He estado tentada de no reseñar este libro porque es un libro que no leería ya que dista mucho de lo que suelo leer, y la propia autora me dio ánimos cuando en uno de los relatos de este libro leo que rechaza presentar un libro de una chica lesbiana que tiene millones de seguidores en las redes sociales, ni idea de quién puede ser, diciendo que es malo.

Pero como creo que esto es cuestión de gustos y nadie va a venir aquí buscando una crítica literaria, voy a comentaros de que va “Yo quería ser Elena Solís” y lo que me ha parecido. Además igual alguien me lee y lo que digo sobre el libro a ella le parece interesante y le gusta, así que ¡allá voy!

“Yo quería ser Elena Solís” es el primer libro publicado en España de Elena Solís. Es una serie de relatos, algunos con título propio, otros no, que van tejiendo a una mujer que descubre su identidad. La editorial Turpial hace un buen trabajo de edición y como veis en esta foto de abajo el libro ha venido con plástico; no se si serán así todos, pero con el trote que suelen recibir los libros en las tiendas no está de más la protección extra. 

Lo primero que llama la atención es el título, “Yo quería ser Elena Solís” y la autora se llama Elena Solís, si, efectivamente, es ella misma! Es entonces cuando leo en la contracubierta, ¿se dice así? ¿contracubierta? No, la wikipedia me ha chivado que se dice solapa. Bueno, que leo en la solapa que Elena Solís estuvo casada, es madre, lo que le ha llevado al activismo,..así que pienso, ah, este es un libro de una mujer que no sabía que era lesbiana, o que se negaba a admitirlo y se embarca en un matrimonio  con un hombre hasta que se descubre a sí misma, de ahí el título: una historia sobre su vida hasta que por fin es quien quiere ser: ella misma.

Pero no! Vas encaminada, pero no tanto! Desde el principio sabe que es lesbiana, es más, sabe lo que quiere prácticamente desde la primera línea, y confiesa que se embarca en el matrimonio para poder sostener esa vida. Una “confesión” un tanto absurda a mi entender porque todo el relato posterior no hace más que negarlo. En realidad es una huída de las responsabilidades de ser quien eres, de no querer iniciar el camino de convertirte en lo que quieres ser, en resumen lo postpone.

El matrimonio es absolutamente malsano, malos tratos psicológicos incluidos. Es una relación totalmente alejada de lo que debería ser una pareja, lógico teniendo en cuenta cómo empieza. Ella hace teatro intentando ajustarse a un ideal que no puede crear, y él intentando meter con calzador la relación en su vida, porque parece que en eso juegan al mismo juego, ambos siguiendo las convenciones; ellas sin creer en ellas y él creyendo, pero ambos sin querer estar ahí.

Pero es que además, tiene tela todo el asunto, porque para descartar la hipótesis como ella llama a esta “experiencia”, escoge “al tipo” menos adecuado. Es verdad que la primera descripción promete, eso de la torpeza,... pero el tipo resulta ser todo un tipejo! Así que se embarca en esta especie de experimento científico con la finalidad de hacer todas las pruebas posibles y descartar la “hipótesis”, descartar que el matrimonio sea posible.

El primer relato tras la liberación, léase ¡adiós tipejo!, adquiere voz propia acorde a la nueva libertad que acompaña a la protagonista y pasa de la tercera persona del primer relato a la primera durante el resto del libro. Vuelve a la tercera persona en un par de relatos, supongo que no se sentía ella misma o no se reconoce en ellos. Incluso en algún relato mezcla la primera y la tercera persona. Pero la liberación está asentada firmemente y ¡no hay vuelta  atrás!

La narración es sencilla y directa. A menudo parece como si estuviera lanzando ráfagas de traca tras traca, como si no pudiera aguantarse (y no lo hace claro, para eso escribe los relatos). El estilo de frases cortas y el lenguaje directo e irónico funciona muy bien en los relatos cortos aunque a veces me despista la situación por la brevedad de la narración. Es curioso cómo cambia la estructura, del relato relativamente largo del matrimonio, el primer relato,  a los cortos, a veces de una página o menos, que encontramos por la mitad .

El resto de relatos sigue en la misma línea que el primero pero con mucha más vida y en primera persona, ya es Elena Solís. También pasa de un relato que puede encajar más en ficción ya que cuenta una historia con principio, un desarrollo y un fin, a algo más parecido a un diario donde escribes lo que se te pasa por la cabeza, lo que te ha ocurrido en el día. Todos los relatos se sitúan en la línea que separa realidad y ficción, a menudo cruzando de uno al otro lado, por lo que muchas veces te encuentras preguntándote ¿será verdad? ¿ocurrió?

Terminado el libro me encuentro pensando que hay un aire de suficiencia en algunos relatos que no me gusta. La autora no tiene problemas en exponer sus egoísmos o incluso mezquindades en los relatos; la verdad y exponer su vida son constantes en el libro, y eso me gusta, nada de hipocresías o esconder defectos! Pero este desprecio a la forma de vida de otras personas es lo que me ha dejado mal sabor de boca. Se apresura a juzgarlas, como diciendo a otros que vuestra vida es mentira o que no tiene el mismo valor que la mía porque la mía es la buena. Es cierto que encierra una crítica al modo de vida actual del consumismo y al propio que ella le tocó vivir, el de seguir las convenciones, y que es una mujer enamorada que ha conseguido ser quien quería ser y está orgullosa de ello, sin embargo creo que la sinceridad con la que se expresa, sin tapujos, lo que se se le pasa por la cabeza, hace que quede esa sensación de superioridad en algunos relatos. En todo caso es una autora valiente para atreverse a escribirlo todo, y dejar que nos metamos en su vida, y seamos nosotras quien la juzguemos, que al fin y al cabo es lo que estoy haciendo en estas líneas :-D

En resumen, “Yo quería ser Elena Solís” es un libro que se lee bien, y al ser de relatos se hace muy ameno, y que probablemente te interese si te gustan libros sobre historias reales de personas y experiencias vividas, el lenguaje directo, y la verdad sin censura ni tapujos.

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