Nueve años después de una tragedia familiar y tras una pelea con su depresivo padre, Cyd de 16 años, decide tomar un descanso alejándose de él y pasar un verano en Chicago con su tía Miranda, una conocida novelista.

Poco después de su llegada, Cyd conoce en una cafetería a Katie, una joven camarera. Ambas comparten miradas y en su segunda visita a la cafeteria parecen compartir sentimientos mutuos. Las dos hacen planes para reunirse después del turno de Katie y comienzan una relación.

Miranda funciona como una contrapartida de las nuevas exploraciones de la sexualidad y del amor de las jóvenes y a medida que el verano continúa, Cyd y su tía desarrollan una fuerte relación basada en una apertura compartida y crítica sana de particulares momentos personales.