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Un relato... PARA TI.espero os guste!

luxi_vir
    luxi_vir
    Abrí la puerta con sigilo, la bella durmiente respiraba agitada en su sueño, las sábanas se le habían pegado a su cuerpo sudado y luchaban por ahogarla en la angustia de las pesadillas.
    Me senté en el borde de la cama, el corazón me golpeaba en la garganta, nervioso y asustado. Le cogí la mano, esto pareció calmarla; la destapé un poco para aliviar su sofoco y me eché junto a ella.
    La luna se veía a través de las rejas de la ventana y la impenetrable mosquitera; a la escasa luz que se filtraba, contemplé sus líneas perfectas, la curva de su cintura, sus pequeños y preciosos pechos.
    Había echado tanto de menos aquella encantadora imperfección que rompí a llorar, me abracé a ella como a una tabla salvadora; mis sollozos la despertaron de golpe.
    -¿Lu? ¿Cómo has llegado hasta aquí?- me preguntó, preocupada en su desorientación.
    -¡Nena! Necesitaba verte, ya no podía más.
    Me rodeó fuertemente con sus brazos y me acunó, besando mi pelo repetidas veces. Me dejé tranquilizar por ella y desahogué todo lo malo que había acumulado en aquellos torturadores meses.
    Busqué sus labios, esos que casi siempre tenía agrietados; acaricié su lengua contra la mía con cariño y pasión. Noté el sabor de la sangre, se le había abierto una pequeña herida; la limpié con mi saliva y ataqué su cuello desprotegido. Se le estaba olvidando cómo hacerse la difícil.
    Sus suspiros de placer se fundieron en el ambiente, ambas nos habíamos quedado desnudas, acariciando nuestros cuerpos con ansias.
    Bajé a sus pechos, llenándola de besos y acariciando su clítoris con la mano. Me metí en la boca sus pezones hermosos y seguí mi recorrido por su barriga. Jugueteé en su ombligo, inundándome de sus risas de protesta.
    Cada uno de mis besos iba cargado de un amor infinito, no importaba el lugar donde se lo diera. La amaba y se lo demostraba de la mejor forma que sabía, despacito y con buena letra.
    Le abrí las piernas con delicadeza, deslizando mis manos por ellas. Su sabor, ese que tanto había anhelado, volvía a pertenecerme. Sus suspiros se volvieron aún más intensos, vi cómo se aferraba a la sábana con ambas manos.
    Tras un rato con los músculos en tensión, su cuerpo se relajó repentinamente y yo me eché a su lado.
    Abrió los ojos y me miró con una media sonrisa en el rostro. Me besó una y otra vez, besos que se prolongaron largo rato, mezclándose con susurrados <<te quiero>>,<<nena>>,<<te adoro>>...
    La vi incorporarse y se puso encima mía, estaba completamente despeinada y con los ojos brillantes. Nunca la había visto tan increiblemente hermosa. Entornó la mirada con picardía y hundió el rostro en mi cuello, un escalofrío de placer recorrió mi cuerpo una y otra vez conforme ella me besaba. Me estaba dejando una ristra de chupetones, pero ni siquiera se daba cuenta.
    Me tapé la cara con la almohada para ahogar el sonido de mis gemidos. Me besó con una lentitud estimulante, esa sensación de frustración que me inundaba siempre que no iba al ritmo que yo quería y que me hacía desearla aún más.
    Su lengua a la altura de mi ombligo me hizo hiperventilar, cuando sus besos bajaron y su lengua se movió despacito, despacito; mis sensaciones se desbordaron.
    Sentí una explosión de placer y me derrumbé, volviendo a ser consciente de mi persona.
    Ella me quitó la almohada de la cara y me apartó algunos pelos, empapados en sudor.
    Nos abrazamos, estábamos juntas de nuevo, no era un sueño traicionero. Seguimos llenándonos de besos durante toda la noche y disfrutando la una de la otra.
    -¿Cómo lo has conseguido?
    -A tus padres se les ha olvidado echar la llave. Os espiaba.
    -No pensé que serían tan cabrones, no me dejan salir para nada.
    -Si Mahoma no va a la montaña...
    -...la montaña va a Mahoma.
    -¿Cómo has estado estos meses?
    -Fatal, ha sido un verano horrible. Menos mal que empieza el colegio y nos podremos ver todos los días.
    -Sí, será un alivio.
    Estábamos de lado, mirándonos fijamente y pegadas por la cintura, donde yo la rodeaba con mi brazo.
    -Quiero que te quedes.
    -Me quedaré.
    Se levantó y echó el pestillo.
    -Tu madre te va a echar la bronca.
    -Me da igual, ¿crees que con lo que me a hecho voy a hacerle caso?
    -No, claro que no.
    La contemplé, como viéndola por primera vez y la besé en la frente.
    -Te amo.
    -Lo sé.
    Se acurrucó en mi pecho y cerró los ojos. Unos minutos más tarde, dormíamos profundamente, sumergidas en hermosos sueños. Nadie nos iba a impedir de nuevo estar juntas.

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    ILD mein süsse Freundin, du bist die eine in meine leben. Meine prinzesschen.Du traümst neben mir!
    No lo puedo colgar en muchas partes, asi que os lo dejo aqui, realmente espero que os guste...
    magiablanca
      magiablanca

      Este se lo dedico a a dos buenas amigas; la SEÑORA JUEZA  SEXY del chat osea a COMOANDO ....y a la Travieza de CAMEL...leerlo con atención

      Un besote a las dos bellas damas....

      Fragmentos del libro 'El loco', de Khalil Gibran.

      -Cuando nació mi tristeza.

      Cuando nació mi Tristeza, le prodigué mil cuidados, y la vigilé con amorosa ternura.

      Y mi Tristeza creció como todos los seres vivientes, fuerte y hermosa y llena de maravillosas gracias.

      Y mi Tristeza y yo nos amábamos, y amábamos al mundo que nos rodeaba. Pues mi Tristeza era de corazón bondadoso, y el mío también era amable cuando estaba lleno de Tristeza.

      Y cuando hablábamos, mi Tristeza y yo, nuestros días eran alados y nuestras noches estaban engalanadas de sueños; porque mi Tristeza era elocuente, y mi lengua también era elocuente con la Tristeza.

      Y cuando mi Tristeza y yo cantábamos juntos, nuestros vecinos sentábanse a la ventana a escucharnos; pues nuestros cantos eran profundos como el mar, y nuestras melodías estaban impregnadas de extraños recuerdos.

      Y cuando caminábamos juntos, mi tristeza y yo, la gente nos miraba con amables ojos, y cuchicheaba con extremada dulzura. Y también había quien nos envidiara, pues mi Triste za era un ser noble, y yo me sentía orgulloso de mi Tristeza.

      Pero murió mi Tristeza, como todo ser viviente, y me quedé solo, con mis reflexiones.

      Y ahora, cuando hablo, mis palabras suenan pesadas en mis oídos.

      Y cuando canto, mis vecinos ya no escuchan mis canciones.

      Y cuando camino solo por la calle, ya nadie me mira. Sólo en sueños oigo voces que dicen compadecidas: "Mirad: allí yace el hombre al que se le murió su Tristeza".

      -Cuando nació mi alegría..

      Y cuando nació mi Alegría, la alcé en brazos y subí con ella a la azotea de mi casa, a gritar: “¡Venid, vecinos! ¡Venid a ver! Porque hoy ha nacido mi Alegría: venid a contemplar este ser placentero que ríe bajo el sol”.

      Pero qué grande mi sorpresa porque ningún vecino mío acudió a contemplar mi Alegría.

      Y todos los días, durante siete lunas, proclamé el advenimiento de mi Alegría desde la azotea de mi casa, pero nadie quiso escucharme. Y mi Alegría y yo estábamos solos, sin nadie que fuera a visitarnos.

      Luego, mi Alegría palideció y enfermó de hastío, pues sólo yo gozaba de su hermosura, y sólo mis labios besaban sus labios. Luego, mi Alegría murió, de soledad y aislamiento.

      Y ahora sólo recuerdo a mi muerta Alegría al recordar a mi muerta Tristeza. Pero el recuerdo es una hoja de otoño que susurra un instante en el viento, y luego no vuelve a oírse más.

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