La parroquia del barrio de La Garita, en Telde (Palmas de Gran canaria), ha vuelto a situarse estos días en el centro de la polémica. Durante la celebración del Día Mundial del Orgullo Gay la bandera del arco iris emblema universal de la comunidad gay, lésbica, transexual y bisexual estuvo ondeando sobre el mástil de la iglesia de este barrio teldense.

La parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, cuyo cura párroco es Francisco Pérez Bello, se convirtió así probablemente en el único templo católico del mundo que se une a la celebración del día del orgullo gay. Se trata de un gesto simbólico, aunque muy polémico, habida cuenta de la postura de rechazo que mantiene la Iglesia hacia la homosexualidad y la concesión de derechos civiles a gays, lesbianas y trans.

En posteriores declaraciones Pérez Bello aseguró que hace suya esta enseña porque «recoge todas las ideologías, simboliza todas las culturas y es la bandera de la tolerancia». Bello apuntó además que ha recibido el apoyo de sacerdotes, feligreses y amigos por su iniciativa y subrayó que la jerarquía eclesiástica aún no se ha pronunciado sobre esta decisión.

En declaraciones realizadas a un programa local en la emisora de tv municipal, el sacerdote evaluó como muy positivo el debate que ha suscitado el izado de la bandera gay y valoró también el acierto del periódico Telde Actualidad de fotografiar el templo con la enseña multicolor en el mástil que preside la fachada principal del edificio.

Pérez Bello argumentó que, «hay que seguir poniendo la bandera puesto que continúan habiendo comentarios negativos de que los homosexuales son el demonio, pecadores, gente de otro mundo», a pesar de la reciente ley de igualdad aprobada por el gobierno de España.

Defendió la enseña arco iris porque representa a todas las ideologías, simboliza todas las culturas y es la bandera de la tolerancia. «La hago mía, no porque sea gay, sino porque es la bandera de la tolerancia, de un colectivo que sigue marginado por la sociedad».

Bello dejó patente que aboga por una «iglesia abierta a todos» y seguirá adelante «mientras no me crucifiquen». Esta no es la primera vez que el párroco de La Garita lleva a cabo un acto polémico. En otra ocasión enarboló en el mástil de su iglesia la bandera canaria con las siete estrellas verdes, símbolo del independentismo canario.