Marguerite Duras

(Gia Dinh, Vietnam, 1914 - París, 1995)

Esta conocida escritora francesa, vivió una vida fuera de lo común, lo que la impulsó, casi con toda seguridad, a ilustrarse en materias tan diversas como la literatura, teatro, el periodismo o el cine y a militar sin cese por los derechos de la mujer.

Duras residió en Indochina, junto a su madre, hasta 1932. Más tarde, en París, participó en la Resistencia francesa por lo que fue deportada a Alemania, a la vuelta se apoderó de ella un inigualable dinamismo que ayudó a impulsar la cultura de la Europa de la posguerra.

Escribió el guión de la célebre película “Hiroshima, mon amour” (1958), su novela “El amante” 1984) ganó varios premios en el ámbito literario y, entre otras, escribió la última de ellas, “Lluvia de verano” (Pluie d’été) en 1990.

Lluvia de verano (1990)

En Vitry (periferia de París) reside una numerosa familia de inmigrantes: la madre, ucrana o rusa, no está segura; el padre, italiano; Ernesto y Jeanne, los hermanos mayores; y varios hermanos y hermanas de corta edad.

Marguerite Duras desmenuza, a través de sus personajes, lo que para el resto de la sociedad en la que se desenvuelven resulta tan básico: Dios, educación, familia, cultura… y amor.

Ernesto, pese a su sorprendente inteligencia y su genialidad innata, no quiere ir al colegio “porque aprende cosas que no sabe”, la idea parece simplista pero, al fin y al cabo, aprender cosas que no conoce le hace adquirir nuevos miedos y él se siente más seguro con lo que ya tiene: el amor de su familia, una felicidad inmensa, para la que ninguno de ellos encuentra palabras y, sobre todo, el amor de Jeanne, su hermana.

Este sentimiento nos hace preguntarnos qué es incesto y qué no lo es, dónde están los límites del amor ¿Se pueden amar dos personas mayores, que consienten y que no hacen daño a nadie? La mayoría respondería sí, pero ¿podrían hacerlo, bajo las mismas condiciones, dos personas con lazos de sangre? Difícil respuesta, sólo el lector podría darnos su opinión tras vislumbrar todo lo que sucede en el núcleo de esa familia tan singular.

Una maravilla.

Comentarios

yoshuko

yoshuko

20 de February de 2005 a las 22:27

"Marguerites... continuación" Para ilustrar cuanto escrito poco antes os copiaré tan sólo dos frases. Marguerite Yourcenar, in "Alexis,..." (édition folio): p.33: 'Je ne vois pas pourquoi le plaisir serait méprisable de n'être qu'une sensation, puisqu'on ne méprise pas la douleur, et que la douleur en est une. On respecte la douleur parce qu'elle n'est pas volontaire, mais c'est une question de savoir si le plaisir l'est toujours, et si nous ne le subissons pas.' Marguerite Duras, in "La douleur" (édition folio): p.17: 'Cela m'indiffère, le moment où je meurs m'indiffère. En mourant je ne le rejoins pas, je cesse de l'attendre'. Lamento no poder añadir la traducción que seguramente ha sido ya realizada (por lo menos en cuanto a lo que se refiere a Alexis... no quisiera estropear la belleza de estas frases. Intentaré proporcionar las traducciones cuanto antes. Yoshuko
yoshuko

yoshuko

19 de February de 2005 a las 18:55

Duras / Yourcenar... Dos 'Marguerite's que flirtean con la intensidad de los sentimientos... Una, Yourcenar, exalta el amor, se pregunta porque el placer no se reconoce o se admite como valor esencial del ser humano, cuando el dolor sí que se considera y es aceptado - hasta valorizado... La otra, Duras, en 'la douleur' expone un dolor inmenso, indescriptible, incontrolable, por lo tanto inaceptable... dos versiones de la intensidad de los sentimientos... ¿acaso la sociedad no acepta simplemente la intensidad de la expresión más profunda de un ser humano? La literatura de ambas mujeres flirtean con el estetismo absoluto, aunque en modo completamente distinto. Yourcenar integra la música, la melodía, la palabra rebuscada y la frase que se debería leer en voz alta; Duras es más directa, más sintética, sin que el efecto de sus frases pierda valor, profundidad, perfección. Gracias por hablar de ambas mujeres...

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