La defensora de las libertades civiles de América (ACLU) ha admitido una denuncia interpuesta por los estudiantes gays y lesbianas de un instituto de Los Ángeles ante el acoso constante al que se ven sometidos por parte de miembros del personal del instituto.

El instituto, según se lee en la denuncia, ha permitido un clima de hostilidad hacia los estudiantes homosexuales, mientras los administradores cierran los ojos y en ocasiones incluso participan en el acoso que sufren los alumnos.

Un chico de 17 años contaba el jueves en las oficinas de la ACLU que los estudiantes homosexuales eran tratados "como criminales" por el personal del instituto, y relataban el acoso y el castigo al que se había visto sometido uno de los alumnos por besar a otro chico. Al parecer, una de las cámaras de seguridad grabó el beso, y el oficial de seguridad reprodujo el vídeo varias veces para otros trabajadores del campus, mientras se reían y hacían comentarios. Otra alumna, también de 17 años, declara que un profesor escribió una carta a sus padres "sacándola del armario", lo que supone una clara invasión de su intimidad.

Además, la ACLU está defendiendo a un estudiante de un instituto de Missouri, Brad Mathewson, que fue expulsado dos veces este mes por llevar camisetas con mensajes de orgullo gay. Brad dice que "aunque nadie se quejó de mis camisetas, el personal del instituto me dijo que no podía llevarlas porque alguien podría sentirse ofendido". La ACLU considera que esta acción es discriminatoria y que llevar esas camisetas no violaba el código de conducta del colegio. Jolie Justus, portavoz de la ACLU, afirmaba que "este instituto permite expresar libremente las opiniones sobre los derechos de gays y lesbianas, pero sólo si se encuentran en el lado anti-homosexuales del tema", haciendo referencia a las pegatinas en favor de la enmienda constitucional para prohibir los matrimonios homosexuales que se encuentran por los pasillos y el aparcamiento del instituto, y que ha sido desestimada recientemente.

El representante legal del distrito escolar donde se encuentra el instituto denunciado de Los Ángeles, Kevin Reed, niega que hayan existido esos comportamientos que se detallan en la denuncia, y manifiesta su "gran decepción ante la decisión de la ACLU de dar validez a esta acusación". Según Reed, los escolares gays, lesbianas, bisexuales y transexuales de Los Ángeles disfrutan de un ambiente estudiantil seguro desde la aprobación de las medidas anti-discriminatorias de 1985.