La devota agente del FBI McKenzie "Max" De Ridder recientemente perdió a su madre, que era su mejor amiga y una gran campeona. A raíz de la pena, el comportamiento de McKenzie se vuelve errático. McKenzie, frenética, bebiendo y perdida, escapa a la pequeña ciudad que solía visitar con su difunta madre.

Poco después de que McKenzie llegue a la ciudad, conoce a Freddie, un joven con necesidades especiales con anemia de Fanconi que pasa sus días en silla de ruedas dando vueltas por las calles de la pequeña ciudad de Meriville. La sabia sabiduría y la perseverancia de Freddie penetran en las frías paredes de desesperación y dolor de McKenzie que establece un vínculo innegable con Freddie y una relación inesperada y despreocupada, y luego amorosa con su madre.