La educación de las hadas
Nicolás encuentra a la mujer de su vida y al hijo que él no ha tenido, pero que ansía tener, de un solo golpe, una mañana, en el avión que los lleva de Alicante a Barcelona. Él es inventor de juguetes. Ella, Ingrid, viuda reciente de un capitán de aviación muerto en Iraq, es una ornitóloga que estudia en Cataluña el paso de las palomas torcaces. Raúl tiene ocho años y es un fantaseador de primer orden. A partir de este encuentro, la historia de amor a tres será perfecta hasta que repentinamente Ingrid decide que todo se ha acabado. ¿Por qué? No hay quien entienda sus razones: nunca serán más felices de lo que lo han sido hasta ese momento...
Nicolás se desespera: ya tomarán una decisión cuando todo vaya mal, pero no ahora, que todo va bien. Ingrid se muestra inflexible, lo destierra del dormitorio. ¿Tiene un amante? En el colmo de su depresión, Nicolás está dispuesto a compartirla. Ingrid considera que semejante propuesta es un disparate. Y aparece Sezar, una joven argelina de origen iraquí, que, estudiante de francés de paso hacia la Sorbona, si tiene la suerte de conseguir una beca, trabaja hasta que llegue ese momento como cajera en el supermercado del pueblo donde viven Ingrid y Nicolás. Nicolás se fija en ella.
Mientras Sezar es asediada por un jefe de servicio que la quiere en su colección de conquistas entre las chicas a sus órdenes, y por los amigos de su novio, que la vigilan mañana, tarde y noche, para que le sea fiel el tiempo que él permanece en la cárcel por mercadeo de hachís. Raúl, el niño, se ve envuelto en el cruce de sentimientos que se produce en tales circunstancias y Luisa, la mujer que ha servido durante tres generaciones a la familia de Nicolás, actuará como confidente de éste y como un apoyo de raíces tan vivas y tan sentidas como poco claras.
Ficha Artística
Ricardo Darín: Nicolás
Irène Jacob: Ingrid
Glòria Roig: Luisa
Víctor Valdivia: Raúl
Bebe: Sezar
Dirección: José Luis Cuerda
Género: Drama
Comentarios
bert
5 de July de 2006 a las 11:29
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