De renacer, de llegar.
De volver, para quedarse.
De quedarme con la mansa
atmósfera etérea que me
envuelve para ayudarme
a golpear este frío que se ha
mudado a mis ojos.
A estos ojos que un día no
necesitaron cristales manipulados
para ver amanecer.
De amanecer para vivir en la
primera luz, con la primera luz.
Es hora, es hora...

zure

13/01/2010