La protagonista de "Medusa o la mitad del placer" es Coco, una juez de instrucción a la que le toca adentrarse en una misteriosa mansión en un noche tormentosa. Sus pensamientos apenas se centran en la realidad, llenos de preguntas y dudas por su pareja Mía que un día desaparece sin dejar rastro de la casa que comparten.

La acompaña Kamal, su secretario judicial, que no puede evitar acercarse a Coco, incluso sabiendo que es lesbiana. Al entrar acceden a un pequeño teatro, el cadáver se encuentra en los camerinos. Es una mujer, y aparentemente ha muerto por causas naturales según el primer dictamen del forense.

Sin embargo Coco no está convencida, su propio estado de ánimo no ayuda, y cree que en la casa ocurre algo; encuentra un cuadro que retrata a una mujer, pero su rostro está rasgado; no es buena señal.

Los agentes de policía en cambio parecen estar de fiesta. En la mansión sólo viven mujeres, mujeres bellas que llevan ropa de encaje y satén y por ello, toman el lugar por un prostíbulo.

Cuando las mujeres regresan a la mansión por una puerta cercana al camerino, Coco las ve desfilar y queda embelesada por su belleza, su cigarro se queda sin encender colgando de sus labios. Una mujer destaca sobre las demás, su andar lento y su mirada fija en ella: Medusa, la dueña de la mansión.

Coco no podrá ya dejar de pensar en ese lugar y cuando recibe una nota a escondidas, sabe que Mia está allí, y que si quiere salvarla, deberá adentrarse en los dominios de Medusa.

"Medusa o la mitad del placer" es la primera novela de Alicia Pal, y ¡que primera novela!

Desde las primeras páginas te mantiene embelesada en muchos sentidos. El ritmo no decae en ningún momento, nos movemos con el estado de ánimo de Coco, si ella está distraída nosotras también, si está fascinada nosotras igual, sentimos su frustración cada vez que intenta sobreponerse y algo le impide avanzar en su búsqueda de Mia.

Y es que en esta mansión es fácil sentirse atrapada por los cantos de sirena, por el hechizo en el que te ves envuelta una vez dentro. Alicia Pal nos traslada a un lugar onírico, un lugar habitado sólo por mujeres disfrutando del placer. Su prosa permite que el erotismo rebose en las páginas y nos traslada al París de Man Ray, Gertrude Stein o Kiki de Montparnasse con excelentes referencias del mundo del arte y guiños a Marruecos con Marlene Dietrich.

Coco logra entrar en un lugar de erotismo y placer y sin embargo es incapaz de ver más allá del sexo o del pudor de su propio cuerpo. Es incapaz de dejarse llevar, es más, se niega a ello, contrastando con su impulsividad y atrevimiento para colarse en la casa. Pero la mansión cambia a la gente y Coco no podrá permanecer impasible por mucho tiempo y mucho menos si quiere recuperar a Mía.

Medusa o la mitad del placer es una excelente novela que nos trae retazos de historia lésbica que teníamos olvidados y nos envuelve en un hermoso erotismo. ¿A qué esperáis para adentraros en la guarida del placer?