Pues, lorca, no estoy del todo de acuerdo. Es verdad que en teoría nadie tiene por qué dar explicaciones sobre su vida privada, pero por desgracia, la situación de los homosexuales en general y de las lesbianas en particular, necesita un grado de visibilidad del que aún carece. Por eso, creo que esas mujeres lesbianas que tienen la vida solucionada tienen la obligación moral de ejercer su condición de forma natural. Vamos, que si hay cena de alcaldes e invitan a sus parejas, pues que las lleven, que tampoco pido que sacen la bandera gay en el Pleno del ayuntamiento.

Hace poco, una periodista alemana muy conocida salió del armario de esa forma. Los periodistas la habían visto acudir a numerosos actos con su pareja y, con naturalidad, le preguntaron si lo era. Contestó que sí, y punto, no pasó nada.

Estoy con Laurica. Creo que Navratilova hizo mucho por la causa cuando llevaba a su novia a los torneos y cuando la cámara enfocaba el palco de invitad@s los comentaristas no tenían más remedio que decir: esa es Miss tantito, compañera sentimental de Martina. Les gustara o no pues ahí estaba ella, y sólo su mención era ya importantísima.

Totalmente de acuerdo con las dos.

Pero parece que ahora no podemos contar con ello y eso no significa que no me gustara que alguna lo hiciera.

Yo que soy de la época en que  la Navratilova devoraba a sus contrincantes en la pista,  me alegre de que lo hiciera, pero también se que a Conchita Martinez le costo mas de un disgusto y comentarios tan inteligentes de una famosa presentadora  de televisión a otra famosa tenista española en la que preguntaba si para ser buena jugadora de tenis habia que ser lesbiana, ¡¡¡¡¡¡joder con la preguntita.!!!!.

Y ejemplos como esos a montones pero a cambio puedo decir que  he comprobado en mi entorno que cuando alguien se destapa la gente de su alrededor se hace mas respetuosa con la causa.