A lo largo de los siglos, muchas han sido las persecuciones contra la homosexualidad en todas las culturas. Pero aún más en los países árabes, donde aún está prohibido practicarla.

Con esta idea se ha celebrado, en el Círculo de Bellas Artes y organizado por la Casa Árabe, el encuentro “Diversidad afectivo-sexual en el mundo árabe y los derechos humanos”.

“Nada de fotos ni videos”, decía Nisreen Mazawi, presidenta del ASWAT (Siglas de una organización de lesbianas palestinas). En su país no esta permitido manifestar las tendencias homosexuales. Allí son vistas como antinaturales.

Desde su posición, Nisreen esta luchando por mejorar la situación no solamente de los gays, sino también de ofrecer una educación a las mujeres lesbianas.

En nuestro país cuenta con el apoyo de la Fundación Triángulo. Miguel Ángel Sánchez, miembro de la misma, defiende que lo primero que hay que derivar son los muchos tópicos frente al mundo árabe.

Para las mujeres el islamismo supuso en la época de Mahoma una liberación pero hoy en día se ha falseado su significado.

Jordi Pedret, diputado socialista en el Congreso, sentencia:

Nada es inmutable excepto los alienables derechos de las personas. Lo importante no es la tendencia sexual que uno tiene sino que todos somos personas.