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Triviales tribulaciones de una tribada atribulada y otras

chinaski
    chinaski

    Hoy, lunes 30 de marzo, quiero ser el amor a quemarropa de Fanfarlo -objeto de disparos de sexo mojado y fronterizo-, el arrecife de soles acuosos de Cascarita -azul y concétrico como un poema redondo-, las instrucciones "cronopias" e intemporales que Kool rescata de "otras famas" cortazarianas y las confesiones de Brigitte en Chamberí, a quien, por enésima vez, le regalo - lo hace Celaya- este poema:

    CUÉNTAME COMO VIVES, CÓMO VAS MURIENDO

    Cuéntame cómo vives;
    dime sencillamente cómo pasan tus días,
    tus lentísimos odios, tus pólvoras alegres
    y las confusas olas que te llevan perdido
    en la cambiante espuma de un blancor imprevisto.

    Cuéntame cómo vives;
    ven a mí, cara a cara;
    dime tus mentiras (las mías son peores),
    tus resentimientos (yo también los padezco),
    y ese estúpido orgullo (puedo comprenderte).

    Cuéntame cómo mueres;
    nada tuyo es secreto:
    la náusea del vacío (o el placer, es lo mismo);
    la locura imprevista de algún instante vivo;
    la esperanza que ahonda tercamente el vacío.

    Cuéntame cómo mueres;
    cómo renuncias -sabio-,
    cómo -frívolo- brillas de puro fugitivo,
    cómo acabas en nada
    y me enseñas, es claro, a quedarme tranquilo.

    brigitte
      brigitte

      Martes, casi Abril

      Me desperté antes de que el móvil, que hace las veces de un despertador, me avisara. Me ducho dispuesta a ir andando y evitar los agobios del metro, pero Francino me entretiene y, no me queda más remedio que coger el “underground”, la "alternativa" a no ir andando. Mientras bajo las escaleras, voy sintiendo el calvario que me espera, el mío y el de los 400 que como yo, le aguardan. Tras varios empujones, pisotones y gritos que recuerdan a madres inocentes, consigo entrar y comienza la fase dos, que no es más que, asegurarse un asidero. La impotencia deja paso a la tranquilidad que da saber que, es materialmente imposible caerme por la ausencia de espacio. Se cierran las puertas y con sutilidad ocupo el minusculo lugar asignado para mi viaje. Me pongo el i-Pod de 80Gb (que si va) para hacer el sufrimiento más llevadero, y hasta sonrío cuando aleatoriamente aparece Perfect Day de Lou Reed y su Velvet “Underground”, y todo encaja. Encajaba diría yo, porque el puzzle que con paciencia habíamos construido entre todos en dos metros cuadrados, se destruye ante la llegada a la próxima parada o estación del calvario. Y llega lo mejor. Lo mejor, es la gente, la gente amable y solidaria, esa gente rutinaria que es capaz de abrirse el periódico o un libro sin ningún rubor. Pues con El Mundo a mis espaldas y los relatos cortos de Eduardo Galeano  clavados en el costado prosigue mi calvario. Y me da por pensar que, en nada ya es Semana Santa, y se acerca la Pasión de la buena (no la turca), y la n-ésima reposición de Ben-Hur, y los primeros carteles con los helados, y las primeras tardes de terraza en Valladolid (porque en Madrid están todo el año),y en la maldita voz de Francino……….

      Ah! se me olvidaba, Henry y/o Gabriel gracias por el poema. Como dice Hank, tú otro yo: ¿qué diferencia hay entre poesía y prosa?- la poesía dice demasiado en demasiado poco tiempo; y la prosa dice demasiado poco y se toma demasiado tiempo. Así que no me entretengo más con tanta prosa.

      A Solas Con Todo El Mundo

      La carne cubre el hueso
      Y dentro le ponen
      Un cerebro y
      A veces un alma,
      Y las mujeres arrojan
      Jarrones contra las paredes
      Y los hombres beben
      Demasiado
      Y nadie encuentra al
      Otro
      Pero siguen
      Buscando
      De cama
      En cama.
      La carne cubre
      el hueso y la
      carne busca
      algo más que
      carne.

      No hay ninguna
      Posibilidad:
      Estamos todos atrapados
      Por un destino
      Singular.
      Nadie encuentra jamás
      Al otro.

      Los tugurios se llenan
      Los vertederos se llenan
      Los manicomios se llenan
      Los hospitales se llenan
      Las tumbas se llenan

      Nada más
      Se llena.

                                               C.B

      fanfarlo
        fanfarlo

        Abril 5 ;diario de la perdida, el deseo y las vacaciones.

         

         

        Pongo la mano en tu bragueta, las uñas las llevo pintadas de rojo; tú conduces y llevamos las ventanillas abiertas; hace calor, cierro los ojos y me imagino el mar, te lo digo, tu sonríes. Estamos a veinticinco kilómetros del mar, pones a Berlanga porque Berlanga es, entre muchas cosas, eso; el mar del Mediterráneo y mujeres con pañuelos Courrêges en la cabeza.

         En la maleta que me regaló mi madre por mi cumpleaños he guardado tu dildo. Ahora que me acuerdo, sonrío y te agarro más fuerte de la bragueta; suenan las pulseras que me compré en un bazar hindú de la playa de Alicante.

        Suspiramos y tú mueves la pelvis hacia atrás y hacia delante. Estás cachonda, lo noto y te muerdo la oreja. Hay que cambiar de marcha; me río fuerte y me aparto. El perro también sabe que llegamos al mar. Está nervioso.

        El sudor se pega a la piel, empezamos a ver el mar, está sereno. Un buen recibimiento por su parte. Los labios saben a sal y ya empieza la caravana. Apoyo los brazos en la ventanilla, no puedo quitar la sonrisa de la cara. Te digo que veo veleros y patinetes llenos de niños. Las palmeras se quedan a mano derecha.

        Más caravana, como siempre, pero hay sitio para aparcar. Las maletas, el perro, la botella de agua, el olor del jardín y el de la piscina comunitaria. El gato siamés de los vecinos rusos sale a saludarnos, que no le vea Nemo. El ascensor, apartamento treinta y seis, la puerta, que la abres tú porque se abre al revés; las persianas están bajadas, huele a cerrado, a los perfumes dulces de mi hermana, a las toallas de playa, al plástico de las colchonetas. Abro la terraza, veo el mar, tú te enciendes un cigarro, te toco el culo y te beso.

         

        Felices vacaciones a todas las que hacéis las tribulaciones.

         

         

         

         

         

         

         

         

         

         

        cascarita
          cascarita

          Lunes 6 de abril

          Despierto. Acero el mar y acero el cielo, como en esa foto de Hedison. Mientras me ducho, mi chica recoge mi ropa, que yo me empeño en sacar de la maleta, aunque sea para un par de noches y que, como siempre, es excesiva para un fin de semana. Tan excesivo como el desayuno que devoro. Tan excesiva como me parece la factura del hotel. Tan excesiva como la lluvia que nos empapa en el mercadillo. Tan excesiva como la grasa de los churros que me como con mi suegra. Tan excesiva como las ganas que tengo de llegar a casa y parar. Sencillamente parar.

             

          Desconocida
            Desconocida

            Miércoles 8 de abril.

            Cualquiera se atreve a escribir aquí,el listón es muy alto;pero señoras ...leyéndolas he de decirles,que una se enorgullece de ser mujer.

            En todos los post,se puede adivinar su gran inteligencia,destreza en el uso de la palabra,mentes abiertas,sentido del humor,etc,etc...me tienen totalmente entregada a su lectura.

            Una fiel seguidora de este post.

            Toscana.

            chinaski
              chinaski

              Lunes 13 de abril

              Empiezo el día no antes de lo previsto, pero sí antes de lo debido, de lo recomendable, antes de cuaquier otra cosa. La carretera se va dibujando infinita en el TomTom, un viaje infinito de dos horas y cuarto, una semana infinita de cinco días -cuatro noches- tercos como mentes primerizas, como novias primerizas, como lunes, primerizos que se concatenan. Conduzco. Pienso en el beso que le le dado a mi amor, que mi amor me ha dado, medio dormida, medio incorporada, medio en estado de vigilia, medio sueño que me besan; pienso en el gruñido de Nemo -siempre gruñe cuando me marcho y no me extraña, yo si fuese él también lo haría-. El día amanece más tarde que yo, eso me alegra, le llevo al menos hora y cuarto de ventaja, y siepre está bien llevarle ventaja a los días, eso hace que los lunes sean un poco menos lunes, y un poco más cualquier otra cosa mejor.

              Conduzco y pienso en los besos. Besos y gruñidos. Gruñidos y besos. Tampoco le pido tanto a la semana, joder. Me enfado con Dios, la cago, no tengo constancia alguna de su exstencia. Enfado que cae, como todos en saco roto. Doy cuatro horas de clase, me trago una reunión y paso las migas con dos cafés apresuradísimos, casi inciertos, casi tan nerviosos y breves que siento que aquí, el día está acortando la distancia. Organizo una lectura de los clásicos, alguien me pregunta por el cine experimental y me pongo contenta -jódete, lunes, de nuevo la ventaja es mía-.

              Como no demasiado bien, no demasiado nada, dejo que pase la tarde, la velocidad de crucero me da ventaja cuando el terreno es más o menos llano -no soy experta en etapas de montaña, o no todavía, al menos- necesito ver el horizonte, los límites de las cosas, lo limítrofe que está mi cuerpo del suyo, ahora que hablo con ella por teléfono, después del trabajo -el suyo, claro, el mío es estar lejos y alegrarme cuando alguien me pregunta por el cine de autor-; pues eso, que ahora que hablo con ella después del trabajo, recuerdo el mar y los paseos, y una tarde de lluvia torrencial en el que ella -así lo ha confesado- fue feliz para siempre secándose el vestido con mi ropa mojada y un té con leche.

              Dejo de tribular. El lunes se acaba. Felicito a iNoe por tener un lunes de la suerte y saboreo mi victoria enfundándome el maillot amarillo. Ostento el título de campeón de los pesos diarios laborales, y llevo una buena racha porque, aunque el lunes me deja un ojo señalado -un orzuelo ha conspirado en su favor- ha acabado claudicando y ha optado, finalmente, por tirar la toalla.

              cascarita
                cascarita

                Lunes 13 de abril

                Ultimamente lunes vence tanto que llega los martes. Y esta vez, a pesar del festivo de mi calendario académico, me escuecen los besos dormidos que no tuve que dar ni me dieron, me pesan los kilómetros que mi coche no hizo, me falta la voz con la que no prediqué, me salva la pregunta que no me hicieron y echo de menos el ronroneo que, al fin, me acunó. Mi lunes vicario se aloja en tu scrip, cara Chinaski.

                fanfarlo
                  fanfarlo

                  Abril 14; diario de la perdida y el deseo.

                   

                  Regalo hormonas. Regalo  los estrógenos que se han agrupado en mi útero y han montado una fiesta que se llama mioma. Es curioso porque su fiesta ha hecho que mi cuerpo sea el cuerpo de una mujer de tres semanas de embarazo. He intentado dialogar con mi cuerpo y con la fiesta de los estrógenos, y parece ser que no hacen trato. La ginecóloga ha decidido que me tome la píldora hasta que me quede embarazada y que, si eso, luego me lo quitan todo, el niño y la fiesta. Creo que a mi ginecóloga alguien debería explicarle que las relaciones sexuales que yo tengo no son hetero y que, aunque mi novia me fecunda cada vez que lo hacemos, lo del embarazo va a estar difícil. Además, la fiesta ha hecho que tenga una regla casi continua de un mes, y eso ya no es tan gracioso. Menos mal que existe ibuprofeno para los dolores, aunque esta vez no haya hecho efecto.

                   Me he tenido que comprar sujetadores porque he aumentado una talla y cuando me miro al espejo me cuesta reconocer mi cuerpo, que antes parecía enfermo, con estas nuevas formas redondeadas de mujer. Él va por libre y yo le sigo, creo que no llegaré ha alcanzarlo nunca. Este es mi cuerpo y no lo quiero, lo vendo, lo subasto, incluso lo regalo para que se haga con él lo que se quiera. Lo lesionaré, lo destrozaré e incluso puede que, en algún momento de flaqueza, lo quiera. Éste no es un momento de flaqueza. Le he dicho a mi amor que quiero venderlo, que no me gusta y que no lo entiendo, que la gente dice cómo va mi humor en función de cosas que no veo y que hacen fiestas en mi útero. Mi amor me le quiere comprar pero a mi amor no quiero venderle este cuerpo que no es el mío, o que es el mío pero estrogenado y miomado. Para mi amor es mi otro cuerpo, el que parece enfermo, el cuerpo que me gusta, el que expresa cómo siento yo, sin esos estrógenos que ocupan mi útero.

                   

                  cascarita
                    cascarita

                    Lunes 20 de abril

                    Lunes de Aguas. Marcado en mi agenda como gran festivo y, sin embargo, me he levantado a las 6. La culpa la tiene el conductor de la linea 148. Le ví el finde pasado parado en el semáforo de Legazpi leyendo un tocho sobre el volante. Justo el tocho que tenía envuelto desde navidad como regalo-comodín-para-olvidados. Vamos, el bestseller que tenía pensado no leer hasta que envidié al conductor de la 148. Así que la tarde del viernes, en vez de acabar el proyecto que tenía que entregar hoy, pues rasgué el precioso papel-mapa de la republicana Sandoval y me enganché a Lisbeth...Y también son culpables los Love of Lesbian. Imposible volver a casa después de ese concierto. Y el domingo, claro, ¿quién es persona?. Así que a las 6 me he levantado. Y ahora mismo he enviado el archivo. Y se acabó que voy a empezar la segunda parte... ala, hasta luego, atribuladas.

                    cierzo
                      cierzo

                      Lunes 20 de abril ( Ya martes...)

                      Se acabaron las vacaciones...Semana de kilómetros, de bienvenidas, de besos, de abrazos y también de despedidas.

                      Ya echo de menos el viento.

                      chinaski
                        chinaski

                        Viernes 24 de Abril

                        Me despierto tarde y lejos del exilio. Ella se va a trabajar, hoy le tocan a mí los besos dormidos, los besos en estado de semivigilia, los besos de sueño que me están besando. Estoy en la cama y podría llegar tarde a cualquier parte, y no me importa demasiado. No me importa nada, en realidad, y fantaseo con esa idea, me dejo acariciar por la idea del trastoque horario, de las no prisas, de la no conciencia de absolutamente nada. Deduzco que el camino a la felicidad aristotélico, ése tan activo y tan dinámico, poco tiene que ver con esta balsámica placidez que genera en mí una especie de actividad estática -qué ganas de no hacer nada, y de hacerlo aquí, en casa, tan cerca de mí, de ella, de tod@s , de cualquier parte.

                        Ni siquiera gruñidos. Hoy no toca gruñir, hoy toca lamer, subirse a la cama y subirse a mi cuerpo y lamerme la cara en claro símbolo de bienvenida, de novedad diaria y cotidiana. El trabajo está lejos, los comuneros muertos, Shakespeare y Cervantes enterrados, todos con un 10% de descuento y mi día se presenta gratuito y muestreable, 100%, como cata selecta en promoción. Tengo que hacer una pausa en el escrito, porque ella viene por dentrás y lee lo que escribo por encima me hombro, y me besa por encima de mi hombro, un beso ágil, despierto, fugaz, pero despierto, vivo, aristotélicamente feliz. Retomo la escritura, me acuerdo de G. Ayer estuvo aquí. Vino para echar de menos todos esos otros días en los que también estuvo aquí. Así es G: un yonki de la nostalgia. Cosa de maricas, supongo.

                        Recuerdo el concierto de LOL (LoL), y reparo, mientras lo escribo, en cómo ciertas siglas se confunden a veces con ciertos símbolos de significados dispares. Barthes no contó con ello. Con LOL y con LoL, no lo tuvo en cuenta. Demasiada semiótica no sirve para encontrar muescas gatunas en los abrigos que portan las "raras" que hacen fila a las puertas de los auditorios para entrar en los conciertos. Hubiese necesitado mi Quimicefa, por hacerme con un banco muestreable de referencias mininas en los algodones, poliéster y tergales de los abrigos de las "raras" que vitorean a John Boy y aseguran -atribuladas- no tener su don.

                        Búsqueda infructuosa. Sin Quimicefa, no hay modo de encontrar cáscaras rodeando al animal. O al revés, no sé. Ni rastro de restos bivalvos, en cualquier caso; ni un sólo spoiler de concha argentina que escondiese el rastro de una niña atribulada e imantada. Otra vez será, pienso. Pero que sea, apostillo. Porque ciertos conciertos de LOL, tan LoL, como aquel del pasado sábado, merecen ser compartidos con spoilers internacionales que amainan amaneceres tempestuosos a la altura de Simancas y comen churros con sus suegras. Las atribuladas se lo merecen y los comuneros también.

                        Descubro un se la dedico a en la doble ele musical: John Boy retoma la mirada universal de la mano de Cascarita y la redirige hacia la tribu atribulada, mirando especialmente al tributo de Gautier. La mirada de John Boy de alcance personal, pienso. Y sonrío. Es posible que yo sea el gran insecto, pero me redimo: Gregorio Samsa inmortaliza sus infiernos, porque ha estado, una y otra vez.

                        Pongo punto y final atribulado al día escrito que comienzo a vivir y anoto Quimicefa en mi lista de la compra: en la próxima fila de "raras", Vetusta, tal vez, el spoiler argentino no se nos escapa.

                        fanfarlo
                          fanfarlo

                          24 de Abril Diario de la pérdida y el deseo

                          Hemos ido a comer al ático de G, pero G estaba en BCN en el día de san Jordi. Llevamos a su perra.  G siempre dice que es una mezcla de perro y zorro, come huevos  crudos  y  sandía y se escapa cuando la llevamos al monte. Ayer celebramos una derrota. Su casa estaba vacía, las persianas bajadas y las ventanas cerradas, el jazmín que la regalé sigue vivo, le saco a la terraza, hace calor, hace mucho calor, desde aquí  veo el rio y el parque; en el parque hay niños en bicis, niñas en bicis, hay papás, hay mamás, hay abuelos, hay abuelas, hay perros  y perras, hay novios y novias, hay verano por las calles. La casa de G es la casa del verano.

                          Hace dos meses quedé con G un jueves; con G quedó los jueves y entre las dos intentamos quemar la ciudad y yo la ayudo a ligarse camareros con novia porque dice que no hay mercado y que quiere que la achuchen. Ese jueves, G me dice que la han despedido, que la Generalitat ha recortado gastos y que como solo lleva seis años, que la echan del centro. Yo solo podía pensar en Reikiavik. Me habla de crisis de los treinta y de crisis de los cuarenta, me habla de tonteos con drogas y de amores italianos que matan, yo le digo que lo de las crisis de los treinta y de los cuarenta son inventos de los psicólogos y de los grandes almacenes para que consumamos productos anti-edad, ella no está muy de acuerdo, vuelvo a pensar en Reikiavik y me acuerdo de J.

                          Con J quemaba  los sábados y escupíamos a los coches y comprábamos pistolas  con las que apuntábamos al cielo. A J le robaba los vaqueros Diesel y se los rompía y me dejaba de hablar durante una semana y yo solo pensaba en Cuenca, con J bebía cerveza y hablaba de Kurt y de Lennon y hablaba de Ginsberg y de su América. Con J Iba de compras y me decía con lo que estaba peligrosamente sexy. Un sábado de hace unos cuantos años quedó conmigo y me dijo que se iba a BCN detrás de una niña con una llave en el cuello y perfume de naranja. Solo podía pensar en Reikiavik.

                          No quiero pensar en G y pensar en Reikiavik, no quiero pensar en J y pensar en Reikiavik; odio Reikiavik y odio a la Generalitat y odio a la niña de olor a naranja porque me recuerda a mis padres cuando me compraban una mascota, me encariñaba con ella y se la llevaban porque decían que se iba a Reikiavik, en Reikiavik hace frio y yo no quiero vivir en Reikiavik. No volveré a pensar en Reikiavik, es la última vez que me acuerdo de Reikiavik.

                          brigitte
                            brigitte

                            Sábado 25 de Abril

                            Parece que la cosa va de Ges. No son puntos, ni comandos. La primera G, supongo que pertenece al bueno de G y la segunda G supongo que corresponde a la dueña del “veniqui”. Yo voy a hablar de A y B. Iré por orden alfabético.

                            A es especial, puede ser una de las personas más especiales que yo haya conocido nunca, se hace tu fan incondicional a las doce de la noche y las dos te odia profundamente. Para A no hay medias tintas, no hay grises, o sí o no, o Shane o nadie. Es difícil hablar de A. Es generosa, apasionada, flexible, amante del te y la Coca-Cola sin vaso, le chifla la Nintendo DS y las garrulas poligoneras, ve Fama fielmente, adora a Ray, a Nacho, a la Preciado, a los suaves, a los perros, a los dildos, el sol, las piscinas de riñón, los tatuajes, a las putas, a las más putas, a los granizados en las terrazas, pero sobre todo adora a sus amigos y eso se nota. Es probable que A cuando lea esto, me eche la bronca porque no se sienta identificada, o si se siente identificada pensará que me lo podía haber ahorrado, o no le gustará mi forma de expresarme, porque A es mucha A.

                            La B sigue a la A, o depende. Para mí B es sinónimo de buenos momentos, de risas cómplices. B es más la persona más rápida que conozco a este lado del Pisuerga. B es una mente incansable, siempre creando como John Galliano, siempre dando una perspectiva diferente e interesante de las cosas. Siempre aprendo algo nuevo con B. Recuerdo el día que conocí a B, gracias a la novia del austrohúngaro, gracias. Al final la novia del austrohúngaro desapareció en la Selva Negra y me dejó con B y A. B es la profesora que siempre hubiera querido tener, nunca habría hecho pellas en sus clases. B es la profesora de la que las niñas se enamoran platónicamente ( jaja no te rías). Apuesto que B tiene un club de fans a las orillas del Duero, incluso alguna alumna habrá grabado en algún olmo seco su inicial X B. Seguro. B, no tengas angustia, yo te regalo el Qumicefa o el Mineranova, para realizar nuestros experimentos con pelos de gata y polvo de fósiles marinos que quedan esparcidos. Me rio yo de Mulder y Scully, tú haces de Mulder por supuesto. Marlene, nuestra vecina ucraniana del ático aparecerá algún día.

                            Buen fin de semana para todas las atribuladas. Otro día os hablaré de AK y de N.

                            cascarita
                              cascarita

                              Lunes 27 de abril.

                              cierzo
                                cierzo

                                Martes 28 de abril (Empezando el miércoles)

                                Ultimamente mi vida (laboral) gira en torno a la extinción, contención (demasiado on para mi gusto) refuerzos negativos y dolores de espalda. Mi psicólogo favorito dice que morder es una forma de comunicarse...que no entiende nuestro lenguaje, y la expresión de sus sentimientos es la autoagresión, la heteroagresión un dia si y otro también y en los festivos de guardar...me dan ganas de responderle que debo tener buen sabor...y que morder debería ser una forma mucho más agradable de comunicarse.

                                El autismo me ha hecho fuerte...Manejo agresiones y disconductas con tanta facilidad y cotidianeidad que no me reconozco. Me habituo a lo que está fuera de la norma, la sonrisa me acompaña, desconecto a la hora de fichar.

                                Mi psicólogo favorito ha decidido que esta semana me toca la cara buena. Yo soy la de las explicaciones, los protocolos, las reuniones informativas, los comentarios, los registros, los apoyos. Apoyos que no existen, pero da lo mismo, están por escrito. Y en mi trabajo lo que está escrito va a misa, aunque no se cumpla.

                                Quién sabe qué cara me tocará la semana que viene.

                                Lo único que me quita el dolor es el agua, donde para variar pienso, pienso que me duele, me duele mientras pienso. Y pienso en todo y en nada, en cómo he llegado hasta donde estoy, en cuál es la razón de pensar tanto y no actuar nunca. Y admito ante mi misma que no soy capaz de llegar a ninguna conclusión, excepto que ultimamente soy extrañamente feliz.

                                Debe ser contagioso entre las atribuladas, vetusta me acompaña en este dia.

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