Un vacío legal imposibilita la maternidad a una pareja lesbiana española
"Si fuéramos un matrimonio heterosexual no habría problema". Pero Verónica Bolufer y Mónica Catalá son dos mujeres, y sus ganas de ser madres se han topado con un vacío legal en la ley de reproducción humana asistida de 2006.
El diario El País de Madrid explica que la historia comenzó hace dos años cuando intentaron que una de ellas se quedara embarazada. Probaron con la inseminación artificial, pero al cuarto intento, abandonaron: sus óvulos no servían.
Entonces, decidieron participar ambas "lo más posible en el proceso, como haría una pareja heterosexual con un problema parecido", cuenta Verónica, que tiene 29 años y trabaja en una multinacional en Valencia. Por eso, pensaron que una de ellas donaría los óvulos, que serían inseminados e implantados en el útero de la otra. Y así, ambas serían "madres naturales del niño".
Sin embargo, llegado el momento de ir a la clínica se toparon con la nueva ley de reproducción asistida. Ésta dice que la donación de gametos debe ser anónima y no puede solicitarse o hacerse para una persona en concreto, salvo en el caso de un marido que ceda esperma para fecundar un óvulo que luego se implantará en su mujer.
Verónica y Mónica, apoyadas por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) pidieron permiso a la comisión autonómica de reproducción humana asistida. La respuesta llegó en mayo.
"Aunque todos estaban a favor de nuestro derecho, porque somos un matrimonio como los heterosexuales, la ley en ese apartado habla de marido y mujer, no de cónyuges, y en la comisión no quisieron mojarse". Les remitieron a la comisión nacional, que hasta ahora no se ha pronunciado.
Distintas organizaciones han pedido que cambie la ley en este punto, y sobre todo, que gays, lesbianas, transexuales, bisexuales y quienes les apoyan voten "en defensa de sus derechos".
El diario El País de Madrid explica que la historia comenzó hace dos años cuando intentaron que una de ellas se quedara embarazada. Probaron con la inseminación artificial, pero al cuarto intento, abandonaron: sus óvulos no servían.
Entonces, decidieron participar ambas "lo más posible en el proceso, como haría una pareja heterosexual con un problema parecido", cuenta Verónica, que tiene 29 años y trabaja en una multinacional en Valencia. Por eso, pensaron que una de ellas donaría los óvulos, que serían inseminados e implantados en el útero de la otra. Y así, ambas serían "madres naturales del niño".
Sin embargo, llegado el momento de ir a la clínica se toparon con la nueva ley de reproducción asistida. Ésta dice que la donación de gametos debe ser anónima y no puede solicitarse o hacerse para una persona en concreto, salvo en el caso de un marido que ceda esperma para fecundar un óvulo que luego se implantará en su mujer.
Verónica y Mónica, apoyadas por la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) pidieron permiso a la comisión autonómica de reproducción humana asistida. La respuesta llegó en mayo.
"Aunque todos estaban a favor de nuestro derecho, porque somos un matrimonio como los heterosexuales, la ley en ese apartado habla de marido y mujer, no de cónyuges, y en la comisión no quisieron mojarse". Les remitieron a la comisión nacional, que hasta ahora no se ha pronunciado.
Distintas organizaciones han pedido que cambie la ley en este punto, y sobre todo, que gays, lesbianas, transexuales, bisexuales y quienes les apoyan voten "en defensa de sus derechos".
Comentarios
ofsade
12 de February de 2008 a las 22:22
mali228
30 de January de 2008 a las 00:52
barsinas
23 de January de 2008 a las 20:38
23 de January de 2008 a las 16:43
lamaris
22 de January de 2008 a las 13:22
volchis3
22 de January de 2008 a las 05:16
luci3rnag4_90
21 de January de 2008 a las 23:10
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