Un acto homófobo en un vuelo entre París y Nueva York ocurrió cuando a una pareja gay se le solicitó que no se besara a bordo y no polemizara al respecto, amenazando con retornar el avión al aeropuerto de origen.

Un acto poco difundido de dsicriminación, fundada en temores terroristas, se dió en agosto pasado cuando la pareja conformada por Stephan Varnier y su compañero George -pasajeros de un vuelo de American Airlines entre París y Nueva York- fué intimada a dejar de "tocarse y besarse" -según palabras de la azafata- y no inquirir al respecto, bajo la amenza de retornar el avión a su origen si no cesaban en este comportamiento.

Todo acontenció durante un vuelo el 22 de agosto pasado, cuando Stephan posó su cabeza sobre el hombro de su compañero y le dió pequeños besos. Inmediatamente se acercó una azafata que les solicitó dejar de "tocarse y besarse", sentenciando por órdenes del Jefe de Cabina: «…besarse es inapropiado en un avión.»

El punto máximo de tensión se dió cuando otra pareja sentada poco más atrás, solidarizándose con Stephan y George, indagó sobre la actitud de la tripulación. Poco después, el comandante de a bordo no dudó en amenzar con retornar el vuelo al origen si las parejas no cesaban en sus planteos.

Al parecer todo fue generado por el miedo al terrorismo, según declaraciones de la empresa American Airlines. ¿Pero se justifican la actitudes homofóbicas fundadas en la prevención del terrorismo?
En declaraciones a la revista francesa Têtu  la dirección de American Airlines se defendió de toda discriminación aduciendo que «consideramos que el comportamiento de la tripulación fue normal y no discriminatorio. Mientras que la seguridad en vuelo está en un nivel elevado, todos debemos hacer el máximo esfuerzo para asegurar un viaje tranquilo, acogedor y confortable. Los comportamientos perturbadores son inaceptables, cualesquiera sean el género y la orientación sexual de los pasajeros implicados.»