Millie Blake, una jugadora de fútbol de último año instituto, tiene su vida patas arriba después de un altercado con Andy Wellick, una compañera de clase que es abiertamente lesbiana. Como castigo las dos son condenadas a un mes de servicio comunitario en un asilo de ancianos.

A medida que comienza a relacionarse no solo con dos de las residentes, Jade y Pepper, y también con Andy, Millie comienza a entenderse a sí misma volviendose más segura de quien es.