Aislada en su pintoresca casa de campo, Alice trabaja en su tesis académica sobre mitos paganos mientras el resto del mundo está en crisis. La Segunda Guerra Mundial se desata, pero la solitaria Alice, apenas siente su impacto.

La llegada de Fran, un niño evacuado de Londres, interrumpe en su solitaria vida. El niño abre viejas heridas con preguntas inocentes sobre el pasado de Alice. A través de los flashbacks vemos la razón de su dolor: una historia de amor con Vera, que se desarrolló cuando ambas mujeres apenas habían salido de la adolescencia y todo parecía posible.