Los expertos ven imposible reducir el déficit público sin subir impuestos

Echan de menos detalles de algún estímulo al crecimiento, incentivos para el crédito y lucha contra el fraude 

 

Imprecisión, falta de objetivos, desconexión con el entorno económico y, sobre todo, malas vibraciones fueron las primeras impresiones que causó el avance del programa electoral  que presentó ayer el Partido Popular. A pesar de que en su página web proclaman "Un gobierno del sentido común", los seis economistas que han analizado para Público el documento avanzado han detectado un buen número de incongruencias y eso que la redacción del texto esquiva la precisión en todos sus enunciados.

Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la UPV, lo resume así: "Es un plan pobre que no aporta nada y que parece un brindis al sol sin demasiado contenido".

La palabra "crisis" no aparece ni una sola vez en las diez páginas del programa

Para Ángel Laborda, director de coyuntura de Funcas, el primer párrafo del documento, muy genérico, está "muy bien". Pero añade irónico que "eso lo podría firmar cualquiera, también Zapatero". Laborda critica que el PP "no dice qué medidas estructurales va a aprobar ni qué van a hacer para reformar el sector financiero". En la misma línea están las críticas de Albert Recio, profesor de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y Alberto Montero, profesor de Economía de la Universidad de Málaga. "Me sorprende la retórica vacía en un documento desconectado de la realidad en el que ni siquiera aparece una vez la palabra crisis", destaca Montero. 

También Laborda se sorprende porque el documento "no dice nada de ningún plan para reactivar la economía; parece que no tienen ningún plan de choque, como no sean esas reformas que no detallan". Todos detectan grandes ausencias:

Déficit

Recupera la deducción por vivienda que incentivó la burbuja

Reto de 35.000 millones

El principal objetivo de la economía española es cumplir con los requisitos impuestos por la Unión Europea de rebajar el déficit público al 6% en 2011 y al 4,5% en 2012. Para conseguirlo, el PP apenas propone vagas medidas de "austeridad en las administraciones públicas, eliminación de gastos superfluos y duplicidades", además de la promesa de desarrollar en una ley orgánica la reciente reforma constitucional acordada con el PSOE.

Bruno Estrada, director de Estudios de la Fundación Primero de Mayo, cree que la ausencia de medidas y el recorte de los ingresos fiscales que supondrían las rebajas de impuestos prometidas sólo pueden tener dos consecuencias: "O aumenta el déficit o vendrán recortes mucho mayores". Este economista ve imposible conseguir el reto europeo sin subir los impuestos, ya supondría recortar gastos entre 30.000 y 35.000 millones de euros. "Con el cuadro macroeconómico actual es imposible reducir el déficit público sin subir impuestos. Cualquier gobierno que salga de las urnas el 20-N no tendrá otro camino que subir impuestos", advierte José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney.

La eliminación de la negociación colectiva precarizará el empleo

Fiscalidad

Rebajas a la clase alta

Pero la idea del PP es la contraria. Propone una rebaja de los impuestos tanto en Sociedades como en IRPF. "La bajada de sociedades al 20%, unida a la eliminación de deducciones, podría generar un aumento de ingresos, ya que con ellas el tipo efectivo real está en el 10%", explica Díez. De donde no hay donde rascar es en la rebaja del impuesto al ahorro. "Es claramente un apoyo a los ricos. ¿Quién puede ahorrar en esta crisis? Además, va en contra de la solidaridad del sistema de pensiones públicas", advierte Alberto Montero. Para Zubiri, bajar impuestos ahora pone "en claro riesgo la sostenibilidad del sistema de bienestar". Zubiri cree "absurdo" fomentar el ahorro en la actual coyuntura, porque "quien hoy en día puede ahorrar son las rentas altas". Además, echa de menos que no haya "ninguna mención al problema del fraude y a la cantidad de deducciones absurdas que tiene el IRPF" y califica las propuestas de "una reducción general de impuestos que va a beneficiar a las rentas altas y no va a generar ningún estímulo significativo para el crecimiento".

El director de coyuntura de Funcas coincide en que la promesa de bajar impuestos es irrealizable, porque la prioridad es reducir el déficit. Laborda también ve al PP "abocado a comerse el sapo y subir los impuestos". Desde luego, hay margen: la presión fiscal en España (suma de impuestos y cotizaciones sociales) es del 30,4% del PIB, frente al 39,1% de la zona del euro, según los últimos datos de Eurostat, correspondientes al año 2009.

Vivienda

Un favor a la banca

Recuperar la desgravación por vivienda para todo tipo de rentas y aplicar un IVA reducido a la compraventa es otra de las medidas más controvertidas del documento. "Significa retomar los malos hábitos que nos llevaron a la crisis. Es claramente un favor a la banca para que dé salida al stock de pisos que tiene (más de 700.000)", apunta Alberto Recio. José Carlos Díez recuerda que "esta medida la inventó Margaret Thatcher en la Europa de los tipos de interés por las nubes. No tiene sentido ahora que están al 2% y se prevé que bajen más".

Empleo

Adiós al Estatuto

" El programa del PP atenta directamente contra el espíritu del Estatuto de los Trabajadores que se sustenta sobre la negociación colectiva y apuesta por fomentar la negociación territorial y sectorial", asegura José Carlos Díez. "Esto en la práctica puede significar la degradación en las condiciones de empleo de los trabajadores, que no tendrán fuerza para enfrentarse al empresario con el que tienen que cruzarse cada día", asegura Recio.

Tampoco genera demasiada euforia la media de apoyo al empleo para los emprendedores.

Emprendedores

Sólo buena intención

Rebaja impuestos al ahorro y prima los planes de pensiones privados 

"No va a crear empleo", dice tajante Ángel Laborda, en referencia al incentivo de 3.000 euros por crear puestos de trabajo. "Es como decirle a un emprendedor que cree una empresa para comprar la mesa del despacho", ironiza. En el resto de medidas, Zubiri ve buenas intenciones, porque se fomenta la financiación a las pymes, aunque recuerda que ya existen numerosos instrumentos para ello. "Me parece bien la idea de que los autónomos no tengan que adelantar el IVA hasta que lo tengan cobrado", comenta.

Crédito

El gran ausente

"Lo que debería contestar Mariano Rajoy cuanto antes es cómo va a resolver el problema de que la banca española tenga que refinanciar los 130.000 millones de euros que le vencen en 2012", asegura José Carlos Díez. "Si no hay crédito, no habrá ni recuperación ni empleo", añade.