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Muere Susan Sontag

popnoart
    popnoart
    No se si conocíais a esta escritora, bueno, conocer seguro que si, aunque tal vez más por su labor política, que literaría. Una gran pérdida para Estados Unidos y para el mundo en general, aunque mucho me temo que más de uno haya respirado aliviado.

    Yo la conocía más que nada por sus ensayos sobre fotografía y por su relación casi secreta con la famosa fotógrafa Leibovitz. Por ahora no he oido en ningún informativo hablar de esa relación, una oportunidad perdida de mostrar al mundo lesbianas más allá de la farádula o el espectáculo.


    Podeis ver la noticia aquí:

    http://www.lesbianlips.net/noticias/814.html
    raiza
      raiza
      Si,una gran perdida,pop icon_cry.gif .Anoche dieron la noticia en CNN y no me lo podia creer. Siempre admire a esta mujer poderosa intelectualmente y sin pelos en la lengua que era un gran dolor de cabeza para quienes se creian o se creen dueños absolutos de la verdad. Tambien tenia esperanzas de que alguna vez saliera a la luz su relacion con Annie Lebovitz. Supongo que ya saldra,no se.


      Aqui dejo la noticia por si a alguien desea saber un poquito mas.


      Susan Sontag fallece en Nueva York a los 71 años de edad

      EFE|NUEVA YORK

      Estados Unidos pierde una de sus voces más polémicas y conocidas con la muerte de la escritora y cineasta Susan Sontag, fallecida ayer en un hospital de Nueva York, la misma ciudad en la que nació el 16 de enero de 1933. Aunque sus médicos eludieron precisar las razones de su muerte por el momento, algunos medios de prensa de su país habían indicado que padecía leucemia.

      Sontag, galardonada con el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2003 junto con la escritora marroquí Fátima Mernissi, ingresó a los 15 años en la Universidad de California, en Berkeley. De allí pasó a la de Chicago, en la que se licenció en 1951 en Filosofía y Letras. A los 17 años contrajo matrimonio con Phillip Rieff, un profesor de Sociología, con quien estuvo casada nueve años y tuvo un hijo, David Rieff, también escritor. Publicó su primera novela en 1963, «El benefactor», y luego dos ensayos muy leídos durante la década de los sesenta: «Against Interpretation» (1966) y «Notes on Camp». En 1968 fue como periodista a la guerra de Vietnam y las vivencias que tuvo le impidieron seguir escribiendo. Comenzó entonces a pensar en la posibilidad de dirigir una película, lo que se plasmó en la invitación de un productor de Estocolmo para que fuese a Suecia. En este país filmó «Duett for kannibaler» (1969) y «Broder Carl» (1971). Combinó la actividad cinematográfica con la publicación de otros títulos, como «Estilos radicales» (1969). En 1972 sufrió una crisis personal que dio como fruto el libro «Bajo el signo de Saturno» (1980), una de sus obras más polémicas.


      http://www.ultimahora.es/ibiza/segunda- ... 010+303580
      raiza
        raiza
        Este es un pequeño homenaje a esta gran luchadora social:



        Susan Sontag::La autopía como compromiso ::

        New York es la ciudad que ve nacer y crecer a Susan Sontag, judía no
        practicante, hasta que tras la muerte de su padre, Jack Rosenblatt,
        antes de que Susan llegara a los cinco años y habiéndose visto
        acompañada casi todo su tiempo por una niñera prácticamente
        analfabeta que en poco pudo suscitar su interés, su madre, Mildred
        Jacobson se trasladó a Tucson y contrae nuevo matrimonio, siendo el
        de su padrastro el apellido con el que hoy por hoy la conocemos:
        Sontag.

        Compartió su niñez con su hermana Judith, pero en realidad nunca
        fueron compañeras de juegos ni de nada, así que siempre se sintió
        sola hasta el punto de afirmar, mucho tiempo después que la
        infancia es "una tremenda pérdida de tiempo". Estudió su
        bachillerato en Los Ángeles. Ya desde muy pequeña hizo de la
        literatura su mejor amiga. Las inquietudes intelectuales se
        convirtieron en el motor de su vida, y si antes de los diez años
        hizo de E. Allan Poe su padre literario, a los diez se declaró
        socialista tras leer Los miserables de Hugo. Devoró libros que
        compraba o incluso robaba si su economía no daba para tanto, hasta
        completar su ideario de un modo sólido y firme. Ideario que estaba
        muy influido además por la obra de T. Mann La montaña mágica, y por
        la de Harriet Sohmers, El bosque de la noche, lectura clásica y
        cumbre del lesbianismo al que más adelante se entregará nuestra
        autora, siendo muy conocida su larga relación con la fotógrafa Annie
        Leibovitz. A lo largo de toda su trayectoria, comprobamos como Susan
        Sontag ha hecho de la expresión artística una forma de crítica
        social en la que su vida y su obra van de la mano en lo que ella
        considera tarea fundamental de la literatura, que no es sino "luchar
        contra las simplificaciones" y "exponer la complejidad". Motivo que
        ha hecho que muchos la consideren la "conciencia pública" de EEUU.
        Susan Sontag está considerada como una de las mejores
        expertas en las costumbres norteamericanas de la década
        de los 60.

        Estudió en la universidad de Berkeley durante unos meses, pero la
        abandonó para trasladarse a la de Chicago, donde se graduó en menos
        de dos años, consiguiendo una Diplomatura en Artes. Allí conoció a
        gran parte de los intelectuales que influyeron en ella, así como a
        su marido, con el que se caso diez días después de conocerle. De él,
        Philip Rieff, tuvo a su hijo David, del que nunca se ha separado y
        con el que mantiene una estrecha relación, más cercana a la
        admiración mutua que al amor maternofilial. Su matrimonio hizo aguas
        y se vio a cargo de un niño pequeño y con muy pocos recursos
        económicos al haber renunciado a la pensión que, de suyo, le
        correspondía. A pesar de la penuria, mantuvo su sueño de ser
        escritora y a él dedicó todos sus esfuerzos, sobreviviendo de lo que
        conseguía de la publicación de artículos en la prensa, hasta que en
        1963 vio la luz su primera novela, El benefactor.
        Susan completó su periodo formativo en las universidades de Harvard
        y Oxford, donde se licenció en Filosofía y Letras y en Teología y
        marchó además a París, dónde mantuvo su primera relación homosexual
        seria. Con la publicación en 1964 de su artículo Notas sobre la
        Camp, en la revista Partisan Review, centró en ella toda la atención
        nacional, al redefinir el concepto de camp como el amor a lo
        antinatural, artificioso y exagerado. Está considerada como una de
        las mejores expertas en las costumbres norteamericanas de los 60, y
        fue todo un símbolo intelectual tras mayo del 68. Su figura destacó
        tanto en el mundillo editorial que a su madrinazgo le deben su obra
        escritores de la talla de Elias Canetti, Robert Walser o Roland
        Barthes (del que además ha sido editora, así como de Antonin
        Artaud), entre otros.
        Pero donde realmente ha destacado Sontag muy a su pesar, no es en
        literatura y eso que sus escritos has sido traducidos a 23 idiomas,
        y aunque además de la ya mencionada El Benefactor, tiene varias
        novelas, a saber, Equipo mortal (1967) y El amante del volcán (1992)
        libro que por cierto, ha tardado más de 10 años en escribir y que
        la autora describe como superviviente, puesto que ha sobrevivido a
        la guerra de Bosnia, un accidente de carro y un cáncer de mama que
        le fue diagnosticado en 1975, justo cuando más auge cobraba su
        carrera, y al que no se rindió a pesar de que se le concedió una
        esperanza de vida de tan solo unos meses, siendo fruto de su lucha
        contra una muerte anunciada el ensayo La enfermedad y sus
        metáforas), y un gran acervo de ensayos, como Contra la
        interpretación y otros ensayos (1966), Estilos radicales (1969) y
        Bajo el signo de Saturno (1980), Sobre la fotografía (1977), El SIDA
        y sus metáforas (1987); relatos, compilados en Yo, etcétera (1978),
        así como varios escritos sobre cine y teatro, es por su activismo
        político de izquierdas por lo que se la conoce a nivel
        internacional. Ha llegado a decir que la política no es para lo
        escritores, pero que "como ciudadana del mundo y ser humano" se ve
        obligada a prestar su voz a los sin voz.

        Defensora de Salman Rushdie y gran crítica de los escritores por no
        defenderle, directora de la obra teatral Esperando a Godot bajo el
        fuego de la guerra de Bosnia, amante del arte y la cultura,
        fotógrafa y actriz en películas de Woody Allen y personaje de
        cuentos de Cortázar entre otras cosas, nuestra genial protagonista
        da fe de una fuerza y un compromiso por la utopía de las libertades
        que no se detiene ante nada ni nadie. Capaz como pocos de transitar
        las sendas de lo cotidiano, de lo concreto, para después elevarse
        sobre lo soñado y traducir utopías en realidades.
        Además, no ha dudado en criticar las acciones
        terroristas de ETA que sólo matan civiles.

        En todas sus apariciones públicas ha arremetido contra personajes de
        la talla del ex secretario de Estado de EEUU, al que llamó "criminal
        de guerra", contra George Bush, al que califica de "señor horrible
        de Tejas", o contra Berlusconi, del que afirma que es un "rico
        tonto" o contra Sharon y su política "insostenible". Arremete contra
        García Márquez por no atreverse a criticar al gobierno de Fidel
        Castro, y no duda en hablar de campaña de los políticos y medios de
        comunicación para entontecer a la opinión pública tras los atentados
        del 11 de Septiembre. Además, no ha dudado en criticar las acciones
        terroristas de ETA que sólo matan civiles. En su obra aparece
        siempre, como nexo de unión, el esfuerzo a la hora de "insistir
        valerosa y responsablemente en los derechos de las víctimas, como
        testigo de una valerosa época todavía asolada por las guerras".
        En su haber cuenta con grandes galardones, como el National Book
        Award 2001, uno de los premios más prestigiosos de los Estados
        Unidos. También el Premio de la Paz 2003, otorgado por la Asociación
        Alemana del Comercio del Libro. Y por último el tan nuestro Premio
        Príncipe de Asturias de las Letras 2003, junto a Fátima Mernissi.

        http://www.portalmundos.com/mundofiloso ... sontag.htm


        Considerando el dolor ajeno

        Regarding the pain of others, por Susan Sontang Poder captar la muerte cuando está ocurriendo actualmente y embalsamarla para siempre es algo que sólo las cámaras pueden lograr. Y los retratos tomados por fotógrafos en el campo de batalla en el momento (o justo antes) de la muerte son las más célebres y más reproducidas de las fotos de guerra. Susan Sontang. Considerando el dolor de los demás es el más reciente libro de la destacada escritora feminista Susan Sontang (Nueva York, 1933 ) sobre la guerra y otras infamias y de las imágenes en fotografías. Sontang es considerada la mujer más inteligente de América. Comienza la autora recordando el libro escrito por la inglesa Virginia Woolf, titulado Tres Guineas sobre sus reflexiones y pensamientos en contra de la barbarie de la guerra y cómo las mujeres siempre estamos en contra de los horrores, la degradación del ser humano, la ruina y la destrucción que conlleva. Susan Sontang recibió este año el Premio Príncipe de Asturias, ella es una candidata al Premio Nobel de Literatura y una intelectual muy respetada en el mundo. Nacida en 1933, Susan Sontag lleva 40 años dedicada a la escritura de narrativa y ensayos periodísticos. Este libro de ensayos es otro gran logro literario de la brillante intelectual norteamericana. Considerando el dolor ajeno es una obra deslumbrante de gran fuerza, que jamaquea, bien documentada, escrita en prosa fluida. Es una de las voces más comprometidas de Estados Unidos, Susan Sontag, desprecia y teme al gobierno de Bush y aboga por una vida con visión crítica, para lo cual es necesario tener una idea de vida mejor, advierte la intelectual estadounidense. Ha recibido amenazas de muerte por correo y teléfono, a partir del 11 de septiembre, cuando su primera reacción fue criticar la retórica empleada por la totalidad de los voceros autorizados de Estados Unidos. Desprecio y temo a este Gobierno (el presidido por George W. Bush), sostiene Sontag. El problema no es que exista censura indirecta. El problema es que se tiene sólo un partido político, el Republicano. Los demócratas están debilitados. No existen. Hay un acuerdo entre ambos partidos, porque aunque los demócratas pretendan una imagen más sofisticada, no fomentan el debate sobre los temas realmente importantes.

        No hay discusión sobre la pena de muerte, los impuestos, el medio ambiente. Así que la voz de mucha gente no está políticamente setenta, la gente no va a votar. Hay que saber que a este Gobierno lo eligió el 20% del electorado, porque el margen fue muy estrecho y hubo abstención del 60%. Sontag no subestima a Bush, al cowboy, como le dice en un artículo. Al referirse a él sonríe pícaramente, mira de reojo, crea expectativa. Por supuesto que es muy estúpido. Recuerda que fue Francisco Goya el primero en representar Los desastres de la guerra en ochenta y tres grabados en aguafuerte hechos entre 1810 y 1829 donde representa las atrocidades perpetradas por los soldados de Napoleón que invadieron España en 1808 para reprimir y someter a los rebeldes contra el levantamiento de los insurrectos ante el régimen francés. La guerra no es un espectáculo y sus series de grabados lamentan las monstruosidades y la maldad de los invasores, el sufrimiento que infligieron a sus víctimas.

        Desde que las cámaras fueron inventadas en 1839 la fotografía ha mantenido una estrecha relación con la muerte. Siendo éstas superiores a los dibujos y pinturas realizadas al respecto. La fuerza de una fotografía supera las palabras, registra con crudeza la pesadilla y la desgracia a la que nos lleva la guerra. Recordamos las tomas de los niños mutilados durante la reciente guerra en Irak, el dolor de sus miradas, sus rostros desconsolados, sin esperanzas, quedamos ante la realidad de sus vidas desmembradas y destruidas. Y la frustración de no poder hacer nada al respecto nos acompaña. Hay una foto de un pequeño sin brazos que ha perdido a sus padres, que nos dice todo. La indignación moral, la compasión que sentimos se transforma en una acusación sobre la crueldad humana y un descontento constante. Nos acostumbramos a ver el sufrimiento a distancia. Las fotos documentan la destrucción de la guerra con autenticidad. Susan Sontang nos brinda un retrato convincente de la violencia de la guerra y los desastres que conlleva en la vida real. Estudia y denuncia lo que hace la guerra, cómo arruina, rasga, arrebata, desmiembra, desgarra, arrasa con todo y sus letales efectos en la sociedad. Este monstruo moral nos llena de odios y de las más bajas pasiones del ser humano.Cuando hay fotos la guerra se vuelve real. En un mundo saturado de imágenes, aquellas que deben importarnos van perdiendo su efecto. Nuestra cultura de espectadores neutraliza la fuerza moral de las fotografías de atrocidades. El famoso poeta francés autor de Flores del Mal, Charles Baudelaire, escribió en su diario: Es imposible ojear cualquier periódico, no importa el día, el mes o el año, sin encontrar en cada línea los más terribles trazos de perversión humana. Cada periódico desde la primera a la última línea presenta una serie de horrores. Guerras, crímenes, robos, torturas, abusos, las más crueles conductas de los príncipes, naciones, e individuos, nos encontramos ante una orgía de atrocidad humana. Vemos que las personas se van desensibilizando ante el dolor ajeno y la violencia que observa en los medios cotidianamente. Vivimos en una sociedad del espectáculo. Los ciudadanos modernos consumen espectáculos violentos, les gusta el riesgo y han aprendido a ser cínicos y no creen en nada. Pocas personas desean que les hagan un retrato en el que aparezcan sonriendo. En las pinturas de los grandes maestros sólo sonríen los payasos y los bobos. Una fotografía debe mostrarnos nuestra esencia, tal como intentamos ser, como desearíamos que nos recordaran, lo cual implica serenidad. La vida es dura. El filósofo Edmund Burke afirma que la gente disfruta la desgracia ajena y se regocija observando las fotos e imágenes de personas sufriendo. Estoy convencido que tenemos un grado de gozo ,y no pequeño, en la desgracia real y el dolor ajeno. Considerando el dolor de los otros aborda el tema de los enfermos del SIDA y de las razas amarilla y negra en cuanto a que son expuestos en fotos que los presentan de manera denigrante. Exhibir fotografías de las crueldades infligidas a otros, como trofeos de guerra como hicieron los norteamericanos recientemente, con las fotos tomadas a los hijos de Hussein, o anteriormente al Che Guevara o en publicaciones exóticas de seres humanos en países de África y Asia ha sido una práctica que disfrutan y venden los medios norteamericanos. La foto del soldado talibán rogando por su vida fue portada prominente del New York Times. Y el retrato que salió en primera plana del joven soldado estadounidense que pisa la cabeza de una señora musulmana, poco antes de matarla.

        Con respecto al dolor ajeno afirma que los medios de comunicación se pusieron de acuerdo para que no salieran las fotografías de las víctimas del 11 de septiembre por considerarse de mal gusto. Se omiten las tomas de los blancos y europeos. Salen las fotos de los negros, asiáticos y latinos mutilados y muertos. Cuando sacaron las primeras fotos de las víctimas de los campos de concentración nazi fue un gran escándalo. Hay interesantes ensayos: El SIDA y sus metáforas, La estética del silencio, Contra la interpretación, Yo etcétera, Fascinante fascismo, Sobre la fotografía, Notas sobre lo Camp Bajo el signo de Saturno, Mujeres (junto a la fotógrafa Annie Leibovitz). Ha dirigido y escrito guiones para películas y films, Dúo para caníbales y Hermano Carl, ha tenido un gran impacto en el arte experimental y ha introducido nuevas ideas a la cultura norteamericana. Nace en Nueva York en 1933, su padre Jack Rosenblatt era un comerciante judío que tenía un negocio de pieles en la China, muere de una tuberculosis pulmonar cuando ella tenía 5 años. Su madre Mildred, se casa con el capitán Nathan Sontang, 7 años más tarde. Susan creció en Tucson, Arizona y en Los Angeles, California. A los 15 años ingresa a la Universidad de California, en Berkeley (1948). Al año siguiente se transfiere a la Universidad de Chicago donde se gradúa en 1951. Contrae matrimonio con el instructor de sociología Philip Roeff y se divorcian en 1950. Continúa sus estudios de doctorado en la Universidad de Harvard. Hacia 1957-58 estudia en la Universidad de París. Comienza su carrera como novelista a los 30 años con El benefactor, una novela a cerca de la formación del carácter. Su segunda novela Estuche de muerte (1967) es una meditación en forma de pesadilla sobre la relación entre la vida y la muerte. Su tercera novela El amante del volcán (1992), es la mejor lograda. Su cuarta novela En América la hizo merecedora del Premio Jerusalem Book Prize 2001 en Israel y del National Book Award for Fiction en 2000. Considerada bohemia en la escena newyorkina a principios de los sesentas, adquiere una reputación como una polémica intelectual radical-liberal que tiene un profundo conocimiento de la cultura antigua y moderna europea y que la reinterpreta desde el punto de vista americano. Desde 1979 es miembro de la Academia Americana. Escribe La enfermedad y sus metáforas en 1978, después de haber vencido y padecido tras su tratamiento por el cáncer. El amante del volcán fue un éxito de ventas, ubicada en el siglo 18 y trata sobre el drama amoroso entre el embajador Sir William Hamilton de 56 años y su esposa Lady Emma de 20 años. Estudia al coleccionista, la revolución y la posición de la mujer en el siglo XVIII. Su último libro es una colección de ensayos titulado Donde termina el estrés (2001). El trasfondo psicológico y el conocimiento profundo de situaciones vividas e investigadas de manera erudita hacen de esta obra una indispensable lectura para los que nos preocupa y afecta el sufrimiento de los demás. La brillantez y la sabiduría que atesora este libro, la belleza de su prosa y la solidez de su entorno hacen de esta obra una joya literaria. Bibliografía: Sontang, Susan, Regarding the pain of others, Farrar, Strauss & Giroux, New York, 2003.


        http://www.estrelladepanama.com/site200 ... iedad.html
        dolores_pain
          dolores_pain
          Triste noticia, en efecto. Susan Sontag era sin duda una de las voces crìticas màs respetadas de los USA y una ensayista de prestigio. De lo que he leìdo de ella me quedo sobre todo con su excelente La enfermedad como metàfora y con un ensayo breve sobre la pornografìa titulado La imaginaciòn pornogràfica. Desde el punto de vista humano, su labor en Sarajevo o contra la invasiòn de Iraq por su paìs dan idea de su enorme compromiso polìtico.


          Y ademàs era lesbiana, pero eso es lo de menos...


          Por fortuna su obra le sobrevivirà.

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