Entrevista con Alice Wu, la directora de Guardando las apariencias (Saving Face)
Gracias a Alice Wu, ser una lesbiana asiático-americana se ha convertido en algo más hot, o al menos eso le ha dicho más de una fan. Desde el estreno de Saving Face en el Festival de Cine de Toronto el año pasado, la directora Alice Wu ha descubierto que el amor no tiene fronteras, y según ella hay algo para cada persona en su historia de amor asiático-americana. Saving Face salía en DVD el 18 de octubre y, afortunadamente para las que no nos cansamos de las heroínas asiáticas de Wu, el DVD está repleto de extras, incluyendo un diario del Festival de Cine de Sundance. El lanzamiento de la primera película de Wu en DVD sin duda va a enamorar a quienes no han podido ver Saving Face en los cines, y a quienes tuvimos ocasión de verla, nos dará sin duda la oportunidad de volver a enamorarnos una y otra vez.
Ahora que Saving Face sale en DVD, me preguntaba si podrías hablarme un poco de la experiencia de tu primer estreno cinematográfico.
Fue interesante para mí porque es mi primera película, así que en realidad fue la primera vez que pasé por ello. Y con esta película, en particular, debido a que es tan personal… El argumento es completamente de ficción, pero emocionalmente es muy real, y ciertamente, siendo una lesbiana asiático-americana, te paras a pensarlo y da un poco de miedo el pensar en estar frente a cientos de personas que ven una película cuando parece que es tu propia fiesta de salida del armario.
Al menos en mi caso, yo no pensé que nadie fuera a ver esto nunca. Sabes, esto es algo que yo escribí muy personalmente, una especie de… carta de amor a mi madre. Hasta que estuve por primera vez en Toronto, hace un año, no fui plenamente consciente de que mucha gente a la que no conocía iba a ver mi película. Y lo que me asombra es lo bien recibida que fue en el sentido de que… supongo que secretamente siempre creí que no importa quién seas… no importa tu raza, si eres asiática o blanca o negra, o si eres gay o eres hetero… básicamente, creo que la gente quiere las mismas cosas en la vida.
Quiero decir que pienso que queremos un trabajo que nos satisfaga y personas a las que les importemos y un sentimiento de comunidad, y queremos enamorarnos. Hay algo muy gratificante en observar a un público que principalmente está compuesto por gente caucásica heterosexual acogiendo la película. Mucha gente se acercó a mí después diciendo: “Vine pensando que iba a ver una película china, o una película lésbica, y después de 10 ó 15 minutos se me había olvidado completamente que la película era china o que era gay. Simplemente se habían convertido en personajes que me importaban, y empecé a sentirme relacionado con ellos.”
Fue fantástico para mí porque, de un modo extraño, esto me hizo sentir que no estaba tan sola. Quiero decir que pienso que en algún nivel, me imagino que si eres –ciertamente si eres gay- y además eres un artista de algún tipo, me imagino que creces pensando en secreto que quizás eres una persona rara, un freak. Hay algo muy gratificante en ver personas diferentes riéndose de los mismos chistes. No experimenté una diferencia entre un público gay y un público hetero, o un público asiático, viendo la película. Todos se rieron y lloraron en los mismos momentos. Esto establece algo que realmente suponía un gran reto para mí.
Mientras hacías Saving Face, ¿te diste cuenta de que estabas haciendo algo tan innovador?
Para ser sincera, no me di cuenta de ello hasta Sundance, cuando una entrevistadora me preguntó: “¿Se da cuenta de que ésta es probablemente la primera película lésbica asiático-americana?” Y yo no me había dado cuenta hasta que ella me lo dijo. Pensé en ello y me dije: “Vaya. Creo que tiene razón.” Y entonces dijo: “Y usted es probablemente la primera directora asiático-americana públicamente lesbiana”, algo en lo que yo tampoco había pensado, y contesté: “¿De veras?”
Tiene gracia porque por una parte, la película es muy específica, así que en ese sentido estoy obviamente muy orgullosa de ser asiático-americana y de ser lesbiana. Pero además no me siento como si hubiera hecho una película puramente lésbica y asiático-americana. En realidad no soy una directora nerviosa, siempre prefiero ser algo así como silenciosamente subversiva. Adoro la idea de atraer a la gente a lo que piensan que va a ser una película lésbica asiático-americana, pero que después se sientan realmente identificados con esos personajes. Creo que el mejor modo de explicar esto es que si alguna vez has visto cómo le rompían el corazón a alguien, no importa mucho si eres gay o eres hetero, asiático o no asiático. Si alguna vez te han roto el corazón, es muy difícil no sentir algo hacia esa persona.
Saving Face no sólo trata de relaciones románticas entre mujeres, sino que también tiene mucho que ver con las relaciones familiares entre mujeres. ¿Eras consciente de esto mientras escribías la película?
Tanto como una película asiático-americana o una película lésbica, es también en gran parte una película madre-hija. Me refiero a que creo que en realidad hay tres historias de amor: está la historia de amor de la hija, está la historia secreta de amor de la madre, pero también está la historia de amor entre la madre y la hija, y ésa es la que yo creo que tiene más importancia. Me parece que es una de las cosas que te llegan, más allá de tu sexualidad o tu raza.
Muchas de las personas con las que he hablado de Saving Face son lesbianas y asiático-americanas, y he descubierto que está muy relacionada con una cuestión de visibilidad para nosotras. Se trata de ver finalmente validada nuestra identidad asiática y homosexual, algo que nunca ha ocurrido antes. ¿Has experimentado una reacción similar, específica de las lesbianas asiático-americanas?
Tienes toda la razón. He ido a muchas sesiones de Preguntas y Respuestas después de las proyecciones de la película, y es casi inevitable que al final de cada pase, se me acerque gente para hablar conmigo. Muy a menudo hay algunas lesbianas asiático-americanas. Suele ocurrir, prácticamente en cada pase, que me pregunten acerca de contárselo a sus padres, y dicen: “Aún no lo he hecho, o no sé cómo hacerlo”. Es increíblemente conmovedor para mí, la verdad.
Tiene gracia porque yo no soy para nada una experta. Quiero decir que yo se lo he dicho a mi familia, pero… yo sólo he hecho esta película. Mis actores siempre leen los blogs y me reenvían los comentarios, y hay una enorme cantidad de entradas en blogs de gente que dice que después de ver la película, han decidido salir del armario con sus padres. Había una increíble entrada en un blog que me envió alguien, que decía algo parecido a que después de ver la película había decidido salir del armario consigo misma. Y eso me conmocionó porque, nuevamente –en mi caso-, yo escribo estas cosas para mí misma, pero tu esperanza secreta es que alguien más saque algo de ellas. Pero esto te hace sentir muy humilde, porque la película es mucho más grande que tú, ¿sabes? He puesto mucho corazón en esta película, y creo que eso se nota. A veces pienso que es eso lo que el público siente.
Saving Face fue tu primera película. ¿Y ahora qué?
Oh, es una gran pregunta. Tenía 28 años cuando empecé a pensar en hacer películas, y ahora tengo 35. Y la verdad es que espero seguir haciendo películas porque no me di cuenta de cómo me gustaba hasta que hice ésta.
Sabes, es gracioso. La verdad es que no hay ningún camino establecido para los artistas. Todo el mundo va a obtener consejo. Ha sido genial para mí hablar con directores a los que respeto de veras o con otras personas del negocio. Definitivamente parece haber oportunidades para mí, pero nunca sabes de qué te vas a enamorar después… Esto te exige mucho. Escribir y dirigir te exige mucho, en un buen sentido, pero realmente tienes que amar la historia, porque de otro modo no merece la pena.
Hay un par de cosas que estoy escribiendo, y hay algunas otras cosas por ahí… veremos qué tal van. Estoy muy esperanzada con respecto a cómo pueden evolucionar las cosas ahora, pero también estoy bastante asombrada de que esta película se hiciera finalmente. Me encantaría tener otra experiencia como ésta. Sabes, el 95 por ciento de los últimos cinco años me los he pasado pensando que esto nunca iba a ocurrir. Ha sido principalmente un ejercicio de frustración, pero el 5 por ciento en el que me veía progresar de algún modo, o veía que sucedían cosas, ha sido simplemente sublime.
También viene mucha gente al final de las proyecciones a preguntarme acerca de mis comienzos en el mundo del cine. Es evidente que tienen historias que se mueren por contar, y siempre me encanta hablarles de ello porque creo que vale la pena. De algún modo espero que la gente piense “Vaya, Alice Wu no fue a una escuela de cine, y de algún modo ha conseguido dedicarse a esto y quizá eso me da una oportunidad para intentarlo también.”
Estoy segura de que mucha gente que no nació con una cámara bajo el brazo ha leído sobre ti y se ha dado cuenta de que es posible hacer cosas como éstas cuando no tienes 21 años, cosa que creo que siempre es positiva para los artistas de cualquier edad.
La verdad es que pienso que en el cine, especialmente, cuanto más mayor eres mejor, porque tienes más experiencias. Pero también se reduce todo a amar tu historia, porque ya sabes cómo quieres componer tus escenas. Es algo extraño, pero si amas sinceramente tu historia, ya tienes las respuestas a todas esas preguntas. Lo creo sinceramente. Alguien dijo algo sobre el bloqueo del escritor, y cuando eso ocurre, yo pienso que en esos momentos lo que te pasa no es que estés falto de talento, es sólo que en ese momento has olvidado qué es lo que quieres decir, pero si recuperas el conocimiento de lo que quieres contar, el resto viene solo.
Aprecio que hayas hablado con nosotros sobre Saving Face. Me parece que a veces, cuando una película se estrena en el circuito de festivales, puede no conseguir tanta publicidad como merece, pero sospecho que con el revuelo que hay montado alrededor de Saving Face, va a tener una acogida espléndida en DVD.
Eso espero. Muchas gracias por vuestro tiempo y vuestro apoyo. Realmente me ha encantado ver esta película pasar por el estreno en cines, y siento mucha curiosidad por ver qué ocurrirá ahora. Les haremos creer en el amor, y no sé en qué más.
Otra cosa divertida que he escuchado a la gente decir es que como resultado de ver esta película, se sienten realmente atraídos por las lesbianas asiáticas.
Asombroso. Así que la vida social de las lesbianas asiático-americanas de todo el mundo va a mejorar mucho gracias a Alice Wu.
Esa es la meta definitiva, en realidad.
Comentarios
jaia
31 de January de 2006 a las 07:22
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