Historias desgarradoras de personas LGTB que viven en la India victimizadas y subyugadas por la ley, la familia y la sociedad, así como historias de esperanza de jóvenes que han salido del armario con valentía. 

El documental habla con personas de diferentes orígenes, edades y experiencias, como Betu Singh, quien en 1997 comenzó Sangini Trust, la primera organización para ayudar a lesbianas en Nueva Delhi. Tristemente, Betu Singh murió en 2013, antes de que incluso este documental terminara de rodarse.

Historia como la de la parejas de lesbianas que se fue a vivir juntas, sólo para que uno de los padres de una de ellas presentara una denuncia policial, alegando que les robó.

O la trágica historia de Christy Jayanthi Malar de 38 años, y Rukmani de 40 años, que se incendiaron y quemaron hasta morir mientras se abrazaban. Un dramático resultado directo de sus familias tratando de separarlas.

Pero el documental también tiene un halo de esperanza con las nuevas generaciones LGBT que viven abiertamente y con esperanza sus vidas. Y la lucha de organizaciones pidiendo la derogación de la sección 377 del Código Penal de la India, que establece la homosexualidad como delito.