La jerarquia católica contra la democracia
La exigencia a los diputados católicos de obediencia a sus consignas es un atentado contra la democracia
Triángulo exige una protesta diplomática contra el Estado Vaticano por su llamada a que los funcionarios españoles no cumplan la LeyLas palabras del Obispo de Mondoñedo, en una hoja pastoral afirmando que los diputados católicos tienen la obligación de oponerse a las parejas homosexuales, ha coincidido con las palabras del cardenal Trujillo, que desde el Vaticano pide a los funcionarios que han de aplicar la Ley que se nieguen a hacerlo.
Ante ambas declaraciones, Miguel Ángel Sánchez Rodríguez, presidente estatal de la Fundación Triángulo, por la Igualdad Social de Gais y Lesbianas declara: "La jerarquía católica no acepta la democracia. Si quiere decidir lo que votan "sus" parlamentarios, lo que tienen que hacer es presentarse a las elecciones. Los diputados se deben a sus electores y no al lobby confesional de los obispos. Si un diputado católico va a votar sólo lo que le digan la jerarquía, debe de ponerlo en su programa electoral, así le votarán quienes esten de acuerdo con que la democracia la tutele una confesión religiosa. Esto es exactamente lo que ocurre en las repúblicas islamistas (o en el Estado Vaticano).
En cuanto al cardenal Trujillo, creemos que el Gobierno español debería presentar una protesta diplomática por el hecho de que un dignatario de un país extranjero (el Vaticano) se atreva a animar a los funcionarios españoles a que se nieguen a cumplir la Ley sobre matrimonio. Es algo indignante, es llamar a cometer un delito. Es tan absurdo como pedirle a todos los funcionarios no confesionales a que no cumplan la Ley cuando el beneficiario sea la Iglesia Católica.
Por suerte las decisiones sobre nuestras familias no las toma la Conferencia Episcopal, ni el Vaticano, sino nuestro Parlamento donde reside la soberanía popular".
Comentarios
barsinas
26 de April de 2005 a las 14:32
Es increíble que el Vaticano se atreva a dar la orden a los funcionarios españoles, para que no realicen su trabajo a la hora de ofical un matrimonio homosexual. Y como es posible que tengan el morro de decirlo públicamente y se queden tan panchos, con esta decisión. Volvemos a tener una nueva inquisición en la sociedad con esta gente, la cual esta enferma mentalmente, pq no llaman a revelarse a los católicos cuando un cura abusa de un menor durante años, acaso este delito es indiferente a todas estas personas, no hay dolor, ni sufrimiento, no afecta al Vaticano, hasta donde estan sus creencias....; aquellas personas que se nieguen a oficiar los matrimonios deben perder sus puestos de trabajo, así terminar las tonterias de esta gente enferma.
Barsinas
Envía tu comentario