El tema "gay" arrasa en la televisión
Dos hombres están en el salón de una casa y uno de ellos, casi
desesperado, insiste en que el otro debe aclarar su sexualidad.Éste, sin
titubear un momento, le contesta que tiene ganas de hacer el amor con
él. Los dos hombres se besan.
Esta situación entre Mauri y Diego, la pareja homosexual en Aquí no hay quien viva, fue vista la noche del pasado miércoles por cerca de ocho millones de espectadores, casi el 43% de la audiencia.
No se trata de una imagen inédita en televisión. Otras series de éxito
como Hospital Central, Siete vidas, Los 80 o Urgencias han colado en sus
guiones relaciones entre personas de igual sexo. Está aumentando la
presencia de gays y lesbianas en las series de televisión y también su
protagonismo. «Por supuesto que están aumentando las intervenciones de
personajes que tratan el tema con frescura y sin dramatismo», ratifica
Boti García Rodrigo, ex-presidenta del Colectivo de Gays y Lesbianas de
Madrid (COGAM) y Vocal de la Comisión Permanente de la Federación
Estatal de Lesbianas, Gays y Transexuales.
Luis Merlo, que a pesar del éxito en televisión es un actor de teatro,
interpreta a Mauri en Aquí no hay quien viva, un joven y tierno
periodista gay de 31 años, inestable, cariñoso e hipocondríaco que vive
en un edificio con unos vecinos algo peculiares. Desde septiembre del
año pasado le vemos cada miércoles metido en la piel de Mauri intentando
encontrar una pareja dispuesta a vivir su noviazgo con naturalidad, pero
no lo consigue. «Mauri es una persona que está deseando llegar a un
sitio para poder irse de él y llegar a otro para volver a marcharse. No
se si está preparado para encontrar el verdadero amor», declara a
CRONICA sobre su personaje.
Según Merlo, hijo de los actores Carlos Larrañaga y María Luisa Merlo y
miembro de una de las sagas más importantes del teatro español, su papel
de homosexual refleja la normalidad. «Siempre ha existido gente que
opinaba de distinta manera, también sobre la sexualidad. Cuando nací
vivía Franco, pero me crié en una sociedad absolutamente progresista, la
del teatro. El conflicto de la homosexualidad, el de la madre soltera o
la mujer independiente ya se vivía desde la más absoluta normalidad. Lo
que se vivía en la otra sociedad, la del mundo real, si estaba bien o
mal visto, a nosotros nos daba igual».
-¿Un beso entre Mauri y Diego aumenta la audiencia?
-Espero que no, que lo que aumente la audiencia sea que el trabajo esté
bien hecho, nada más.
Mientras ellos interpretan sus papeles y logran enganchar al público,
como lo hacen los actores de Aquí no hay quien viva, que ya va por su
tercera temporada, están colaborando a que una parte de los
telespectadores deje de ver la homosexualidad con reticencia.
«Aunque cada día menos, aún estamos en una sociedad represora y debemos
normalizar cuanto se pueda». Pero no es éste el fin de la serie,
«supongo que a quien escribe los guiones se le ocurre que esta es una
buena situación dramatúrgicamente hablando. Tampoco es mi función cuando
interpreto a Mauri. Sí es cierto que hemos recibido cartas de directores
de colegios y asociaciones de alumnos dándonos las gracias por la
normalización de algo que para una minoría todavía puede ser tabú, y
digo minoría porque nadie por la calle me habla de la sexualidad de
Mauri, me hablan de su ternura».
Boti García ve en Mauri a un tipo corriente y natural en el que los
homosexuales se pueden ver reflejados. Ella prefiere hacer una lectura
positiva del tirón de las relaciones entre personas del mismo sexo en
las series de televisión: «Claro que existe, y bienvenido sea ese tirón
siempre y cuando se trate el tema con naturalidad y se incluya a las
lesbianas, que en ocasiones se olvidan injustamente. Esto ocurre porque,
además de ser homosexuales, son también mujeres. No tiene importancia si
la homosexualidad aumenta la audiencia, la gente tiene que ver que
existimos».
-¿Las relaciones entre personas del mismo sexo en la tele dan morbo?
-Desearía que no, los telespectadores deben verlo con naturalidad.
Con o sin morbo, en un país donde hay 2.400.000 homosexuales de entre 18
y 65 años según Arcoiris Estrategia, el tirón homo existe. Antena 3
comienza este mes la producción de Queer eye for the straight guy, algo
así como «Un ojo gay para un heterosexual», un programa que se emitirá
en 2005 donde cinco homosexuales expertos en diferentes especialidades
asesorarán a un hombre hetero que decide cambiar de imagen y de estilo
de vida, y cuyo formato ha sido exportado a unos 30 países.
La catedrática de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid,
Inés Alberdi, reitera la necesidad de aproximarse a este tema con
naturalidad. En su opinión, el papel de los medios está siendo clave
para acabar con una idea arcaica sobre la homosexualidad.Sin embargo, y
a pesar de no ser seguidora de la serie, cree que ubicar a los
homosexuales en entornos demasiado peculiares, como en el que podría
encontrarse Mauri, no es lo más recomendable, «relacionarlos con
situaciones poco frecuentes puede llevar a que los telespectadores les
tomen por bichos raros». Recordemos que Mauri vive con una lesbiana a
quien ha cedido su semen para quedarse embarazada como madre soltera y
ha iniciado una relación con un hombre casado.
Merlo habría preferido ser escritor, pero como actor no le ha ido mal.
Ha sido reconocido como «actor de calidad» por la Asociación Española de
Amigos de los Teatros (AMITE) al concederle el II Premio Luis Parreño a
la Calidad en el Teatro, algo que él interpreta como una confirmación de
que va por buen camino. «Pero cuando realmente se consigue el premio en
el teatro es al tener continuidad, y yo la tengo». Magnífico también en
su papel de gay. ¿Pura interpretación?
Comentarios
shilluk
14 de November de 2004 a las 14:36
wee_ko
11 de November de 2004 a las 20:21
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