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Literatura de "temática", si o no

vircoph
    vircoph
    La literatura es literatura (cuando puede llamarsela así) independientemente del argumento. Por lo tanto, estoy de acuerdo con tu amiga: un libro no es más libro por el hecho de que tenga argumento lésbico.


    Por otra parte, una historia en la que las protagonistas son dos mujeres, siempre es bonita de leer, por el mero hecho de que te sentirás más identificada con las protagonitas, "viviras" más esa historia que una heterosexual. Y personalmente, me encantan. Por lo tanto, estoy de acuerdo contigo: está muy bien que se puedan encontrar y leer buenas historias lésbicas.


    En resumen: la literatura lo es todo (independientemente del argumento), pero una historia lésbica también es literatura ;)
    aleja
      aleja
      Me traigo desde hace tiempo una discusión con una amiga lesbiana y es que en su opinión no le interesa particularmente la literatura mal llamada lésbica -en eso estamos de acuerdo, al menos, es Literatura y punto -, ya que no le importa ni necesita leer historias sobre nosotras, que le da igual la "filiación" de los libros, porque eso no la hace sentirse más lesbiana.


      Mi postura es que ok, de acuerdo, pero que a mi sí me gusta leer argumentos que hablen de nuestro universo particular, que agradezco que existan escritoras que me cuenten cosas sobre lesbianas y si lo hacen con excelencia tanto mejor. Claro que eso no me en reafirma mi elección de vida, pero he leído tanto sobre historias masculinas y heterosexuales que me da gustito disfrutar de un libro donde me vea reflejada, no sé, es una especie de complicidad, de sentirme cómoda entre sus páginas, y sus historias me incluyen, no me excluyen.

      ¿Vosotras qué opináis? icon_lol.gif
      elisa77
        elisa77
        Pues yo pienso que eso de "vivirla más" es hasta cierto punto. Porque si la historia está realmente bien narrada y los sentimientos o situaciones bien descritos, la puede vivir igual de intensamente una lectora o un lector, independientemente de su orientación sexual.


        Sí es cierto que una puede sentirse más identificada con la personalidad del protagonista o con el argumento, en los casos en que el personaje del libro se asemeje a la propia lectora o bien porque haya experimentado en la realidad situaciones parecidas. Pero creo, que al final, una lesbiana puede sentirse conmovida por una historia de dos personas heterosexuales y viceversa. Y también pienso que no hay libros concretos para un público concreto y que si se escribe pensando en satisfacer el gusto de un público delimitado, es como ponerse cadenas a la hora de contar la historia. ¿No?


        cat.gif
        vircoph
          vircoph
          Cierto que una buena narrativa, independientemente de lo que cuente, puede conmover a cualquiera que la lea con la suficiente sensibilidad. Pero está claro que hay gente que no querrá leer una historia lésbica siendo heterosexual (conzco casos... icon_rolleyes.gif aunque es cierto que ellos mismos, una historia es una historia, sin importar de que trate o que orientación tengan sus protagonistas) y probablemente haya lesbianas que no quieran leer más relatos heteros y prefieran leer algo con lo que se sientan más cercanas (sin olvidar que ese algo esté bien escrito).


          Y sobre lo de ponerse cadenas a la hora de escribir una historia... Bueno, hay gente que escribe relatos por encargo o que se centra en una misma temática durante toda su carrera (historias de piratas, thrillers, un género concreto... en fin, mil limites) y no salen de ellos. Decidirse a escribir única y exclusivamente historias de lesbianas, historias en que todas las proganistas sean femeninas y además de esa orientación, no puedo considerarlo una cadena. mil cosas pueden pasarle a esa persona. Es, sencillamente, una decisión, una alternativa. Almenos, para mi.
          bilitis
            bilitis
            Estoy de acuerdo en que una buena historia no tiene que ser necesariamente lesbiana para emocionarme, pero...


            ¿Os imagináis que en lugar de Scarlett O´Hara y Red Buttler (Lo que el viento se llevó) fueran Scarlett y Sheyla Buttler?


            Enga, enga, no me digáis que no se os hace la boca agua... dance.gifdance.gifdance.gif
            vircoph
              vircoph
              Pues no se que responderte... me vais a matar, pero ni he leido el libro ni he visto la peli xDDDDD


              Una historia lésbica, para un público lésbico, siempre será mejor recibida que una historia "traidicional", lo cual no excluye el hecho de que un publico tradicional pueda apreciar una obra lésbica ni que una persona homosexual no pueda apreciar una hobra homosexual.


              Creo que la pregunta del millón es: ¿Por que tendemos a separar las dos literaturas? Si todo es literatura, esta conversación pasa a no tener mucho sentido... icon_rolleyes.gif(como me gusta enredar.... xD)
              soyazul
                soyazul
                A mi me gustan mucho las historias de bollos, pa que negarlo, pero más me importa que esté bien escrita. Porque han aparecido un carro de historietas lésbicas cuya calidad es penosa y tampoco es cuestión de tragarse cualquier cosa para que me cuenten cosas que ya sé cómo funcionan, no sé si me explico.


                Lo ideal para mí es: buena literatura + historia lésbica. Y de momento buenas escritoras sobre el tema las hay contaditas con los dedos, que suelen ser veinte - contando los pinrreles - y hasta creo que sobran dedos, JAJAJA.
                vircoph
                  vircoph
                  Historias bien escritas y, además, de tematica (y sin ser eróticas) las hay en este mismo foro, en un post un tanto viejo que acabo de comprobar estaba un poco abandonado xDDD


                  No voy a negar que en ese post haya unas cuantas historias mias. Tambien hay algun que otro experimento y alguna que otra historia cutre, pero es que el post tiene ya sus añitos y... en fin, que la gente va mejorando con el tiempo xDD.


                  Os dejo el enlace: http://foros.lesbianlips.net/viewtopic.php?t=521


                  Saludos.

                  Vircoph.
                  mademoiselle
                    mademoiselle
                    Va a parecer una tontería pero yo necesito de literatura bollo, necesito tener referentes, leer que lo que me pasa a mi le pasa a otras, y saber que si algun día me lanzo a publicar mis noveluchas bollis, otras lo habrán hecho (mejor o peor que yo) antes.

                    Creo que a nivel de visibilidad y de normalización son imprescindibles. Bueno y a mi me encantan, aunque jamás me leería nada de Harlequin o de la Corín Tellado. Los mismos argumentos en versión bollo, mencantan (de vez en cuando solo, que si no saturan).
                    atenea_84
                      atenea_84
                      Mademoiselle Wrote: Creo que a nivel de visibilidad y de normalización son imprescindibles.


                      Estoy de acuerdo...aunq yo no he tenido mucha suerte con los libros d tematica q he leido, solo ha habido uno q m ha gustado realmente, los otros cinco no m han acabado de convencer, incluso uno d ellos me disgusto bastante icon_sad.gif A ver si con el proximo q me lea tngo mas suerte.
                      wee_ko
                        wee_ko
                        Al hilo de esto, salía publicado en ABC un artículo de opinión que venía a decir lo siguiente:


                        ¿Pero existe la literatura homosexual? Ésa es la primera pregunta que conviene hacerse, porque en este territorio hay demasiada banalización y el fenómeno gay y lésbico que ha sufrido durante siglos la estigmatización o la censura, explícita o implícita, tiene ahora en el reverso a su peor enemigo: la creciente conversión de lo homosexual en un «tipo» de consumo, en unas estanterías concretas, donde lo homosexual define escrituras, pero también jerarquías, y no para homologarse siempre según sus índices de calidad o no calidad, sino en el sentido contrario, para definir su diferencia, en el caso paradójico de una entidad, como si ser gay o lesbiana pudiera convertirse en una marca, del mismo modo que un barrio, que un día del orgullo o fenómenos parecidos de escaparatismo. Hay editoriales, Egales y Odisea, especializadas en tal temática, y multitud de revistas o sitios webs. Y es un fenómeno que irá a más. Desde hace un par de décadas sostiene una importante línea de estudio en las universidades americanas, albergada dentro de lo que se conoce como «cultural studies», con especializaciones concretas en «gay studies, lesbian studies» o más recientemente en la creación de la categoría como «queer studies», que estudia las formas de heterodoxia sexual en sus manifestaciones textuales. Si uno visita la librería Barnes & Noble, frente al Lincoln Center en Nueva York, encuentra tres paredes de estanterías dedicadas a esta zona del ensayo académico y cultural. Y el grito de Harold Bloom reivindicando el canon clásico tiene que ver mucho con esta nueva ordenación del canon, de lo que puede (o no) o debe (o no) estudiarse.

                        Quizá lo más saludable sea lo que ha hecho Álvaro Pombo en su última novela, «Contra natura», cruda, explícita, tremenda, esforzada en sumarse al asunto de otro modo, contra la moral de la triviliación, pensando un problema, con igual empuje que siempre tuvo (ya lo hizo antes en «El cielo raso», y antes en «Los delitos insignificantes») y con una introspección psicológica en sus personajes como he conocido pocas. Convertir la homosexualidad en un asunto, un tema, de siempre, pero negarse a que sea una literatura, un género, situable en una estantería definida. Y sin embargo los tiempos que vivimos hoy en literatura no son los de la póstuma «Maurice» de E.M.Foster, ni los de Kavafis, Margarite Yourcernar, Luis Cernuda o V. Woolf. Tampoco los de Oscar Wilde, quien sufrió un proceso, ni los que hicieron necesaria la «Querelle de Brest», de Jean Genet, o el relato autobiográfico de Yukio Mishima, «Confesiones de una máscara», traducida íntegra al español muy recientemente.

                        ¿Que hay varios Boris Izaguirre?, también hay Pombo o Luis Antonio de Villena, del mismo modo que hay en los temas y autores heterosexuales diferentes calidades, registros, tonos y planteamiento de mercado y literatura. Si uno repasa y añade a los que antes enumeré, Gide, Wilde, Proust, Biedma, Cernuda, García Lorca, Esther Tusquets, Terenci Moix, Mendicutti, Peri Rossi, encuentra que algunos de los libros de estos autores, hombres o mujeres, serán leídos mañana independientemente de cualquier segmentación. Y sobre todo que no están en «otra» estantería. Un crítico querría que sufrieran el mismo proceso de vida que cualquier otra literatura: con lectores ganados por el mercado o por la calidad, o por ambas, con mayor o menor fortuna y que se sostienen o no por otra cosa que la marca. Pero esa situación ideal no se da.

                        Jaime Bayly ha debido gran parte de su éxito en «No se lo digas a nadie» porque ha habido una sintonía literetarura-cine, en el énfasis del descubrimiento, de la salida del armario, como fenómeno social, nunca literario, que ha marcado y está marcando nuestra época. Igualmente ocurrió con «Antes que anochezca», de Reinaldo Arenas, una autobiografía del homosexual cubano que tuvo en su momento distributivo tanto un gesto de afirmación como de denuncia. Eduardo Mendicutti tuvo en su «Duelo en Marilyn City» el valor de llevar al western, en términos casi paródicos, el tema homosexual, mucho antes que lo hiciera, con otro tono, la famosa película norteamericana, «Brokeback Mountain», del director Ang Lee, que relata una historia de amor entre dos vaqueros, que cosechó mediano éxito en EE UU. Aunque Mendicutti en «California», como hiciera antes Antonio Fontana en «De hombre a hombre», la temática se ha vinculado al fenómeno del descubrimiento y de la maduración. También ha sido muy destacable Luisgé Martin con su obra «La muerte de Tadzio».

                        En «Los príncipes nubios», Juan Bonilla logró el premio Biblioteca Breve. Hay allí una temática homoerótica veteada con el tráfico de esclavos sexuales. Y en una formidable novela reciente de Javier Reverte, titulada «El médico de Ifni», se tematiza una relación lésbica con tal grado de naturalidad, y de maestría en la seducción amorosa, sin que quepa hacer gesto alguno, sino simplemente contando cosas de la vida, como hacía Virginia Woolf en «Las olas» o en «Orlando», o ha hecho Michael Cunningham en su obra, muy bien llevada al cine, titulada «Las horas». De Terenci Moix recordaremos mejor «El peso de la paja» y el «Cine de los sábados», su excelente autobiografía confesional, que «Mundo Macho» (una novela salvaje) o «La caída del imperio sodomita». En todas ellas la temática homosexual es decisoria, pero del mismo modo lo es su calidad literaria, mucho menor en las últimas enumeradas. Y si Terenci Moix luchó por algo es porque pueda prescindirse en literatura (también en la suya) de lo que apenas es literatura.

                        Quizá vivamos en la España de hoy el momento más peligroso desde el punto de vista literario y de la igualación de derechos, que en ese punto van de la mano, aunque se piense lo contrario. Una «moda gay» o «lésbica» puede suponer a mi juicio años de retroceso en el proceso de normalización temática que la literatura buena ha ido contribuyendo a crear. Otra vez la frontera verdadera habría que situarla en otro sitio: distinguir el arte de la simple mercancía, de su producto sustitutorio, de la moda, de la marca, aunque esa moda o esa marca se autodenomine transgresora, rebelde, revolucionaria, propia, identitaria. En las «Memorias de Adriano», de Yourcernar, nadie pregunta por Antínoo como una rareza, como no lo fue Catulo, ni Safo. La mejor literatura es la que es literatura, y no precisa del adjetivo gay para venderse, mejor, ni peor. O lo que es lo mismo: que no existe una litereratura homosexual, porque no existe otra literatura que la que aborrece de tales calificativos.


                        Un poco largo, pero como imagino que a quienes paramos por este foro nos gusta leer, os lo he copiado a ver qué os parecía :) Yo nunca he comprado un libro atendiendo a la orientación sexual de l@s protagonistas, pero sí que me parece bien que exista literatura lésbica, y es más, me parecería mejor que hubiese más y de más calidad. A ver si algunos de los talentos que hay por este foro publican algo icon_rolleyes.gif
                        soyazul
                          soyazul
                          atenea_84 Wrote:
                          Mademoiselle Wrote: Creo que a nivel de visibilidad y de normalización son imprescindibles.

                          Estoy de acuerdo...aunq yo no he tenido mucha suerte con los libros d tematica q he leido, solo ha habido uno q m ha gustado realmente, los otros cinco no m han acabado de convencer, incluso uno d ellos me disgusto bastante icon_sad.gif A ver si con el proximo q me lea tngo mas suerte.


                          Vaya, atenea_84, me dejas con la mosca en la oreja, no das ningún nombre, con lo curiosona que soy icon_wink.gif

                          Cuenta, cuenta, lo mismo coincidimos a tope!


                          un muaks
                          atenea_84
                            atenea_84
                            Bueno, soyazul, voy a satisfacer tu curiosidad, jejeje icon_lol.gif

                            El q digo q es el unico q m ha gustado realmente es "Sandra ama a Meike". El q m disgusto es "El sabotaje amoroso", y los otros cuatro no estan mal pero vamos, q no m acabaron d convencer: "Carol", "Tomates verdes fritos", "Al otro lado del espejo" y "Cris y Cris".


                            Bueno, tb m he leido "Mas que amigas", q me gusto mucho, pero ese no lo cuento xq no es exactamente "literatura", quiero decir, q como no cuenta una historia, sino q es mas un libro d autoayuda...


                            Proximamente m quiero leer (cuando acabe los examenes y tnga mas tiempo) "Afinidad", "La insensata geometria del amor" y "Aimee y Jaguar". Asi q nada, a ver si m gustan.


                            No eras curiosa?Pues ale, ya t he dado toda la informacion, jejeje.
                            laurica
                              laurica
                              Estoy de acuerdo con lo que dice el artículo y efectivamente es cierto que cuando creas una estantería de literatura gay o lésbica corres el riesgo de que se mezcle bazofia con libros que sí que merecen la pena. Mucha gente, de hecho, ha aprovechado esta etiqueta para vender obras más bien mediocres -al menos en mi opinión-, como es el caso de Lucía Etxeberría, que si llega a escribir lo mismo entre heteros fijo que no se come una rosca.


                              Sin embargo, también estoy de acuerdo con lo que dice Mademoiselle de que a veces apetece leerte algo estilo Corín Tellado, pero en bollo, porque no siempre hay por qué leer literatura trascendente.


                              ¿Solución? Sí, que exista la etiqueta, por pura facilidad en la búsqueda, pero también que se reconozca sin pudor cuándo una obra es una mercancía y cuándo otra reúne los requisitos suficientes para seguir en cualquier estantería con independencia de a quién metan en su cama los personajes.
                              soyazul
                                soyazul
                                Siiiiiii, Atenea, gracias por satisfacer mi curiosidad. No he leído Sandra y meike y algún que otro que mencionas, pero lo haré sin duda. Y no te dejes Punto y aparte de Guzner, es una preciosidad, ni Detectives BAM, para m...de risa, tb de la Susanita, mi super ídola.


                                Laurica: ¡que bueno lo tuyo con Etxebarría! Siempre he mantenido que se apuntó al carro bollo para vender sus rollazos, y la verdad es que me irrita ese oportunismo tan evidente - además de irritarme profundamente cómo escribe -, porque pasa por ser "escritora de temática" y aparece en todos los listados sobre el tema cuando poco tiene de liter... (iba a poner literatura, pero creo que el término le cae ancho, jiji) lésbica, digamos.

                                Beatriz y los cuerpos celestes que le encargó el Nadal, y alguna mención en prozac y nose cuantos, nunca me aprenderé ese nombre.

                                pero sí que se apuntó a la moda bollo, como se apunta a un bombadeo, jajaja.

                                (A veces soy tan mala que hasta me asusto a mí misma... ) xena.gif

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