquiere a través de la convivencia" e indicó que "las religiones no son las que separan a los hombres, sino que lo que realmente distancia a las distintas culturas son los poderes".
Finalmente, De Castro, que se mostró "optimista" ante las posibilidades existentes en España para encontrar alternativas sociales de progreso, aseguró que la "primogénita alternativa para conseguirlo es la solidaridad".
Comentarios
bert
15 de January de 2005 a las 19:32
mali228
13 de January de 2005 a las 01:36
helen
12 de January de 2005 a las 22:20
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