Este, a mi modo de ver, es el gran tema de este siglo XXI; la gran batalla que hay que librar (si es que gente como Bush y compañía nos permiten, claro).

El problema radica en la estrechez de ideas que, aunque sea difícil de creer, aún conservan los padres de hoy en día, o la mayoría; no me refiero a padres ya "maduros" (de 50 en adelante). Me refiero a los padres jóvenes, que deberían inclulcar los principios de libertad y tolerancia, pero que siguen regalando muñecas a las niñas y balones de fútbol a los niños.

Yo soy profesora; imparto clases de música (o al menos impartía hasta que empecé a mostrarme tal y como soy, y entonces resultó que no estaba ejerciendo mi labor "adecuadamente"). Cuando organizaba las actuaciones de navidad, fin de curso... había padres de estos snobs, que venía a quejarse. Claro, en una clase tenía 11 niñas y 8 niños; antes de que las niñas se sintieran mal porque bailaba solas, las ponía juntas. El día de la actuación, caras largas porque "mi hija sobraba y entonces la ha puesto a bailar con otra niña". Y la niña... ¡Feliz porque había bailado en primera fila, con todos sus compañeros!

A lo que voy: los niños, en estas edades de Primaria, son puros en el sentido mñas estricto de la palabra; es más, si a Mónica la pones a bailar con Sandra, que es su mejor amiga, va a disfrutar doblemente. El corazón de los niños lo vamos intoxicando los mayores; en todos los sentidos.

Los niños que cuidaba por la tarde, a los que les ayudaba a hacer los deberes... conocían a mi novia. Ni siquiera se soprendieron el día que me presenté con ella; tenían tres, cuatro y seis años respectivamente. La mayor estaba encantada porque a mi novia, eso de pintarse las uñas, ponerse colorete...la encanta; y la niña se lo pasaba pipa poniéndose todos los accesorios de la Barbie. El niño se hacía más a mí (yo soy más borrica, me va lo del futbol), pero le gustaba ver los Power Rangers acurrucado entre las dos. La pequeña... bueno Sofía e sun tema aparte, es para escribir un monográfico. Como dice su madre, va a ser de las de ponerse piercing, hacer puenting y probralo todo.


En fin, espero no haberos aburrido; cuando me pongo filosófica no hay quien me pare, pero creo que la realidad es esta, pura y dura. Cuando mis tres joyitas sean papás, entonces a lo mejor, no hará falta plantearse si los homosexuales entramos o no en el Sistema Educativo.


PD: Normalmente no soy tan pesimista; no quiero asustar a nadie. ¡Quiero amigas!!!!!!!