Patricia Mercado criticó ayer la propuesta de Andrés Manuel López Obrador para realizar una consulta respecto a la iniciativa de ley de Sociedades de Convivencia y calificó como “un error” preguntar a la población si los homosexuales y lesbianas deben gozar de los mismos derechos que cualquier otra persona. “¿En qué cabeza cabe, por ejemplo, usar una consulta popular para ver si damos o no derechos a los indígenas? Es el mismo caso, eso no se pregunta y me parece lamentable que un gobierno que se dice de izquierda pretenda congelar una iniciativa justa”, expresó. Entrevistada vía telefónica, Mercado auguró que no es necesario llevar a la práctica la recomendación de López Obrador, pues si se trata de conocer la opinión de la gente, de antemano se conoce el resultado: “la mayoría se opondría a la aprobación de la ley, es fácil adivinarlo, sobre todo por las características de la sociedad capitalina”. —Dicen que la consulta es para tomar una mejor decisión... —Es un error, es una mala propuesta del jefe de gobierno. —Pero se supone que es un método democrático. —No se puede lanzar a consulta, preguntar a la gente si damos o no derechos iguales a las personas. En este caso la mayoría estaría en contra de que se legalicen las familias o matrimonios homosexuales, y eso es la dictadura de las mayorías. En ese sentido, Mercado explicó que los gobiernos deben garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, porque la democracia no sólo consiste en escuchar a las mayorías, sino también en respetar y brindar seguridad a las minorías. —¿Cuál es su posición como defensora de los derechos sexuales? —Es la Asamblea Legislativa la que debe garantizar que seamos iguales ante la ley. AMLO, CON PROVIDA. Al conocer la propuesta de Obrador, Patricia Mercado consideró que las autoridades de la Ciudad de México cedieron ante las presiones de los grupos más conservadores de la sociedad, en especial de Provida. —¿Pudo más la derecha que la izquierda? —Es muy lamentable que un partido de izquierda, que pretende avanzar en garantizar los derechos de todos, pretenda congelar una ley que se viene debatiendo desde hace muchos años. —¿Están a tiempo los diputados de aprobar la iniciativa? —Eso espero, pero ya estamos frente a las próximas elecciones presidenciales, y parece que de aquí al 2006 se va a quedar en la congeladora. Sin embargo, la defensora de los derechos sexuales expresó optimismo, pues confió en que las organizaciones civiles y movimientos democráticos del país reaccionarán y presionarán para que se apruebe la iniciativa. De hecho, llamó a las agrupaciones sociales a exigir a los diputados locales la aprobación de la iniciativa, pues de no hacerlo ahora, se estaría incurriendo en un retroceso.