Noam Chomsky es uno de los lingüistas más reconocidos a nivel mundial, un gran científico humanista que siempre ha sido claro a la hora de dar sus opiniones. Es norteamericano, lo que a algun@s por allá les escuece especialmente, porque nunca se ha callado la boca sobre lo que ocurre en su país.


Aquí os dejo un trozo de una entrevista publicada el 11 de octubre de 2002 en la que hace referencia clara a la masacre que se está realizando ahora mismo (podríais pensar que es medio brujo, pero no, una persona que tiene sus conocimientos y capacidad de análisis, claramente podría haberlo vaticinado) os dejo el link para quienes estéis interesad@s en leer toda la entrevista que es muy interesante. La entrevista es realizada por Atilio A. Boron.



La batalla imperial en Oriente Medio


Atilio A. Boron: Todo parece indicar que la política de reafirmación imperialista de los Estados Unidos bajo el lema de la guerra contra el terrorismo en Oriente Medio hace caso omiso de una lectura mucho mas compleja de la realidad. Aquella que nos dice que los acontecimientos del 11 de septiembre sirvieron para amparar las pretensiones norteamericanas de acrecentar su control sobre una de las regiones más estratégicas del planeta y en donde se encuentran las mayores reservas energéticas del mundo.


Noam Chomsky :

Ellos pueden vencer a Irak bombardeándolo, pero hay que recordar que la preocupación principal es controlar las reservas energéticas del Golfo Pérsico. Esto es lo crucial ya que se trata de las reservas de energía mas grandes del mundo, sobre todo las de Arabia Saudita y los Emiratos ?rabes. Irak es el segundo productor más grande de petróleo en el mundo. La riqueza de Dick Cheney proviene del petróleo irakí. Este ingresa a través de su compañía a los Estados Unidos bajo el manto de los programas humanitarios. Salvo que el mundo cambie, los Estados Unidos tomarán posesión de Irak. Por la simple razón de que es el segundo productor de petróleo en el mundo. En este momento existe suficiente petróleo en el mercado, de modo que no necesitan traer más, pero cuando lo necesiten, Irak será el próximo objetivo. Bombardear Irak y destruir sus campos petroleros no servirá de mucho. El problema es que no saben qué sucederá en las regiones claves como Arabia Saudita. Si allí la población reacciona, estarán en graves problemas. Este es el principal centro de producción de energía del mundo. Pero sus reservas alcanzan solo para una, tal vez dos, generaciones. Esto ya se sabía en los años cuarenta. Norteamérica fue hasta 1970 el mayor productor de petróleo del mundo, por eso no importaba petróleo desde Arabia Saudita. Pero en los años 40 el Departamento de Estado reconoció en Arabia Saudita una fuente estupenda de poder estratégico y la mayor reserva de petróleo de la historia mundial. Por eso los Estados Unidos decidieron controlar la región una vez expulsados los alemanes y nunca volvieron a permitir la intromisión francesa. También allí Gran Bretaña fue reducida al papel del socio menor.

Desde entonces el control de las fuentes de petróleo fue estratégico para el dominio del mundo. Aun si los Estados Unidos encontraran otra cuenca petrolífera siempre querrán controlar Medio Oriente. Si en Irak la población reacciona, se enfrentarán con una guerra de mayores proporciones. En estos países la población está insatisfecha con las políticas de Estados Unidos en la región. Si bien los periodistas parecen ignorarlo, los historiadores saben sobre las razones del odio contra nosotros. Durante la administración de Eisnhower, los archivos clasificados comprobaron que 1958 fue uno de los años más importantes en la historia de la postguerra. Muchas cosas sucedieron en ese año. Los Estados Unidos enfrentaron tres crisis importantes en el mundo, que ahora conocemos por las discusiones que hubo en el gobierno. Todas ocurrieron en países productores de petróleo, y todas en países islámicos.

Una fue en Indonesia, otra fue en Africa del Norte, Argelia, y la otra fue en Irak, en Medio Oriente. Estas fueron las tres grandes crisis que enfrentó la administración de Eisnhower. En el debate interno la pregunta era si los rusos estaban involucrados en esas crisis. Lo descartaron; de hecho, Eisnhower negó firmemente que los rusos estuvieran implicados, lo cual es absolutamente cierto. Tal como ocurriera las más de las veces durante la guerra fria, los rusos fueron un pretexto. Al igual que durante la dictadura militar en Argentina, que no fue establecida para defender a nadie de un eventual ataque ruso. Estas tres crisis ocurrieran todas en países islámicos, todos productores de petróleo. Eisnhower no era ningún tonto cuando dijo "hay una campaña de odio contra nosotros, y no de los gobiernos sino de la gente". Y entonces se produjo una discusión acerca de las causas de ese odio. El Consejo Nacional de Seguridad produjo un lúcido análisis, diciendo que en estos países "y de hecho en el mundo islámico en general" existe una percepción de que los Estados Unidos están apoyando a los gobiernos que mantienen el statu quo. Esto significa apoyar a gobiernos muy represivos para garantizar sus propios intereses sobre el petróleo del Cercano Oriente. Se dijo que ésta percepción era muy difícil de contrarrestar, porque era correcta. Que era natural que los Estados Unidos apoyaran a los gobiernos que mantenían el statu quo a cambio de lo cual se aseguraban el abastecimiento de petróleo. Por eso no podemos realmente desarticular una campaña de odio contra nosotros, porque es la pura verdad. Ahora, aquello fue en 1958 y ya se conocía la respuesta al por qué hubo una campaña de odio.

Pero estas preguntas reaparecen ahora y cada analista inventa nuevas historias acerca del fracaso del mundo ?rabe y todas estas cosas. Pero si conocieran algo de historia sabrían la respuesta. Y esto no tiene nada que ver con estas teorías fantasiosas sobre choques de civilizaciones o algo por el estilo. Esto tiene que ver con el imperialismo tradicional. Pero se supone que uno no debe decir cosas como éstas. Y esto se remonta a mucho tiempo atrás. Ustedes conocen la campaña de odio contra los franceses en Vietnam ¿fue esto un choque de civilizaciones? No, de ninguna manera. De modo que, las respuestas son contundentes. Si Washington decidiera bombardear Irak, avivaría la campaña de odio, un odio que ya existe por justas razones. Esta campaña se inscribiría en una escalada que escaparía de las manos de los propios gobiernos interesados en fomentarla. Por otro lado, hay sectores dentro del gobierno norteamericano que están lo suficientemente enajenados como para querer matar a cualquiera que les desagrade. Creo, sin embargo, que serán mantenidos bajo control porque son demasiados peligrosos



http://www.rebelion.org/chomsky/chom10102.htm