Mezclate conmigo
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frantic | Publicado el 15-04-2006 21:04:21 |
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Yo pienso lo mismo que vosotras.Soy una persona a quien le encanta que le cuenten "batallitas" y disfruto un montón cuando alguien de fuera me habla de su tierra, de sus costumbres, de su vida antes de venir a España... Para mí no hay nada más enriquecedor. Y me encanta pasear por las calles de Zaragoza y, al observar a la gente que me rodea, ver que cada vez hay más "colorido". Como creo que he dicho en otro hilo: no soporto la "uniformidad". |
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crisa | Publicado el 16-04-2006 10:04:26 |
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Pues a mi tambien me gusta mucho saber sobre otros lugares, y haber que me cuentan ustedes sobre los que sucede por otros paies?. Durante semana santa, se realizan representaciones en muchas partes del pais, sin embargo la mas importante se da en Iztapalapa (una delegacion del Distrito Federal) en donde se representa el via crucis de Jesus y en la cual los actores son elegidos mucho tiempo antes y hay muchisimas personas deseosas de participar, por lo que es todo un honor y privilegio realizar esta representacion. Ademas se necesita de mucha preparacion, en especial para quien representa a Jesus, ya que debe de prepararse mental y fisicamente como un año antes, ya que debera cargar una cruz de 90 Kg por varios kilometros y ademas en subida de un cerro llamado de la estrella. Tambien participan los Nazarenos que son personas que cargan una cruz cuyo tamaño sera en proporcion a los pecados cometidos. Estos nazarenos pueden ser de cualquier edad, pero deben de tener tambien condicion fisica ya que muchos lo hacen descalzos y bajo el sol. Aunque existen muchas representaciones en el pais, la de Iztapalapa me parece que es la de mayor importancia en el pais, por la organizacion, difusion y convocatoria, yo no soy muy creyente pero me parece una tradicion que mueve a muchas personas y que realmente les es muy importante. Pero bueno les dejo unas noticias sobre esto del periodico donde relatan como se dio este año la pasion (asi le nombran a la representacion) [spoiler]Fuente: periodico La jornada TANIA MOLINA RAMIREZ Momento en el que Judas lanza las 30 monedas por las que vendió a Cristo, durante la representación en el cerro de la Estrella Foto Francisco Olvera Para el ferviente pueblo de Iztapalapa, Judas sigue siendo un traidor. Y, como tal, se ahorca. Para la demarcación que celebra la mayor representación de la Pasión de Cristo en el país, el reciente descubrimiento dado a conocer por National Geographic y que revela que un papiro relata que Jesús le pidió a Judas que lo traicionara para poder sacrificarse por la humanidad, no vale. "Aparte de ser Judas soy del comité organizador, así que me enteré poco. Noberto Rivera dijo que no va a cambiar nada, por eso así lo vamos a dejar", explica Alfonso Reyes Ramírez, un Judas Iscariote bien fornido. Esa noche de jueves, de luna llena, Judas traicionó a Jesús por 30 monedas y lo delató con un beso en la mejilla. Ocurrió en el cerro de la Estrella, donde se congregaron decenas de miles de iztapalapenses para presenciar la traición. Durante la última cena, un Judas sorprendido exclamó con tono dramático: "¿Acaso soy yo? ¡Más me hubiera valido no haber nacido!", mientras la estatua de Cuitláhuac observa la escena. La última cena Ramsés Reyes, en el papel de Jesús, cenó por última vez con sus discípulos en la explanada de Cuitláhuac. Los nazarenos, las vírgenes del pueblo, los soldados romanos, los medios de comunicación y alguno que otro colado, presenciaron la última cena. Tras la reja que rodea la explanada, el pueblo observaba. Desde ahí, la madre de un nazareno saludó a su hijo. Sentados en pequeños grupos, los nazarenos y las vírgenes platicaban, jugaban con las velas, eran curados de las laceraciones en los pies por los paramédicos. Algunos nazarenos querían dejar plasmado este histórico momento y sacaban fotos con su celular. Las mujeres que lograron colarse con sus pequeños daban improvisadas clases de catecismo: "Escucha lo que le dice Jesús, ¿te acuerdas de lo que dice el padre los domingos?" Un nazareno, en tono más terrenal, se excusó por llegar tarde: "Fui a apartar mi boleto para el partido del Cruz Azul". Sobre la capa de un soldado romano, hay bordada un águila (un ala roja, la otra verde) que devora una serpiente sobre un nopal. La traición de Judas quedó al descubierto: minutos después de haber salido de la última cena, acongojado por haber traicionado a su maestro, entabló una amena plática con soldados romanos. 21:10 horas. Cristo, los apóstoles, los soldados romanos y el pueblo, se encaminaron hacia el cerro de la Estrella, donde sería aprehendido. El pueblo ya lo esperaba en el monte. Los que no alcanzaron a ver el escenario miraban lo que ocurría a través de una pantalla gigante. "¡Mira! ¡Mira! ¡Ahí viene Jesús!"... "Mira, el de las alas es el ángel." Por el altavoz, lo mismo se describía lo que iba pasando como se daban avisos: "Al niño Omar lo esperan del lado derecho del escenario". Inclusive, el sonido se encimó a la voz de Jesús y provocó una sonora rechifla del pueblo. Juicio de Jesús Viernes, 10:30 horas. Alrededor de la explanada, los nazarenos esperaban a que Jesús llegara para ser juzgado. Las cruces descansaban sobre el suelo o en alguna pared. Ramsés, de 17 años, corona de espinas, túnica morada y descalzo, descansaba, sentado sobre la banqueta. El quiso ser nazareno para pedirle a Dios que su novia se alivie de los tumores que sufre. Para ser nazareno no existe edad: inclusive hay bebés, como uno de nueve meses, a quien su padre cargó para pedir por su salud, ya que nació a los seis meses de gestación. Dentro de la explanada, los medios esperaban la llegada de Jesús. Una anciana logró colarse entre los guardias y, bolsa de latas vacías de refresco en mano, no perdía detalle. "Tanta gente por uno solo", exclamaba, mientras señalaba a soldados romanos, sacerdotes y comunicadores. El juicio estaba consumado. Jesús cargó su cruz de 90 kilos por las calles, entre puestos de frituras, golosinas y fruta. Desde los balcones y desde las repletas aceras, el pueblo se asomaba para, al menos, lograr un vistazo del hijo de Dios. Una valla de granaderos separaba a Jesús de la población durante su recorrido por las calles iztapalapenses. La gente se arremolinaba, se empujaba, se apretujaba entre sí, temerosa de pasar demasiado cerca de los caballos. Finalmente, Jesús y los dos ladrones llegaro al cerro donde serían crucificados. Las cruces, hace unos días se supo, estaban encima de una pirámide prehispánica. La virgen María sollozaba, sin saber que su hijo resucitará a las 20:30 horas, aquí mismo, por primera vez en más de 30 años. Los medios bajaron el cerro, presurosos, para dar la noticia de que Jesús, el rey de los judíos, quien predicó que amarás al prójimo como a ti mismo, fue crucificado. Saldo final Por la noche, la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSP) informó que asistieron alrededor de 500 mil personas. De acuerdo con los cuerpos de emergencia, se atendieron en el lugar a poco más de 500 feligreses, entre ellos una mujer de aproximadamente 32 años que fue pisada por un caballo en las inmediaciones del Jardín Cuitláhuac, por lo cual fue trasladada al Hospital de Xoco. Paramédicos del Equipo de Rescate y Urgencias Médicas aseguraron que los demás lesionados fueron atendidos en el lugar, por tratarse de insolaciones y desmayos. Con respecto de las detenciones, el centro de información de la policía capitalina estableció que fueron 23 aprehendidos, de los cuales cinco fueron presentados ante un juez federal adscrito a la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo de Iztapalapa por portación de enervantes, en tanto que los otros 19 fueron remitidos ante un juez cívico.[/spoiler] [spoiler]Fuente: la Jornada Hasta el cierre de esta edición, las autoridades habían reportado saldo blanco Bajo un cielo azul y un Sol inclemente, Jesús recorrió los barrios de Iztapalapa Aun entrenado como deportista de alta competencia, su rostro dio muestra de fatiga Las personas que desperdicien agua el sábado de Gloria, serán remitidas a la policía JAIME WHALEY Y MIRNA SERVIN Un vendedor de coronas para nazarenos Foto Francisco Olvera Bajo un cielo despejado, esos cúmulos de agua al vapor que amansan los férreos rayos solares, la 163 representación del vía crucis, recorrió los ocho barrios de Iztapalapa ante miradas atónitas de cientos de miles de vecinos y curiosos, ojos que en momentos llegaron a humedecerse. El extenso cortejo en el que Jesús, María, su madre, Judas, Barrabás, la buena samaritana, Magdalena, Pilatos, en fin, la totalidad de la nomenclatura bíblica, personajes todos encerrados en un cuadrilátero que se elonga más allá del kilómetro y que es limitado por otro numeroso ejército de varones ataviados con sus túnicas púrpuras, los nazarenos, serpenteó por las principales calles y callejuelas de la delegación más poblada del Distrito Federal. Un Cristo, personificado por Ramsés Reyes León, de caminar sereno y seguido por una compungida María, a quien Irasema Morales Navas se encargó de interpretar, fueron destinatarios de los rezos y persignadas del pueblo que se agolpó en las estrechas banquetas y hasta uno que otro acto de espontánea fe, como la del alcohólico que, muy al comienzo de la procesión, se le acercó a Jesús para implorarle que le ayudara a librarse de sus males, incluido el beberaje. Por años la Pasión fue responsabilidad absoluta de los lugareños, hasta que por ahí de principios de la década de los años 70, según rememora Angel Granados, la delegación la adoptó como suya. Una vez los zapatistas prestaron la caballada La pasión jamás se ha visto suspendida, ni en los difíciles días de la Revolución, pues, añade Granados, "aquí, en casa de mi abuelo durmieron los zapatistas y hasta me contaron que prestaron la caballada". Hoy, otra tropa, la del Agrupamiento Montado de la Secretaría de Seguridad Pública, prestó 71 animales para el acto. Los lugareños aportan prácticamente todo lo concerniente al vestuario de los cientos de personajes que participan en los festejos de la Semana Mayor, pues en ese carácter festivo ha devenido la tortuosa caminata, no exenta, en algunos casos, de momentos de humor involuntario, como cuando hace ya algunos años Pilatos, al sentenciar a Jesús, lo hizo en nombre del Presidente de la República Mexicana y no como -dictan los libros- representando al Imperio Romano; o cuando "hará cuestión de cinco años -recuerda Gema Cedillo, María Magdalena, en ese entonces- en la segunda caída, se le cayó la peluca al apostol Juan, quien tuvo también que tirarse al piso, fuera del script, para recoger el aplique. Ser cualquiera de los personajes centrales es invariablemente signo de estatus, algo que este año perdió Tito Domínguez: y es que a Judas se le ocurrió el año pasado llevar un letrerito con la leyenda "No al desafuero", pero para su desgracia el Comité Organizador no estuvo de vena para solidaridades. Algunos jesuses pasados aún van con fervor a presenciar el martirio, como el caso de Mauricio Ubaldo Salazar, quien la hizo de Cristo cuatro veces, tres años seguidos a partir de 1971 y luego otra hace exactamente hace tres décadas. Este fornido trabajador telefónico asegura que fue "lo máximo" y refiere que él hizo religioso ayuno: no comió ni bebió los tres días previos a cargar su cruz, que pesó 74 kilos, y el trayecto lo caminó descalzo. Hoy la preparación a que se somete Jesús se asemeja a la de un deportista de alta competencia: correr, gimnasio, dieta, complementos vitamínicos. La última cena Era ya casi la hora de la última cena, y se veía a un Jesús que ya acusaba la fatiga de la caminata, que comenzó casi cinco horas antes, y sus 12 apóstoles, se disponían a cerrar la jornada. Para este viernes la crucifixión se verá alterada un poco, pues debido a los recientes hallazgos arqueológicos en el Cerro de la Estrella la delegación y el INAH prohibieron el empleo de vehículos pesados, por lo que los fotógrafos y camarografos no podrán realizar tomas montados en grúas. [/spoiler] |
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