San Valentín en clave bollo
Mónica y Montse, 35 y 32 años. Se casan en octubre: «Vamos a romper el armario a patadas»
En La Ribera, un pueblo de 600 habitantes junto a Ponferrada. Allí nacieron Mónica Ramos y Montse González, aunque hoy vivan cerca de San Sebastián, en Usurbil. Son primas «segundas o terceras» -«nuestros bisabuelos eran hermanos»-, así que quién podía imaginar que cuando su familia las instaba a estar juntas alimentaba un amor que después podría resultar incómodo. Tenían 21 y 18 años cuando la muerte en accidente de un amigo común echó a una en brazos de la otra.
Mónica: «Yo siempre he sido lesbiana, lo sé desde niña, pero Montse, tú no, así que no sospechaba que pudiera gustarle».
Montse: «Te lanzaba indirectas, pero no te dabas cuenta. Hasta que te escribí aquella especie de poesía. ¿Te acuerdas? Yo soy bisexual, siempre pensé que me enamoraría de una persona, fuera hombre o mujer. Me encantaban tus ojos, luego miraba tu boca y ya me perdía, así que volvía a tu mirada...».
Mónica: «Si me pinchan cuando leí aquella carta no sale sangre. Así que el 4 de junio, en la fiesta del Corpus Christi, nos emborrachamos y te llevé a mi coche».
Allí desgastaron la cinta de Bryan Adams, la que tenía la canción del verano del 69. Han pasado 14 años y siguen juntas. Y muy contentas, a la vista de la cantidad de cucamonas que se regalan. El 4 de junio es, por tanto, su día de celebración, no necesitan 'sanvalentines'. Pero están a punto de tener otro fecha señalada: el 4 de octubre se casarán en el Ayuntamiento de Ponferrada. Ya han estado mirando anillos. Y eso que Montse era «antimatrimonio». A Mónica simplemente le daba igual.
Montse: «Cambié de idea cuando sentí rechazo hacia ti en mi entorno, y pensé que si me casaba sería un acto de rebeldía».
Mónica: «No lo creía cuando me lo dijiste. Esto va a ser romper con todo, vamos a reventar el armario a patadas».
Las familias con parejas homosexuales en su seno suelen dar las cosas por hechas para no abordar el tema, es un mundo de sobreentendidos. Así que después de 14 años y aunque en la casa de tres habitaciones de Mónica y Montse sólo hay una cama -«no es por falta de espacio»-, esta boda va a causar conmoción. Montse todavía no se lo ha dicho en persona a su madre, Paula, pero sabe que no le gustará. Deberá ir, mirarle a sus ojos castaños y esperar su reacción.
Mónica: «Se lo dijo mi madre a la tuya y se llevó un disgusto».
Montse: «Quiero que venga a la boda, pero respetaré su decisión».
Pase lo que pase se jurarán fidelidad en otoño. Eso no quiere decir que, de vez en cuando, no pellizquen los celos. Mónica seguirá aborreciendo cuando a Montse le 'entran' los tíos y ésta mirará raro si alguna pretende algo con su chica. Pero así es la vida. Lo sabe Aute: «Y aunque enamorarme de ti me lo tengas prohibido, quiero bailar un 'slow' with you tonight, my love».
Extracto de un artículo publicado en Diario Vasco.com
Comentarios
missbollo
16 de February de 2008 a las 19:24
15 de February de 2008 a las 16:10
lamaris
15 de February de 2008 a las 12:42
bilitis
14 de February de 2008 a las 21:57
peke0713
14 de February de 2008 a las 21:14
luci3rnag4_90
14 de February de 2008 a las 20:21
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