Patricia y Lucía son vecinas que tienen hijas de la misma edad que son amigas, las dos mujeres comienzan la típica amistad entre madres.

Lucía es una mujer entregada a su hogar, a su marido y a su hija Larissa. Patricia tiene una hija llamada Valeria, es una mujer que ama a su marido Mario, aunque últimamente su matrimonio no marcha bien en la cama. Por este motivo, una noche Patricia acaba confesando sus problemas en la cama a Lucía, quien le ofrece todo sus consejos.

En un día en que las dos mujeres charlan con alguna copa en la mano, terminan besándose pero sin darle mayor importancia. Aunque posteriormente durante una cena de parejas, Patricia que no se siente cómoda con lo sucedido, habla con Lucía para decirla que lo que sucedió nunca deberá volver a pasar. Al llegar a casa, Mario le dice a Patricia que les escuchó parte de la conversación  y Patricia acaba confesando lo ocurrido. Mario piensa que tal vez si introducen una mujer en la cama, su vida sexual se despierte de nuevo. Aunque Patricia en un principio no está de acuerdo termina cediendo. Finalmente es Patricia quien mantienen relaciones con la chica ante la mirada de Mario, lo que provoca una mayor separación en el matrimonio.

Cuando el marido de Lucía muere tragicamente, Patricia se convierte en su mayor apoyo ante el descontento de Mario quien acaba confesando que le ha sido infiel. Ante esto Patricia decide marcharse de la casa y termina compartiendo piso con Lucía.

Mientras sus vidas personales van cambiando, las dos mujeres se hacen cada vez más amigas, Lucia intenta una cita con un pretendiente que no llega a cuajar y Patricia por el bien de su hija intenta hablar con Mario para mejorar su relación. Es precisamente una noche en la que Patricia ha quedado a cenar a solas con Mario cuando los sentimientos de Lucía estallan. Patricia se está arreglando y Lucía bastante molesta termina llorando. Patricia pregunta que es lo que le sucede y Lucía cuenta que piensa que quiere volver con Mario, pero Patricia dice que no que no ama a Mario y acaban besándose.

A pesar de las dificultades de que Mario sepa de su relación y de que sólo pueden verse a escondidas de sus hijas, Patricia y Lucía siguen su relación y terminan en la cama.