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Poesía

mendi
    mendi

    Perdón chicas, se me fue la pinza. La poesía En Ti La Tierra es de Pablo Neruda. Cabecita la mía....

    jara_e
      jara_e

      Mientras tú existas...

      Mientras tú existas,
      mientras mi mirada
      te busque más allá de las colinas,
      mientras nada
      me llene el corazón,
      si no es tu imagen, y haya
      una remota posibilidad de que estés viva
      en algún sitio, iluminada
      por una luz cualquiera...
                                                    Mientras
      yo presienta que eres y te llamas
      así, con ese nombre tuyo
      tan pequeño,
      seguiré como ahora, amada
      mía,
      transido de distancia,
      bajo ese amor que crece y no se muere,
      bajo ese amor que sigue y nunca acaba.

          ANGEL GONZÁLEZ

       

      mendi
        mendi

                                                                                    

                 YO TE SOÑÉ UNA TARDE

        Mujer, hecha de todas mis ficciones reunidas

        has vibrado en mis nervios como una realeza,

        llorando en los senderos de la ilusión perdida

        siempre he sentido el roce de tu ignota belleza.

        Marchitando mis sueños y mis buenas quimeras

        te he forjado a pedazos celestes y carnales

        como un resurgimiento, como una primavera

        en la selva de tantos estúpidos ideales.

        He soñado tu carne divina y perfumada

        en medio de un morboso torturar de mi ser,

        y aunque eres imprecisa, sé cómo eres, amada,

        ficción hecha realeza en carne de mujer.

                                   Pablo Neruda

                                

        jara_e
          jara_e

          Cuerpo a la vista

          Y las sombras se abrieron otra vez
          y mostraron su cuerpo:
          tu pelo, otoño espeso, caída de agua solar,
          tu boca y la blanca disciplina
          de tus dientes caníbales,
          prisioneros en llamas,
          tu piel de pan apenas dorado
          y tus ojos de azúcar quemada,
          sitios en donde el tiempo no transcurre,
          valles que sólo mis labios conocen,
          desfiladero de la una que asciende
          a tu garganta entre tus senos,
          cascada petrificada de la nuca,
          alta meseta de tu vientre,
          playa sin fin de tu costado.

          Tus ojos son los ojos fijos del tigre
          y un minutos después
          son los ojos húmedos del perro.
          Siempre hay abejas en tu pelo.
          Tu espalda fluye tranquila bajo mis ojos
          como las espalda del río a la luz del incendio.

          Aguas dormidas golpean día y noche
          tu cintura de arcilla
          y en tus costas,
          inmensas como los arenales de la luna,
          el viento sopla por mi boca
          y un largo quejido cubre con sus dos alas grises
          la noche de los cuerpos,
          como la sombra del águila la soledad del páramo.

          Las uñas de los dedos de tus pies
          están hechas del cristal del verano.
          Entre tus piernas hay un pozo de agua dormida,
          bahía donde el mar de noche se aquieta,
          negro caballo de espuma,
          cueva al pie de la montaña que esconde un tesoro,
          boca de horno donde se hacen las hostias,
          sonrientes labios entreabiertos y atroces,
          nupcias de la luz y la sombra,
          de lo visible y lo invisible
          (allí espera la carne su resurrección
          y el día de la vida perdurable)

          Patria de sangre,
          única tierra que conozco y me conoce,
          única patria en la que creo,
          única puerta al infinito. 

              OCTAVIO PAZ 
           

          wendal
            wendal

            pioggia d´estate cade dentro di me

            acini d´uva si schiacciano contro i miei vetri

            gli occhi delle mie foglie sono abbagliati

            pioggia d´estate cade dentro di me

            piccioni d´argento volano dai miei tetti

            la mia terra correo coi piedi nudi

            pioggia d´estate cade dentro di me

            una donna é scesa dal tram

            i polpacci bianchi bagnati

            pioggi d éstate cade dentro di me

            senza rinfrescare la mia tristezza

            pioggia d´estate cade dentro di me

            all´improvviso e all´improvviso s´arresta

            il peso dell´afa é rimasto dov´era

            al termine delle grosse rotaie arrugginite

                                                                                    (hikmet)

            alinamar
              alinamar

              Verano 1966

              Cuando me extiendo junto al mar,

              existe el agua y su palpitación

              y un cielo azul cuya profundidad

              es demasiado grande para mí.

              Sentir el mar, su lentitud viviente,

              es la magnificencia y el olvido,

              pero sentir la vida de los camaradas

              es ser el camarada de uno mismo.

              El cielo inmóvil tiene su razón, lo sé,

              pero la razón que hay en nosotros

              existirá aún cuando este cielo

              haya sido borrado por el viento y el frío.

              ANTONIO GAMONEDA

              gotamarina
                gotamarina

                10 DE JULIO, 1990

                Nada tengo para ofrecerte. Ninguna riqueza

                que darte. Ni la cabra de oro donde duerme el sueño

                de los siglos, ni la frágil flor y ardiente del olivo,

                ni armaduras y antiguos guerreros, su gloria o fortuna,

                nada tengo. Sólo esta casa, los silencios, las dudas,

                el sabor cercano de los días felices te ofrezco.

                Que para ti sea mi estación más cálida, la fruta más pura

                de los besos, y en ti sea fuente y río y renovada promesa

                mi deseo. Que los años que vienen traigan tardes

                muy largas y entre el sol como ahora por la ventana abierta

                rescatando para nosotros, del tiempo,

                el amor y la dicha.

                Berta Píñán,  Noches de incendio

                alinamar
                  alinamar

                  Yo no lo sé de cierto, pero supongo

                  que una mujer y un hombre

                  un día se quieren,

                  se van quedando solos poco a poco,

                  algo en su corazón les dice que están solos,

                  solos sobre la tierra se penetran,

                  se van matando el uno al otro.

                  Todo se hace en silencio. Como

                  se hace la luz dentro del ojo.

                  El amor une cuerpos.

                  En silencio se van llenando el uno al otro.

                  Cualquier día despiertan, sobre brazos;

                  piensan entonces que lo saben todo.

                  Se ven desnudos y lo saben todo.

                  (Yo no lo sé de cierto. Lo supongo.)

                  Jaime Sabines

                  Yo no lo sé de cierto...

                  alinamar
                    alinamar

                    Camino lentamente por la senda de acacias,

                    me perfuman las manos sus pétalos de nieve,

                    mis cabellos se inquietan bajo céfiro leve

                    y el alma es como espuma de las aristocracias.

                    Genio bueno: este día conmigo te congracias,

                    apenas un suspiro me torna eterna y breve...

                    ¿Voy a volar acaso ya que el alma se mueve?

                    En mis pies cobran alas y danzan las tres Gracias.

                    Es que anoche tus manos, en mis manos de fuego,

                    dieron tantas dulzuras a mi sangre, que luego,

                    llenóseme la boca de mieles perfumadas.

                    Tan frescas que en la limpia madrugada de Estío

                    mucho temo volverme corriendo al caserío

                    prendidas en mis labios mariposas doradas.

                    Alfonsina Storni

                    Tu dulzura

                    alinamar
                      alinamar

                      Asume tus errores.

                      Visto para sentencia queda el tiempo

                      de las manzanas y la luna blanca.

                      Como en noche de nieve,

                      el lobo que cruzó los almanaques

                      ha marcado sus huellas. Las conoces,

                      sabes qué significa

                      dejar de amar, dejar de ser amado,

                      sentir que los minutos se corrompen

                      en el embarcadero de la vida.

                      Y llega hasta el final,

                      mírate frente a frente.

                      Pero luego

                      ten orgullo y valor, no digas nada

                      sino en presencia de tus abogados

                      que se llaman memoria, realidad y deseo.

                      Porque todo concluye, pero nada se calma.

                      Que no puedas perder lo que perdiste

                      no da tranquilidad, sino vacío.

                      LUIS GARCÍA MONTERO

                      NOCHE DE NIEVES, DE “HABITACIONES SEPARADAS”

                      marial
                        marial

                        Por saber tuyo el vaso en que bebías,

                        una tarde de junio lo rompiste.

                        Bebió la tierra el agua, limpia y triste,

                        y ahora tienes la sed que no tenías.

                        Quizá otra vez vendrán tus buenos días

                        y bebas sin mirar, como bebiste.

                        O quizá el vaso en el que te ofreciste

                        otras manos lo quiebren, no las mías.

                        Igual que el que de noche se despierta

                        y busca cerca el agua preparada,

                        te buscó a ti mi voz y no escuchaste.

                        Pon a tu corazón desde hoy alerta:

                        no nieguen a tu sed enamorada

                        el mismo sorbo aquel que derramaste.

                        Antonio Gala

                        luciacd
                          luciacd

                          No sé si este poema lo habrá colgado alguna ya, porque lo cierto es que había tantos que no los he leído todos (espero que me lo perdonéis), pero para mí es uno de los que más me han llegado nunca.

                          Dónde el sueño cumplido... 
                          Dónde el sueño cumplido
                          y dónde el loco amor
                          que todos
                          o que algunos
                          siempre
                          tras la serena máscara
                          pedimos de rodillas


                          Y como veo que se va a quedar corto, os dejo otro de la misma autora.

                          No supiste
                          Pobre mi amor
                          creíste
                          que era así
                          no supiste.
                          Era más rico que eso
                          era más pobre que eso
                          era la vida y tú
                          con los ojos cerrados
                          viste tus pesadillas
                          y dijiste
                          la vida.


                          Idea Vilariño.

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