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Triviales tribulaciones de una tribada atribulada y otras

brigitte
    brigitte

    " Post festum, pestum........................"

    cascarita
      cascarita

      Lunes 24 de mayo

      Mari aquam addere: lunes aterriza, como siempre, puntual.

      fanfarlo
        fanfarlo

        Mayo 26. El diario del deseo y la pérdida.

         

        Esto no es un poema, no es una declaración de principios, no es algo importante; esto sólo es un post.

         

        Acabo de ocupar a Fanfarlo, ha sido una tarea difícil, pero por fin la he ocupado. Me siento como John Cusack  o Cameron Díaz. Fan ha sido ocupada por la Fan que hace la compra y por la que saca al perro; Fan ha sido ocupada por la que sale de trabajar a las 10 y se conecta para hablar con el amor de Fan -que difícil es arrebatarle la novia a esta chica-; soy de la que nunca habla Fan. Soy la que no tiene paciencia, ni sentido del humor; soy la que se mancha las manos cuando come y a la que se le salta el esmalte de uñas. La  que llama la atención constantemente; la que discute por todo sin que nada la importe. Soy la que a duras penas llega a final de mes; la que se enfadó con toda su familia -luego vino la otra Fan para contentarles-; la que se marchó de casa y a la que luego obligaron a regresar; soy la manipuladora, la serpiente, la mediocre, la egocéntrica. La que se lleva mal con todas las madres de la las novias de Fan, la que la obliga a dormir en el sofá un sábado, mientras su amor la espera en la cama de 1’35; la que pierde los estribos y arrampla con todo lo que encuentre por su camino; la que, como el caballo de Atila, no deja vida cuando pasa; soy la que se enfada con el mundo, la que se aburre y peta de puro aburrimiento, la que no la deja dormir por las noches, la que la maltrata cuando se mira en el espejo y la que maltrata a todos y cada uno de sus amigos por ser humanos y amigos. Soy la que no tiene piedad, la histérica que actúa por puro narcisismo, la que no quiere hacerse comprender porque son pamplinas, la frígida que no quiere follar y también la que utiliza el sexo para que la amen.  Soy la fea a la que nunca sacan a bailar y la chica que siempre rechaza la imitación de Shane en cualquier festival veraniego. Soy la que publica su perfil en cualquier página de contactos y la que se viste para ser observada por los hombres y las mujeres. La que se ríe exageradamente cuando lo que dicen no le hace gracia, la que no tiene medida y desborda en todas y cada unas de las cosas que hace; soy el instinto maternal que Fan no tiene y el instinto maternal que, por educación, le han dicho que tiene: cuidar de los niños pequeños, adolescentes y mayores - la masa del medio es la follable-. Soy una Pandora, soy  la Eva de Adán, soy  dependiente de todo y de todos.  La que no pide perdón y la que lo pide cuando no lo siente. La que ve el mundo como un gran teatro. La trepa lameculos y la que odia el poder, también. Soy Hidra, soy arpia, soy efinge, pero todos estos vestidos  los compartimos con demás mujeres. Soy la que se pone delante para que la den las bofetadas y la que se quita para que se las den a otras; soy la que odia a las mujeres, porque tiene síndrome de harén. Soy  la cobarde. El lobo que se disfraza en la fábula, la coleccionista de corazones, soy su reflejo y su sombra, soy el juego barroco de identidad, soy la que llamará a tu puerta cuando tú no lo sepas. Soy el ego de Alicia menguando y creciendo, soy la mujer de los 50 pies; en definitiva, soy de la que nunca quiere hablar Fan.

         

        Desconocida
          Desconocida

          menus mal que habemus Ron.

          cascarita
            cascarita

            Jueves 28 de mayo

            Aula de informática...y no me he podido resistir...

            kool_thing
              kool_thing

              Me voy una semana y cuanta actividad por aquí!.

              Mis viajes se han propuesto terminar de la misma manera, mi salud se resiente. Pero no me quedaré con lo malo. Me gustó estar en el desierto y después en la montaña y en uno de los sitios más olvidados y alejados de todo. Esto me ha servido para desconectar y sentirme lejos de todo en unos dias. Pero como siempre las circunstancias hacen que eche de menos mi casa (y el sistema sanitario de mi pais). Pero yo insistiré y volveré a viajar cada vez con más medicamentos en mi maleta.

              http://video.libero.it/app/play?id=dba655fd1d68a591f0cca2d55df9c008

              Que camiseta más chula cascarita.

              cascarita
                cascarita

                Lunes 1 a martes 2 de junio

                Con problemas para avanzar

                Clausuran la piscina y nos vetan las aletas en otras dos.

                Mi coche, que daba problemas anticontaminación, pasa por el taller y se queda para cambiarle las ruedas.

                La bici innoviilizada en la tienda mientras revisan la de mi chica. 

                El pensamiento encasquillado en un nombre que no consigo recordar y en una injusticia que no puedo olvidar.

                Y la tortuga sobre la que me muevo resulta que no huye de los hombres grises. Casiopea ¿dónde estás?

                fanfarlo
                  fanfarlo

                   

                  Diario de la perdida y el deseo; 3 de junio.

                   

                  A veces –bueno, casi siempre-, pienso que otros lo han contado mejor que yo y antes. Cuando esto pasa, que es muy a menudo, me veo tan pequeña como la Alicia que habla con la oruga o como Gulliver en el país de los gigantes o como Jonás dentro de la ballena.

                  A veces me siento especial, diferente, incluso con esa pinta que tienen los extranjeros cuando llegan a un sitio donde casi nunca hay extranjeros, esa mezcla de sofisticación y rareza, de excentricidad y cosmopolitismo. Pero es falso esto también, porque siempre ha habido un extranjero que ha llegado antes que tú. Marco Polo lo sabía y Colón lo intuía. Ego, supongo.

                  Podría hablar del sábado y del concierto, pero ya otros han hablado de conciertos y lo han hecho, como no, mejor que yo. Podría hablar de la despedida, de la amargura de la despedida, pero esto ya fue contado en algún nudo de alguna gran novela de amores y desmemorias. Podría hablar de mí, pero lo curioso es que de mi ya se ha hablado en algún que otro relato que no era mío y que  no me reconocía; ni el relato, ni el autor.

                  Supongo que hay días cálidos con espíritus otoñales. Supongo que hay días en los que te levantas y eres la mujer menguante con millones de adversarios aún más menguantes que tú; supongo que a veces, simplemente hay días que pasan, se deslizan por mi cuerpo y no dejan más señal que la marca de las sábanas en la cara; supongo que hay días en los que conviene que los otros cuenten sus miserias y sus logros para relativizar sobre tus miserias y tus logros; supongo que hay días en los que sólo llenas el espacio del folio en blanco con un ritmo fácil y cómodo. Supongo que a veces los días sólo son días y tu cristal de gafas es neutro.

                   

                  Hoy se han marchado G y Uka y no ha sido una gran despedida. No he llorado, no me he preocupado. He bajado con Nemo, he cogido mis cosas que ella aún tenía ( todas, menos Tokio ya no nos quiere, espero que no esté firmado), le he dado el beso que Brigitte me ha pedido ( pero no en la boca, que creo que es el que ella quiere darle), un abrazo, un llámame cuando llegues; he subido a casa y he puesto la tele. Mi amor no ha llegado al Messenger, todavía; a las 5 entro a trabajar.

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                   

                  brigitte
                    brigitte

                    Una vez estuve en Salem

                     

                    Te imagino en la penumbra

                    siendo engullida por un vaivén bestial,

                    dispuesta a todo,

                    a perder el par de monedas que,

                    un día te presté,

                    dispuesta a vivir con esa carga que caracteriza a los cobardes.

                    Cuando recuerdes los días de octubre,

                    con esa sonrisa envuelta en jugo de uva,

                    habrá pasado tanto tiempo,

                    como lo que tarda un agujero negro en devorar una estrella.

                    Vivirás aquejada de un mal endémico,

                    perpetuar la especie.

                    Serás como los demás.

                    cascarita
                      cascarita

                      Lunes 8 de junio

                      Ropa recién planchada esperando ser colocada. La camisa negra que me quité y olvidé encima de la cama. El periódico que hubiese leído de haber tenido tiempo....Todos hubiesen sido acogedoras tumbonas para Wanda. Hoy no. Hoy que escribo contrareloj para no excederme en el incumplimiento del plazo de entrega, hoy que el viento arrecia en Nod, hoy que el teléfono no para de sonar, hoy que me despisto con el canto de las rorcuales, hoy que me cuesta hasta respirar, hoy, hoy tiene que tumbarse en mi regazo.  Y, encima, ronronea.

                      fanfarlo
                        fanfarlo

                        8 de Junio; diario del deseo y la perdida

                        Del deseo como norma de llevar siempre la contraría

                         

                         

                         

                        De pequeña siempre llevaba la contraría, así que mi abuelo siempre me decía lo contrario de lo que quería que hiciésemos. Le daba resultado, porque acababa haciendo lo que él quería. Mal asunto. Porque cuando me enteraba del engaño -que he de decir que no era siempre, aunque con ello ataque a mi inteligencia-, montaba en cólera y aparecían los portazos y los razonamientos de una niña hiperactivada y con muy mala ostia. Mi abuelo, con tranquilidad de hombre de tierra, de mundo y de biblioteca, me dejaba seguir dando portazos y razonando histéricamente mientras pelaba nueces. Después el agua volvía a su cauce y la conversación seguía fluyendo entre nueces, castañas, sandias, rabanitos o higos. Aparecía Leonardo, el pintor, Palladio, Botticelli, Piero de la Francesca, El gran Miguel Ángel, Ortega, Descartes, Platón, El Quijote, Julio Verne, Erasmo de Rótterdam, la religión, el fascismo, la oligarquía, Mussolini, Lennin o Franco. Para acabar suspirando y diciéndome ay, mi niña, con ese carácter que tú te gastas, quién te va a querer a ti; moldéale chiguita, moldéale.

                        A día de hoy, el abuelo, tenía razón; no encontré barón que me quisiera, tampoco lo busque; pero el abuelo tenia que saber que con ese carácter de drama que la niña se gastaba, con ese exceso de emotividad desbordada, la niña, lo que era, es bollo o folklórica (que a veces pienso que viene a ser lo mismo); y lo que iba a salir buscando con sus minifaldas y sus botas de motera, eran niñas, al más puro estilo garrula poligonera. Mala suerte con la reeducación del carácter, con 31 años aumenta el mal carácter y va a peor. Abuelo, que ahora está en los cielos, debe de ir diciendo a San Pablo y a la Virgen: qué mal asunto lo de esta chiguita, la puede el carácter, qué mal asunto, así no conquistará el cielo.

                        Y la niña, que sigue razonando histéricamente, ha descubierto que no lleva la contraria por sistema, y que puede ser que el cielo no la interese lo suficiente porque, a lo mejor, en el cielo, no hay garrulas poligoneras.

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                         

                        cascarita
                          cascarita

                          Martes 9 de junio

                          40 de mayo pero a las siete hace un frío que pela y, mientras espero el tren, me pregunto sino habrá sido un error dejar el coche en casa. Cambio de opinión nada más sentarme en el cómodo y calentito regional. Saco mi novela y me dispongo a disrutar del lujo asiático de, por una vez, ser conducida. Media hora después, mi chica, víctima de una de esas incertidumbres que me suelen acechar a mí, llama. Su voz me arranca de la las calles de Wellinton y me deposita en las vías del tren. De repente ¡uno!, ¡dos!...sonrió con el tercero y al ver al sexto conejo en 40 km ya estoy segura: ES MI DIA DE SUERTE. Predico. Voy a la máquina de café Se acercan dos alumnos: Estoy de buen humor y antes de sacar mi té con limón selecciono un chocolate y un cortado. Se va la luz. Me quedo sin infusión. ¡Los p* conejos de la suerte!. Predico. Corro a la máquina. Se traga mi moneda. Predico. Huyo a un garito con wiffi en el que haré tiempo hasta que mi coche, mi chica y su perro vengan a buscarme. Me encuentro con una compañera. Me invita a comer. Acepto y se veo como se esfuma mi ansiado time out.  Teléfono oculto. Kamikace, desculego. Definitivamente: HOY ES MI DIA DE SUERTE.

                          chinaski
                            chinaski

                            10 de Junio, Miércoles

                            El día comienza con un mal viaje y un buen sueño interrumpidos, o al revés, ya no recuerdo. De lo que sí tengo constancia es de que, si en las paredes de mi no habitación hubiera cristos, éstos hoy, es un hecho, se encogerían de hombros. Nacho encendería un cigarro o algo más fuerte, y tocaría con su mano derecha un culo que no le pertenece, rodeando con la manga de su americana beige una cintura que no es la suya y que, sin embargo, le corresponde. Beige y cintura se alejan al paso, de espaldas a mí, ahora que cuento por kilos el realismo de las contrarreformas, de todas las contrarreformas de este mundo, y me dispongo a recontrapredicar contrapredicaciones escritas con sabor a antihéroes pusilánimes que, después de renegar de los hombros de todos los cristos de este mundo, se dejan rezar en nombre del pan antes que del amor. La paradoja del texto estaba en el ciego que alumbra, la mía en el que ve lo que no quiere ver, ahora que casi todo es más o menos beige y recuerdo que yo escondía un as, como el amor, pero no logro recordar bajo la manga de qué ficción lo puse.

                            Mi amor me llama para decirme que es mi amor y algo más sobre facturas y urgencias mínimas, y yo, desde un rincón de Nod de cuyo nombre pretendo olvidarme, me acuerdo del AVE de Luisito y Almudena -las aves de Nod RIPean las cunetas, entregadas al sacrificio-. Recupero sus taxis, sus borrones de sillas desencoladas y el modelaje de sus cuerpos interferidos por asfalto y calendario. Lo recuerdo al tiempo que me asusto de sentrme más Luisito y menos grande; más rubio y menos ducados; y no me acostumbro a este traje de enaguas poéticas y candorosas, aunque piense en Luisito y sonría, aunque piense en el viaje micropoético que un día C y Luisito hicieron juntos y sonría, no me aconstumbro a ser objeto de la mueca sutil y amorosa que reciben los poetas que no sólo tienen miedo y lo saben, sino que, además, tienen miedo y lo dicen.

                            Aprendiendo a ser Luisito así, aun tirándome la sisa del sufijo aprecitativo, trato de reconstruir un puzzle en el que yo aprenda a pedir y a no necesitarme, a descansarme de ciertos papeles de la obra, asegurando a pesar de todo mi mayúscula, mi símbolo ascensional, la verticalidad de la L del Luisito que ahora, es lo que toca, estoy aprendiendo a ser, siendo hoy, ya tiene mérito, completamente miércoles y confiando en que mañana, Luisito lo dice, no será lo que Dios quiera.

                            fanfarlo
                              fanfarlo

                              Junio 10.Diario de la perdida y el deseo

                               

                              Un invento para B.

                               

                               

                              Quiero una casa al lado del mar como la Madrague, quiero un mar eternamente azul, y un amor tranquilo que duerma siestas en hamacas infinitas, quiero una piscina con flotadores rojos y molinillos de viento en el césped, quiero amigos que regresen siempre a este lugar y almuercen verduras a la plancha y pan con tomate.

                               Quiero un perro feliz que se siente al lado de su amo como en los sepulcros góticos de cualquier capilla. Quiero ver las barcas amarradas en aguas trasparentes y oír el chapoteo intermitente de las olas sobre ellas. Quiero notar la brisa en la cara mientras me anudo el pelo con un lápiz mordido. Quiero una playa de arenas blancas bajo mis pies y echar en ella raíces de algas, quiero un helecho que susurre nanas y unos mosquitos que kamikaces, se choquen contra el  farolillo que alguien compro en un  zoco  del norte de África. Quiero una casa de blancas paredes y ventanas azules, donde crezcan los Hibiscos y los jazmines y las mimosas, donde las madreselvas trepen por las verjas y las aloe veras ocupen las esquinas plantadas en grandes tiestos de barro. Quiero geranios rojos en los balcones y sábanas de colores imposibles en las camas, quiero chimeneas inútiles para eternos veranos, quiero un gato romano que pasee por los pasillos y suba las escaleras, un loro que solo diga tacos y un conejo que no tenga prisa.

                              Quiero que en la casa que esta al lado del mar siempre hayá risas y consuelos.  Quiero una casa con una gran biblioteca llena de los libros encontrados, de los libros perdidos y de los prestados. Quiero vigas de madera y de ellas colgadas las flores que C recoge. Quiero un piano sin cola y velas blancas para las noches que paso contigo.

                              Quiero que la cama donde duerma nuestro amor  sea grande y blanca y azul y roja y huela a limpio siempre que en ella nos acostemos. Quiero que las ventanas siempre estén abiertas y en ellas duerman lagartijas y salamandras.

                              Quiero cielos claros de atardeceres rosas, quiero aromas de inciensos y puertas de grandes llaves, quiero cortinas de lino y sal en mi cuerpo.

                              Quiero que  mi piel se ponga morena por las horas que paso en el huerto, quiero una casa donde todo el que quiera, pueda entrar. Una casa con bodega, llena de grandes vinos elegidos por G. Quiero un jardín con burbujas de jabón y baldosas descolocadas por la casualidad. Quiero vestidos blancos y sandalias de esparto; quiero llenar la casa de los recuerdos que nos inventemos y de los viajes que están por llegar, quiero colgar en los quicios de las puertas collares de azabache, granates y abalorios multicolores. Quiero una casa con un camino que lleve a la playa de arenas blancas, donde eche mis pies que son algas y decorar mi cabello con las conchas que la marea ha traído y susurrarte al oido que te quiero, amor, en esta casa en este momento y desde este recuerdo.

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                               

                              brigitte
                                brigitte

                                15 de Junio

                                LL necesita un desfibrilador.

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