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la autoestima

selenna
    selenna

                                              LA  AUTOESTIMA

     

         “Las personas somos como actores que

    actúan para los demás, pero actúan de forma

    muy diferente cuando están en el escenario que

    cuando lo hacen entre bastidores.”

                         ERVING GOFFMAN

         La presentación de uno mismo en el día a día, 1959

     

     

         El concepto de uno mismo, a pesar de ser algo fundamentalmente privado, lo presentamos en el abierto escenario social a través de nuestra apariencia física, nuestras expresiones, nuestras actitudes y nuestros comportamientos. Todos tratamos de mostrar una determinada identidad pública porque esta nos ayuda a mantener y reafirmar nuestra identidad privada o la imagen que hemos elaborado de nosotros mismos. Para vernos como la persona que queremos ser es imprescindible que nuestras actuaciones ante los demás sean consecuentes, que nuestro perfil público sea coherente con nuestro concepto privado. La idea subjetiva de uno mismo necesita ser apoyada por la imagen que proyectamos. De ahí la importancia  de regular nuestra presencia.

         Es posible que se haya crecido en una familia  ¬ cada día más frecuentes ¬ en las que los padres insisten en que no debemos preocuparnos de lo que piensen los demás. Pese a estas recomendaciones, la verdad es que desde muy pequeños nos damos cuenta de que la opinión que los demás se forjan de nosotros pesa mucho, tiene consecuencias.

         Casi todas las personas piensan de vez en cuando sobre la impresión que crean en los demás y no pocas viven casi obsesionadas con su apariencia. Por esto, se comportan de la manera que, a su entender, es la mejor para causar la impresión particular que desean en quienes las observan. Esto se nota en la escuela, en el trabajo, en las relaciones familiares, de amistad y en las relaciones amorosas. Gran parte de nuestra vida depende, de alguna manera, de cómo seamos juzgados por los demás.

         No hace falta estudiar psicología  para darse cuenta de que la mayoría de la gente moldea o colorea su personalidad delante de otros más o menos conscientemente. Unas veces buscan reafirmar su propia imagen; otras, mejorarla; a menudo tratan de facilitar la comunicación, o la buena “química” con sus interlocutores. Pero en las múltiples representaciones sociales a las que nos obliga la vida encontramos también personas que intentan dar una imagen de sí mismas que se parece muy poco a la verdadera. A menudo, su objetivo es ocultar algún rasgo que consideran negativo, aunque, a veces, simplemente buscan conseguir que los demás respondan como a ellas les interesa.

         La forma de presentarnos ante los demás está también influenciada por nuestra necesidad de mantener un nivel aceptable de autoestima y de sentirnos bien con nosotros mismos. Exhibir nuestros aspectos atractivos ayuda a obtener la aprobación de los demás, lo que a su vez incrementa nuestra autovaloración. Es razonable deducir que si queremos proteger nuestro concepto positivo de nosotros mismos tiene sentido que nos esforcemos en presentar una apariencia favorable.

         Aunque casi todos deseamos proyectar la imagen que se aproxime lo más posible a nuestro ideal, lo más fácil es presentar una apariencia que sea congruente con el concepto de nosotros mismos.

    selenna

    ding
      ding

      Selenna, un saludo... {#wavey.gif}

      Esta es sólo una modesta reflexión personal que me gustaría compartir con vosotras acerca de la autoestima y la valoración que los demás hacen de nosotros; tema que me parece muy interesante.

      Me parece cierto. No podemos vivir prescindiendo de la opinión que las otras personas tienen de nosotros. Ya de pequeños, nos miramos en los ojos de los demás para ir aprendiendo quiénes somos; de mayores, aunque lleguemos a conocernos a nosotros mismos, seguimos dependiendo de la valoración exterior.

      Pues, sí.  En el trabajo, en nuestras relaciones personales o en simples interacciones accidentales, los demás nos valoran. Todos obtenemos valoraciones positivas y negativas. Las primeras nos ayudan a querernos, mientras que las segundas, dependiendo de la cantidad y de quiénes vengan, pueden incluso llegar a hundirnos.

      En el momento de dolor que produce el haberse sabido comparado y devaluado frente a otras personas, quizás más listas, más guapas, más interesantes... o más lo-que-sea que nosotros, podemos decirnos para sacar fuerza: "Mi opinión sobre mí misma es la que importa. Lo que piensen los demás no me afecta."

      Sin embargo, esto es falso, sin duda, porque todos debemos pasar exámenes continuamente. Para que se cumplan muchos de nuestros sueños y proyectos hay alguien que nos tiene que ELEGIR (en las relaciones personales, en el trabajo...). Entonces es cuando nos planteamos qué es lo que se nos exige para "aprobar"; qué hay de nosotros que debamos desechar y qué podemos mejorar o cambiar.

      Si la persona que somos no es, en general, atractiva para los demás, podemos ensalzar los que creemos que son nuestros rasgos positivos, como se hace con el maquillaje; podemos ponernos una máscara, cercana o totalmente distinta a la persona que somos... Cada cual ideará su estrategia, dependiendo de sus principios y de los objetivos que pretenda alcanzar.

      En mi caso, hace bastante tiempo que no uso ni maquillaje ni máscara. Muy bien no me va, porque no hay rasgos en mi persona que sean lo suficientemente atractivos o "competentes" para pasar con éxito los juicios que a mí me incumben. No es una afirmación gratuita ni victimista, sino algo constatado en un largo período de años, hilando un fracaso tras otro.

      Muchas veces me siento desolada cuando miro alrededor. Ya no digo que no importa la opinión de los demás. IMPORTA. Digo que si importa... Sin embargo, la única persona que estará siempre conmigo soy yo... y mi opinión también importa. Con el tiempo he aprendido a escucharla del mismo modo que a las otras.

      Habrá alguien que me diga que no estoy preparada para un trabajo; entonces yo me diré que me esforcé con entrega y honestidad.

      Habrá quien me diga que no soy ni de lejos la compañera o pareja ideal; entonces me diré que he intentado amar con todo mi corazón y que he dado lo que pensaba que era lo mejor que tenía.

      Habrá quien me diga que soy aburrida, corta de entendederas, poco interesante, deprimente, absurda... y un largo etcétera; yo me diré que soy íntegra y me felicitaré por mantener y defender mis valores cada día.

      Los que nos ven de una forma más "real", más cercana a como somos en realidad, somos nosotros mismos y, en ocasiones, las personas con las que más hemos vivido. La opinión del resto es a veces una lotería.

      Concluyo con lo que me dijo alguien una vez: La actitud de los demás hacia nosotros es siempre una invitación. Somos nosotros los que decidimos si aceptarla o no.

      mlaatcaail
        mlaatcaail

        Madre mía, cuanto de profundo hay en estos textos. Os felicito a las dos por saber transmitir vuestros pensamientos o sentimientos tan bien. Da gusto leeros. Un abrazo

        Desconocida
          Desconocida
          stabatmater
            stabatmater

            Totalmente de acuerdo con Selenna, ding y Toscana. Y me sumo a lo dicho por mlaatcaail, da gusto leeros, admiro vuestra forma de expresaros.

            Abrazos y besos a todas

            selenna
              selenna

              Hola a todas. Estoy de acuerdo contigo, Toscana, quizá el texto esté un poco "despersonalizado", y al fin yal cabo todos juzgamos en algún momento de nuestra vida. Pero rectificar es de sabios, (dicen)  no estoy muy segura de ello. Pero, no me negarás, que las mujeres en esto de la autoestima estamos peor "tratadas", me explico: se nos exige mucho más que a los hombres en cualquier ámbito de la vida, tenemos que ser perfectas en todo, para intentar conseguir pareja, un puesto de trabajo, etc., se nos exige un determinado "físico" y si no estamos dentro de los cánones las dificultades son mayores. Esto creo que es un dato objetivo, tenemos que luchar más, por lo mismo, y eso termina minando nuestra autoestima. El tinglado se lo tienen muy bien montado desde hace miles de años lo que han tenido y tienen el poder. No nos podemos permitir un momento de "descanso", siempre tenemos que estar en la brecha, luchando por conseguir más derechos, y además, por no perder los pocos que tenemos. En fin, ¡seguiremos luchando! ¡qué remedio!

              so35
                so35

                Que tema espinoso, coincido mucho en vuestros dichos, yo soy una convencida que nuestro exterior refleja inevitablemente nuestro interior. Aun asi particularmente siempre me priorizo, me compro  el perfume que a mi me gusta , me visto como a mi me gusta , veo o leo lo q a mi me gusta, evito pensar esto no lo usare por los demas o usare el perfume q le gusta a xxx aunque a mi no. Que significa...tenemos q aprender a querernos a nosotras por sobre todo, si no lo hacemos no tenemos q ofrecer a los otros, si me veo fea me veran fea, si me siento radianteme veran de esa manera, chicas aprendamos a mostrar nuestro interior, dicen q los ojos son el espejo del alma, creo q es cierto. Debemos querernos como somos lindas,feas ,gordas , flacas, altas, bajas,cultas o no tanto pensar q dentro nuestro hay mucho hay q buscarlo y no estaremos solas besotes!!

                Desconocida
                  Desconocida

                  Mis lemas favoritos son y eso que no quería opinar pero es que no sería yo :

                  _ Lo que a mi me funciona ; no tiene porque funcionarte a ti..nadie tiene pues el deber de seguir nuestro ejemplo, cada uno merece el esfuerzo      de encontrar su manera de sentirse bien.

                  _ Es mejor predicar con el ejemplo ...que teorizar en demasía.

                  _ El último y ,para mi el mejor, es mejor que nos apliquemos el cuento muchos de nosotros.

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