El diario conservador "La Razón" que presume de haber sido elegido por el Vaticano para obsequiar todos los domingos a sus lectores con la edición semanal en español del periódico de la "Santa Sede", «L'Osservatore Romano», apunta hoy Viernes 14 de Mayo en su portada hacia los sindicatos.

Desde que el pasado Miércoles Zapatero anunciase su plan para reducir el déficit, que incluía una bajada de salario de los miembros del Gobierno, han seguido el ejemplo desde el Congreso de los Diputados en pleno, hasta la Casa Real. En el país donde hasta el Rey se ha bajado el sueldo, hay una importante institución que permanece en silencio: la Iglesia católica apostólica romana.

La Iglesia recibe cada año en total, entre Administraciónes Central y Autonómicas, ingresos tributarios, partidas presupuestarias a los conciertos educativos, sanitarios y sociales, conservación de patrimonio, y exención de pagar impuestos como el IVA (esto último algo tan inédito que ha sido denunciado por la Unión Europea), un total de 5000 millones de euros.

Siendo generosos y contando solo la parte que no afecta a fines educativos, sociales, y de conservación de patrimonio (que podrían ser asumidos perfectamente por el Estado y además crearían puestos de empleo), las arcas públicas podrían ahorrarse el sueldo de los profesores de religión, la asignación vía IRPF, y la exención del pago de IVA e IRPF. También de patrocinar actos de lujo como la visita de Ratzinger a Madrid en 2011 que costará 50 millones de euros, la mitad pagados directamente por el contribuyente.

Aplicando la ecuación del diario La Razón:

Si 220 millones de ? evitan congelar 1 millón de pensiones,

1600 millones de euros evitan congelar X pensiones.
X= 7,2 millones de pensiones

Si no es necesario tanto ahorro, ¿qué tal sustituir a los curas que dan clase de religión en la escuela pública por profesores que den clases de Historia de la Economía una hora a la semana?

Como dicen que para no repetir errores hay que conocerlos, a las futuras generaciones no les vendría nada mal saber qué efectos provoca una burbuja inmobiliaria.