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Relato: Despedida

cala_ithil
    cala_ithil
    Me tomo al pie de la letra las invitaciones... icon_smile.gif Así que aquí tenéis un pequeño adelanto del libro que espero publicar en breve(ya casi está acabado y esta fue la historia que lo inició). Espero que os guste:


    Cristales rotos. Camino sobre cristales rotos. Al menos duele como si fuese cierto. Bueno, no; duele más. Las manos te tiemblan cuando intentas encender el cigarrillo. Deberías dejarlo... Pero hoy no, tal vez mañana. No te preocupes, te entiendo. Mataría por una calada. Pero supongo que ya no es posible... No llores, no vale la pena llorar por mí. Sólo fui una oscura sombra que se escurrió por tu vida. No temas, no me necesitas. Deja de derramar lágrimas, no me hagas esto más difícil. Ya es demasiado complicado. Recuerdo que antes me escuchabas, pero ahora estás ahí de pie, ante mí, como una estatua de mármol, dejando caer las lágrimas sobre tus manos. Y no me oyes. Antes... Añoro los viejos tiempos: estar contigo, envolverte con mis susurros hasta que te dormías y besar tu frente para darte las buenas noches. Hace mucho tiempo que no descansas arropada por mis palabras. Daría mi alma por volver a contemplarte en la oscuridad cada noche. Pero supongo que ahora es imposible. ¡Dios, necesito un cigarrillo!
    Había fuego dentro de mí; era como una inmensa llama surgida del infierno que me tragaba y me destrozaba con la fuerza de un huracán. Separarme de ti fue lo más difícil y doloroso que hice en mi vida. Tus lágrimas no calman mi dolor. Hacen que lamente muchas cosas; se me clavan como ácido en lo más profundo de mi corazón. Pero no me calman. Me hacen sentir remordimientos: la culpa siempre fue mía. ¿Por qué? Por todo. Por no confiar en ti, por amarte tanto, por entregarte una vida tan corta y dolorosa... Sé que no cumplí mi promesa, ya no sigo a tu lado; pero tienes que entenderme, tienes que perdonarme. Es lo último que voy a pedirte. Eso y que seques las lágrimas que resbalan por tus mejillas. Olvida el pasado, el dolor y los recuerdos. Déjalo donde debe estar: atrás, en algún rincón de tu memoria. Olvídame, porque sólo soy eso: un mal recuerdo del pasado.
    Puede que me equivocase, que mi deber fuese confiar en ti y contártelo todo. Pero no quería hacerte daño. No pensé en lo que sentirías al apartarte de mi vida, sólo me preocupaba esto. No quería verte ante mí, destrozada por el llanto, lamentando el error que creías haber cometido al odiarme. No fue un error. Te abandoné, te expulsé de mi lado sin pensar en tus sentimientos, decidí por ti como si fuera a hacerte bien... No puedo evitar pensar que me equivoqué. Deberías odiarme, ¡necesito que lo hagas! Así todo sería más sencillo. Pero parece que sigues amándome. ¿Lo haces? ¿Alguna vez lo hiciste? Dudé de ti, no puedo negarlo. Pero no me culpes, ¡era todo tan bonito! No podía deshacerme de la sensación de que sólo se trataba de una ilusión. Llámame estúpida, o lo que quieras; siempre existe un pero, yo sólo me esforcé en buscarlo.
    Te quise... te quiero. Todavía siento lo mismo por ti. Pude mentirte antes, pero ya no es necesario. Jamás dejé de quererte, jamás lo haré. ¿Realmente llegaste a creerme? ¿Suponías que podía ser tan hipócrita como para amarte más que a nada en el mundo y olvidarte al cabo de dos días? Supongo que no soy tan mala actriz como pensaba. Está empezando a llover; deberías marcharte. Estás muy guapa, mojada, con tu pelo empapado suelto sobre los hombros; con tus intensos ojos verdes fijos en mí, dejando huír lágrimas que se confunden con las pequeñas gotas de lluvia. Me rompe el corazón verte llorar por mí. No lo merezco. Ni siquiera ahora puedo dejar de hacerte daño. Acompañaría tu llanto, pero ya no tengo esa capacidad. Ya lloré demasiado y ahora estoy completamente seca.
    ¡Hay tantas cosas que todavía no te dije! Pero ya es muy tarde, ya no me escuchas... Pero te quedas frente a mí, lamentándote, mordiéndote el labio para no derramar más lágrimas, calada hasta los huesos en esta fría tarde otoñal. Disculpa si me pongo algo poética, pero es lo único que nos queda, lo único que nos une: la poesía que llevas arrugada entre los dedos, la última que escribí, sólo para ti. Sólo tú podrías recitarla, sólo tu dulce y suave voz aterciopelada. Pero sé que cuando llegues a casa encenderás el fuego y contemplarás cómo muere ese papel entre las llamas. Te entiendo. Y por eso voy a elevar mi voz por última vez, para regalarte con mis antiguos susurros un último anochecer a mi lado. Sí, anochece, puedo verlo a pesar de las nubes. Y te llevarás mis palabras contigo, para que te arropen esta noche. Sé que no son versos muy buenos, que la poesía era mi mayor lacra. Pero esta surgió del corazón: cada verso, cada palabra, cada sílaba, cada letra...
    Sé que soy la causa de tu dolor,
    tendrás que perdonarme;
    demasiado tarde para cambiar,
    para volver a ti.
    Me gusta recordarte así,
    tal como eras ayer,
    con tu risa resonando en mi alma,
    dentro del corazón.
    Pero tu llanto volverá de nuevo
    desde el más negro abismo;
    nunca pudiste dejar el recuerdo
    de tus viejas heridas.
    Por eso necesito que prometas
    que no habrá más lágrimas,
    que resistirás sola los envites,
    que me olvidarás.
    ¡Ah, lo que daría por una pequeña dosis de nicotina! Pero ya es tarde para eso, ya es tarde para todo: para mí. Por más que lo intento no consigo recordar mi vida sin ti. He perdido mi pasado, pero, si te soy sincera, no lo echo de menos. Cerrar los ojos y evocar tu rostro sonriente tras cada beso, cada caricia, cada palabra de cariño... eso era suficiente. ¡Yo era tan distinta cuando te conocí...! No comprendo cómo lo hiciste, pero me cambiaste. Si hubo alguna vez algo puro y bueno en mi corazón, te lo debo sólo a ti. Te dije una vez que sin ti no podría vivir. ¿Ves como nunca miento? No sé, sólo quería que lo supieras, que recordases lo mucho que te quise y que te seguiré queriendo. Y ahora yo también entiendo cuánto me quieres. Llevas demasiado tiempo de pie ante mi tumba, con la lluvia resbalando por tus mejillas, por tu cabello, llegando hasta tu alma... No tenías nada que demostrarme. Pero yo a ti sí. Ojalá pudieras oírme. Me despediría, te diría adios con una sonrisa y te besaría por última vez. Te diría, sobre todo, lo mucho que lo siento. Por no dejar que tu rostro fuese el último que contemplasen mis ojos, por evitar que sostuvieses mi mano entre las tuyas hasta el final. Luché contra esto; nunca sabrás cuánto. Luché por ti, para no perderte para siempre; y fallé. Al menos conservo la esperanza de que me comprendas, de que me perdones algún día, de que llegues a entenderme. Y no importa a donde vaya, sólo puedo asegurar que te seguiré queriendo desde donde esté con toda mi alma, o lo que sobreviva de ella. Sólo guardo una pequeña espina clavada en lo más profundo del corazón: te fallé, no pude salvarme. Es algo que lamentaré toda la eternidad. Lo siento, no fui lo suficientemente fuerte para aplacar a la muerte, no luché lo necesario para volver a ver tu rostro sonriente, no pude sobrevivir... Perdí la batalla.



    Cala_Ithil
    rogue
      rogue
      muy bonito :) me ha encantado tu forma de manejar los sentimientos :)


      Yo kiero mássssssssssssss !!!!!!!!!! jeje...ke kieres te digo que me encanta leer.


      ¿cuando sacaras tu libro?
      raiza
        raiza
        Tambien yo me apunto a hacer fila para el libro. Mis mas sinceras felicitaciones,tu historia me ha gustado muxisimo,Cala_Ithil icono5.gif. Rogue,no te escaquees,que de ti tambien esperamos libro,maja icon_wink.gif

        Gracias por permitirme disfrutar de una lectura que cale profundamente.


        Un besazo
        dafne
          dafne
          Eh Cala, eso no se hace, ahora nos dejas a todas esperando el libro o como se suele decir con la miel en los labios icon_wink.gif .


          Enhorabuena, me ha gustado mucho.


          Salu2

          icon_twisted.gificon_twisted.gificon_twisted.gif
          vircoph
            vircoph
            Bravo, bravísimo.

            Una historia realmente preciosa y conmovedora, sentida,misteriosa, profunda.... Si toda la novela es así, creo que eres una gran escritora.
            cala_ithil
              cala_ithil
              Tranquilas, seguiré escribiendo en el foro. Pero no es plan de que publique el libro por aquí antes que en una editorial, ¿no? El libro está casi terminado, me quedan un par de relatos por retocar, así que en breve intentaré conseguir editorial(si alguna se arriesga conmigo...). El libro se va a titular "13 rosas" y son todas historias del estilo de esta que os puse(aunque admito que esta es la que más quiero porque lleva mucho de mí, de mis sentimientos por otra persona... icon_redface.gif ). Todas las historias tienen algo en común: todas tratan del amor(pero del amor generalizado, no sólo como pasión entre amantes) y las protagonistas son todas mujeres. Si consigo publicarlo os avisaré(y no creais que es por incrementar las ventas... icon_wink.gif es porque escribo para que los demás puedan sentir lo mismo que yo cuando escribía. Si no consigo editorial acabaré colgándolo en internet biggrin.gif . Saludos:


              Cala_Ithil
              gala
                gala
                eyy cala eres muy buena,de veras..a mi tb me encanta escribir pero no se me da ni la mitad de bien q a ti,a qui tienes una fan y esperando q saques tu libro y te vaya bien..sigue asi. icon_biggrin.gif
                freedom
                  freedom
                  Q bonito!! icon_surprised.gif Me encantó!! icon_razz.gif (Vaya q manera de expresarme, lo q es no tener el don de la escritura)


                  Oye tu libro va solo para España o podemos esperarlo tb en otras partes de latinoamerica?? icon_biggrin.gif
                  cala_ithil
                    cala_ithil
                    Oye tu libro va solo para España o podemos esperarlo tb en otras partes de latinoamerica?? icon_biggrin.gif

                    Pues por mí casi que lo lanzaba al mundo entero... Pero creo que ya me va a costar que se lance en mi propia tierra... Pero todo se andará... Cuando me haga famosa igual llega allí icon_lol.gif (más quisiera..)


                    Por cierto, Gala, la escritura no es un don, se tiene que aprender, como casi todo en esta vida. Desde hace algún tiempo me rodeo de un montón de gente que admiraba esa faceta mía y acabé por convencerles de que ellos también podían hacerlo. Os publicaré una de las poesías de uno de mis mejores amigos algún día... Son mejores que las mías... icon_rolleyes.gif

                    En fin, un saludo y gracias por leer la historia:


                    Cala_Ithil
                    piolinfar_01
                      piolinfar_01
                      yo kero ese libro...ma gutao muxo chica, se te da bien, es impresionante como transmtes cn palabras tantos sentimientos....bravo!! icon_biggrin.gificon_wink.gif
                      cala_ithil
                        cala_ithil
                        Como son las cosas no? En fin, dejé relegado el libro, mi vida y mis sentimientos han cambiado, pero lo he cogido con más fuerza que nunca. Me gustarían todas las opiniones posibles. Se trata de contrastar la versión anterior del relato y esta nueva, más completa y más sentimental(espero que sin llegar a ser sentimentaloide...). Por favor, a las que ya hayan leído el anterior les pido que lean este, y a los que no lo hayan leído les pido que: o lean este y opinen o lean ambos y contrasten. Lo cierto es que casi está acabado el libro, quizás paraverano lo envíe a las editoriales(previo paso por copyright). Así que necesito algo de seguridad, para saber si los cambios han sido acertados y maduros. Muchas gracias por atenderme.


                        Despedida

                        ¿Sabes lo que se siente al caminar sobre cristales rotos? Yo nunca lo había sentido antes. Quizás me equivoque, pero es lo más cercano que encuentro para explicarlo. Cristales rotos. Camino sobre cristales rotos. Al menos duele lo suficiente como para creer que es verdad. Bueno, no; duele más. Quizás como un cuchillo en el corazón, un cuchillo al rojo vivo que no sólo cortase, sino que también quemase todo lo que encuentra a su paso. Una buena patada en la espinilla también podría valer para la metáfora. Pero de tener que elegir, creo que los cristales se asemejan más a lo que busco.
                        Las manos te tiemblan cuando intentas encender el cigarrillo. Estás nerviosa. Demasiado. Deberías dejar el tabaco, podría acabar matándote... Pero hoy no, tal vez mañana. No te preocupes, te entiendo. Mataría por una calada, por aspirar un poquito de humo, por una ligera bocanada... Pero supongo que ya no es posible... ¡Hay tantas cosas que me gustaría hacer ahora mismo! Pero antes que ninguna de ellas, querría besarte.
                        No llores, no vale la pena llorar por mí. Sólo fui una oscura sombra que se escurrió por tu vida. No temas, no me necesitas. Deja de derramar lágrimas, no me hagas esto más difícil. Ya es demasiado complicado. Pero da igual lo que te diga, ¿verdad? Seguirás llorando hasta que se te acaben las lágrimas. No importa lo que yo pueda decirte. Ya no. Recuerdo que antes me escuchabas, pero ahora estás ahí de pie ante mí, como una estatua de mármol, dejando caer las lágrimas sobre tus manos. Y no me oyes.
                        Antes... Añoro los viejos tiempos: estar contigo, envolverte con mis susurros y besar tu frente para darte las buenas noches. Era bonito ver cómo te dormías a mi lado. Hace mucho tiempo que no descansas arropada por mis palabras. Daría mi alma por volver a contemplarte en la oscuridad cada noche, por acariciar tu piel y sentir tu aliento en mi pecho cuando te abrazaba. Pero supongo que ahora es imposible, es algo que jamás volverá a ocurrir... ¡Dios, necesito un cigarrillo!

                        Podía sentir el fuego dentro de mí; era como una inmensa llama surgida del infierno que me tragaba y me destrozaba con la fuerza de un huracán. Sí, separarme de ti fue lo más difícil y doloroso que hice en mi vida. Quizás me equivocase, pero en aquel momento pensaba que era lo que debía hacer. Sabes que me encantaba cumplir con mi deber, sobre todo cuando se trataba de ti.
                        Pero no llores, por favor... Tus lágrimas no calman mi dolor. Hacen que lamente muchas cosas; se me clavan como ácido en lo más profundo de mi corazón. Pero no me calman. Así que deja de verter lágrimas por mí. Me hacen sentir remordimientos, ¿sabes? La culpa siempre fue mía. ¿Por qué? Por todo. Por no confiar en ti, por amarte tanto, por entregarte una vida corta y dolorosa... Es culpa mía, lo asumí desde el primer instante en el que puse mis labios sobre los tuyos, incluso desde que te dije que te quería por primera vez. Pero lo fácil ahora es echarse las culpas y sentirlo mucho. No es lo que quiero. Sólo me gustaría que me entendieses. Aunque creo que también es demasiado tarde para eso.
                        Sé que no cumplí mi promesa, ya no sigo a tu lado. Me culparás toda tu vida por eso. Ojalá hubiese podido seguir a mi corazón. Él se habría quedado contigo. Te quería, ¿sabes? Pero a veces las cosas se complican y... Bueno, qué mas da eso ahora, ¿no? Pero tienes que entenderme, cariño, tienes que perdonarme. Es lo último que voy a pedirte. Eso y que seques las lágrimas que resbalan por tus mejillas de una vez. No me gusta verte llorar, aunque te pongas preciosa con esa nariz colorada y esos inmensos ojos brillantes... Tienes que olvidar el pasado,mi amor. Echa a un lado todo el dolor y los recuerdos. Déjalo donde debe estar: atrás, en algún rincón de tu memoria. Olvídame, porque sólo soy eso: un mal recuerdo del pasado.

                        Puede que me equivocase, todavía no estoy segura del todo. Quizás mi deber fuese confiar en ti y contártelo todo. Pero no quería hacerte daño, mi amor. No pensé en lo que sentirías al apartarte de mi vida, sólo me preocupaba esto. No quería verte ante mí, destrozada por el llanto, lamentando el error que creías haber cometido al odiarme. Pero tienes que entenderlo de una vez: no fue un error. Te abandoné, te expulsé de mi lado sin pensar en tus sentimientos, decidí por ti como si fuera a hacerte bien... Tienes que odiarme aunque hayas descubierto toda la verdad. Sólo deseo que puedas olvidarme lo antes posible, y será más fácil si me odias con toda tu alma. No puedo evitar pensar que me equivoqué. Deberías odiarme tanto... Pero no te da la gana de hacerlo, ¿eh? Siempre hiciste lo que quisiste. Nunca aceptaste mis consejos. Pero yo lo necesito, cariño; ¡ necesito que me odies! Así todo sería más sencillo.
                        Pero parece que sigues amándome. ¿Lo haces? ¿Alguna vez lo hiciste? Dudé de ti, no puedo negarlo. Pero ya no, ya no soy capaz de hacerlo. Siempre te dije que estaba segura, que te quería, que sabía que me amabas. Te mentía con todo el descaro del que era capaz. Pero no me culpes, ¡era todo tan bonito! No podía deshacerme de la sensación de que sólo se trataba de una ilusión. Llámame estúpida, o lo que quieras; siempre existe un pero, yo sólo me esforcé en buscarlo. Sabía que existía. Lo que nunca pude intuir es que estuviese dentro de mí, en lugar de en tus sentimientos.
                        Te quise... te quiero. Todavía siento lo mismo por ti. Tienes que creerme. Quizás haya podido mentirte antes, pero ya no es necesario. Ahora lo único que quiero es que sepas toda la verdad y puedas llegar a perdonarme. Jamás dejé de quererte, jamás lo haré. ¿Realmente me creías? ¿Suponías que podía ser tan hipócrita como para amarte más que a nada en el mundo y olvidarte al cabo de dos días? Supongo que no soy tan mala actriz como pensaba. Porque te convencí de un modo que jamás hubiese esperado. El día en que me echaste de tu lado sentí que se acababa todo. Pero no puedo culparte, porque yo fui la causante. Y lo siento; no creo que llegues a entender nunca cuanto.
                        Está empezando a llover; deberías marcharte. Estás preciosa, mojada, con tu pelo negro azabache empapado y suelto sobre los hombros; con tus intensos ojos verdes fijos en mí, dejando huír lágrimas que se confunden con las pequeñas gotas de lluvia. Lluvia de sal. Me rompe el corazón verte llorar por mí. No lo merezco en absoluto. Merecería tus reproches, tus castigos, tu indiferencia; pero ni una sola de tus lágrimas. Ni siquiera ahora puedo dejar de hacerte daño. Me gustaría llorar contigo, más que nada en el mundo; pero ya no tengo esa capacidad. Lloré demasiado y ahora estoy completamente seca. Nunca más derramaré lágrimas. Ni por ti ni por nadie.

                        ¡Hay tantas cosas que todavía no te dije! Sólo una hora, una hora más contigo. Me habría bastado para recordarte que te amo más que a nada en el mundo; para decirte que sin ti mi vida no tendría sentido; para hacerte entender que fuiste lo mejor que pasó por el calvario de mi existencia; para poder pedirte perdón... Pero ya es muy tarde, ya no me escuchas... Y sin embargo te quedas frente a mí, lamentándote, mordiéndote el labio para no derramar más lágrimas, calada hasta los huesos en esta fría tarde otoñal. Disculpa si me pongo algo poética, pero es lo único que nos queda, lo único que nos une en este preciso momento. Escribí ese texto que tienes entre tus dedos con todo mi corazón en la pluma que esgrimía, puedo asegurártelo. Apenas podía sostenerla. Con la tinta se escaparon también mis últimas lágrimas. Son las manchas en medio del papel. ¿Las ves? Fueron por ti, por lo único por lo que vale la pena llorar en la vida: por el amor. Sólo tú podrías leerlo como dios manda, con sus puntos y sus comas, con la entonación adecuada.
                        Llevas demasiado tiempo leyendo mis historias, ¿verdad? Las conoces como si fuesen tuyas. En realidad ahora lo son. Te las he dejado todas. Pero sé que no las conservarás. Sé que cuando llegues a casa encenderás el fuego y contemplarás cómo muere todo lo que hice para ti entre las llamas. Te entiendo. Y por eso no voy a darle importancia. Sólo son papeles viejos, arrugados, sin vida... No creo que los necesites más que yo... Pero me gustaría regalarte un último texto. Sí, ese que no reconoces y que nunca has leído, el que ahora parece interesarte tanto. Me gustaría poder leértelo yo misma, regalarte con mis antiguos susurros un último anochecer a mi lado. Sí, anochece, puedo verlo a pesar de las nubes. Y te llevarías mis palabras contigo, para que te arropasen esta noche. Pero ya no me es posible hacerte ese obsequio. Ya no puedo hacer nada de lo que siempre deseé. Ya no me queda nada...
                        ¿Recuerdas la última poesía que te dediqué? ¡Cómo me odiaste por ello! Deberías volver a leerla ahora mismo, entenderías su verdadero significado, el que siempre quise darle, el que se te pasó por alto cuando me la arrojaste a la cara aquel día. Deberías recitarla con tu hermosa voz aterciopelada, pero no importa, ya lo haré yo aunque no vayas a oirme. Al menos recordaré aquellas noches en que susurraba en tu oído mis versos, cuando ya estabas dormida y no podías entenderme.

                        Sé que soy la causa de tu dolor,
                        tendrás que perdonarme;
                        demasiado tarde para cambiar,
                        para volver a ti.
                        Me gustaría recordarte así,
                        tal como eras ayer,
                        con tu risa resonando en mi alma,
                        dentro del corazón.
                        Pero tu llanto volverá de nuevo
                        desde el más negro abismo;
                        nunca pudiste dejar el recuerdo
                        de tus viejas heridas.
                        Por eso necesito que prometas
                        que no habrá más lágrimas,
                        que resistirás sola los envites,
                        que me olvidarás.

                        ¡Ah, lo que daría por una pequeña dosis de nicotina! Pero ya es tarde para eso, ya es tarde para todo; para ti, para mí... Ya es tarde para la vida. Para mi vida. Necesito que entiendas que sin ti no habría tenido ni el principio, que no habría sentido ni la mitad de lo que tuve a tu lado, que no habría disfrutado de todo lo que tú me enseñaste... ¡Dios! ¡Por más que lo intento no consigo recordar mi vida sin ti! He perdido mi pasado; pero, si te soy sincera, no lo echo de menos. Cerrar los ojos y evocar tu rostro sonriente tras cada beso, cada caricia, cada palabra de cariño... eso es suficiente para mí.
                        ¡Yo era tan distinta cuando te conocí...! No comprendo cómo lo hiciste, pero me cambiaste. Si hubo alguna vez algo puro y bueno en mi corazón, te lo debo sólo a ti. Te dije una vez que sin ti no podría vivir. ¿Ves como nunca miento? No sé, sólo quería que lo supieras, que recordases lo mucho que te quise y que te seguiré queriendo. Y ahora yo también entiendo cuánto me quieres. Llevas demasiado tiempo de pie ante mi tumba, con la lluvia resbalando por tus mejillas, por tu cabello, llegando hasta tu alma...
                        No tenías nada que demostrarme. Al final, cuando todo se iba apagando y me iba perdiendo en la oscuridad lo entendí todo. Siempre me amaste, siempre me quisiste de un modo que yo no era capaz de ver. Siempre estuviste a mi lado, incluso cuando yo quería echarte. Sigues ahí, empapada, con la estúpida rosa negra entre tus manos. Sabías que esa era la única flor que toleraría en mi funeral. Me gustaría preguntarte de dónde la has sacado. Pero mis labios yacen a dos metros bajo tierra, junto al resto de mi cuerpo. No, mi amor, no tenías nada que demostrarme. Pero yo a ti sí. Ojalá pudieras oírme. Me despediría, te diría adios con una sonrisa y te besaría por última vez. Te diría, sobre todo, lo mucho que lo siento. Por no dejar que tu rostro fuese el último que contemplasen mis ojos, por evitar que sostuvieses mi mano entre las tuyas hasta el final, por no decirte adios como era debido, por no dejar que supieras cuánto te amo en realidad...
                        Luché contra esto, cariño; nunca sabrás cuánto. Luché por ti, para no perderte para siempre; luché por mí, para no caer en el abismo de la desesperación y el olvido. Pero fallé, mi vida; fallé de la peor de las maneras, en todas y en cada una de las palabras que te dije cuando te alejé de mi lado; en sobrevivir cuando todo el mundo me señalaba la muerte con sus dedos acusadores. Al menos conservo la esperanza de que me comprendas, de que llegues a perdonarme algún día, de que llegues a entender mis razones y sus consecuencias.
                        No importa a donde vaya, mi amor, puedo asegurarte que seguiré amándote desde donde quiera que esté; con toda mi alma, o lo que sobreviva de ella. Sólo guardo una pequeña espina clavada en lo más profundo de mi corazón: te fallé, no pude salvarme. Es algo que lamentaré toda la eternidad. Lo siento, mi vida, no fui lo suficientemente fuerte para aplacar a la muerte; no luché lo necesario para volver a ver tu rostro sonriente; no pude sobrevivir... Perdí la batalla. Buenas noches, mi amor. Hasta siempre.[/u]
                        leny
                          leny
                          He leido y reeleido ls dos versiones, y aunque me encantan las dos, en mi hu ilde opinión, en la segunda se cpta mejor lo q siente el personaje y su dolor.Tengo q confesarte q me ha emosionado y se me ha escapado alguna lagrimilla.La historia me ha llegado al corazon.

                          Tienes talento para escribir,consigues q la historia te enganche y se te meta dentro.

                          Te deseo muchicima suerte y q consigas publicarlo,no olvides avisar si lo consigues,por que si todas las historias son como estas saldré corriendo a comprarlo.Y si no consigues q se publique,no dejes de intentarlo q los sueños se pueden cumplir,lucha por ello.

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