En Turquía existen aldeas kurdas, en donde las formas de vida de sus habitantes no han cambiado con el paso del tiempo. La gente de estas viejas tribus son hospitalarias, amistosas y honestas, pero sus tradiciones conducen a veces a fatales peleas, a crímenes de honor y a las vendettas mortales. Una joven directora canadiense de origen turco viaja a un campo kurdo mientras pasa por Estambul e investiga el asesinato de su tía que ocurrió treinta años atrás, explorando y estudiando el tribalismo y el papel de las mujeres en el kurdistan.