La detective Catherine S. Maynes recibe un encargo muy peculiar, contratada por un cliente todavía más peculiar. En esta ocasión, Cate no solo tendrá que enfrentarse a la resolución de una de las consultas más extrañas de su flamante carrera como detective privada, sino que tendrá que hacerlo también con el tortuoso camino que emprenderá su corazón (a la que su propietaria no tiene reparos en calificar como "cabrón, traidor y escurridizo"), zarandeado por las dudas y la incertidumbre.

La investigación se mezclará, así, con los vaivenes de la caótica vida personal de Cate, en la que la presencia de Micaela, la mujer más reciente de su vida, cobrará una especial relevancia.

Lo que no podía imaginar Cate es que al final de ambos caminos, el del caso de su peculiar cliente y el de su corazón, le esperaba la mayor de las sorpresas. Y que, en lo que concernía al segundo, no había un punto y final, sino un punto y seguido.